martes, 4 de agosto de 2015

El pasillo

Un día que volvía a casa vi que había mucha gente revuelta por los alrededores de donde vivía. Pregunte que pasaba a uno de los chicos que estaban allí y me dijo que estaban haciendo unas fotos a una modelo en uno de los pasillos del edificio. Yo pensé que sería curioso ver como lo hacían, así que me fui a dejar las bolsas que llevaba en la mano y, ¡¡mira tú!!, el pasillo en cuestión era el de mi piso. Y la chica era un bombón: morena, unas piernas preciosas, unas tetas de lo mejor que había visto, etc. Lo que no vi fueron los ojos, pues estaban detrás de unas gafas de sol negras, como el vestido de cuero ajustado que llevaba la modelo.

Pedí permiso para pasar y dejar las bolsas en mi casa y después volví a salir para ver cómo era todo el proceso de fotografiar a una modelo…

Ponte aquí, mira allá, sonríe ahora… El fotógrafo no hacía más que gritar órdenes a la chica, que era de lo más profesional, porque cumplía las órdenes sin vacilar. Cuando terminó la sesión, todos recogieron y yo me fui a mi casa, pero al cabo de un rato oí ruidos en el pasillo y me asome a la mirilla. Era la modelo, que estaba allí andando de atrás hacia delante y viceversa, taconeando con los tacones. Yo me dije que estaba sola y que podía salir a saludarla, pero cuando abría la puerta se volvió de espaldas. Cerré la puerta lo más silenciosamente que pude y me fui acercando a la modelo, que parecía no haberme oído todavía…

Cuando llegue a su lado, empecé a besarla en el cuello y ella, en vez de apartarse (cosa que pensé que haría), se acercó más a mí todavía, por lo que yo segui besando su piel poco a poco. A la vez, la acariciaba las tetas por encima del vestido de cuero…

Después de un rato, la baje la cremallera del vestido e hice lo mismo encima de la piel de sus preciosas tetas, mientras la chica no hacía más que acercarse más y más a mí, lo que aprovechaba para apretarla un poco más las tetas para acariciarlas más y más. En ciertos momentos, aprovechaba para tocarla los pezones y ponérselos muy, muy duros, circunstancia que notaba cada vez que pasaba mis dedos por encima de ellos…

Pasados unos minutos, la quite el vestido de cuero, la aparte las braguitas y la penetre, por detrás, apoyándola en la pared para poder agarrarla de la cintura y acometerla de vez en cuando con fuerza, siendo lo normal que lo hiciera con suavidad…

-¡¡Aaaaayyyyyy, si, si, siiiiii…!! ¡¡Dale, dale, daaaaleeeee!! – gritaba la chica con cada acometida.

Y yo la hacía caso. Cada vez que gritaba eso, la apretaba más fuerte la cintura y la penetraba con más velocidad y más fuerza, para luego volver a hacerlo con suavidad y dulzura, con besos y caricias en la espalda…

Al cabo de unos minutos, la di la vuelta, la quite las braguitas y la apoye una pierna en una ventana cercana, para así penetrarla por delante, pero un poco torcidos. La chica se apoyaba en mí y me besaba de vez en cuando, besos que yo la devolvía antes de seguir con mis movimientos arriba y abajo, arriba y abajo… Movimientos que, a veces, combinada con caricias en la pierna que estaba apoyada en la ventana.

Al cabo de un tiempo, la chica me dijo que me apoyara en la pared, cosa que hice, y ella se puso de rodillas y empezó a lamerme el pene poco a poco, para de vez en cuando metérsele entero en la boca y después dejarlo a medias, para volver a empezar otra vez desde el principio. También usaba sus dos manos para masturbarla de vez en cuando, antes de metérsela en la boca y jugar con su lengua en la punta de mi pene, cosa que me ponía cachondo total…

Unos momentos después, dejó de hacer lo que estaba haciendo y empezó a bailar delante de mí, totalmente desnuda como estaba. Como se movía, que movimientos más sexys hacía…

…Hasta que vio que mi pene se ponía todavía más duro de lo que estaba, que se acercó contoneándose de manera muy, pero que muy sensual, lo cogió en sus manos y delante de sus tetas lo masturbo hasta que la bañe en semen, corriéndome encima de sus preciosas tetas y de su sexy abdomen.


Después de ayudarnos mutuamente a vestirnos, la dije que mi casa siempre estaría abierta para ella y la chica contestó que me tomaba la palabra, que volvería algún día sin tardar mucho. Nos despedimos con un beso y con la mano diciéndonos adiós. Ella se perdió por la escalera y yo entre en mi casa, pensando en el pedazo de bombón que se acababa de ir…

La boda

Un sábado del mes de mayo del año pasado me invitó a su boda un familiar al que siempre he estado muy unido. Unos días antes, me llamó y me dijo que llegara temprano al restaurante, que quería que le ayudara con las mesas, porque su futura esposa hizo unos cambios de última hora y creía que no le iba a dar tiempo a ponerlos en los dibujos de situación de las meses. Eso hice. Pasada la ceremonia, salí pronto y llegue antes que el resto al restaurante, donde el maitre tenía una nota del novio para que yo la pusiera en las mesas. Así que me la dio y yo empecé a colocar los nombres poco a poco en los dibujos de las mesas.

Cuando ya terminaba, empezaron a llegar los primeros invitados. Entre ellos, había un pedazo de bombón pelirrojo con un escotado vestido que resaltaba su belleza y sus encantadoras piernas. Pregunte a alguien como se llamaba y me dijeron que _____, un nombre muy bonito. Mire los dibujos y vi que estaba sentada en la mesa de al lado de la mía, así que procure sentarme de manera que la viera todo el rato. Y no sé por qué, pero me pareció durante toda la comida que ella también me miraba a mí…

Después de la comida, se celebró lo típico de las bodas, un baile, e intenté bailar con la chica, pero estaba tan solicitada que no pude conseguirlo. De cerca todavía estaba más buena y era más guapa. Cuando ya me aburri de bailar, me acerque al baño y, cuando salía, vi salir del salón de baile a la chica que me traía loco toda la fiesta. No sé cómo se me ocurrió, pero la seguí a ver dónde iba…

Y a donde iba es a una habitación de la que tenía la llave. Así que la abrió y entró. Antes de que yo llegara, empezó a sonar música y yo me acerque con un poco de cautela, no fuera a asustarla… Abrí la puerta con mucho cuidado y me quede mirándola mientras bailaba sola. Lo hacía de maravilla, parecía una bailarina profesional…

-¿Por qué no entras y bailamos juntos? – dijo ella, que se había dado cuenta de que había abierto la puerta, aunque no sé cómo, porque cuando entre estaba de espaldas.

Yo la hice caso y empezamos a bailar poco a poco, para ir subiendo en intensidad. En un momento dado, me lance a besarla y, para mí sorpresa, ella me devolvió el beso, así que yo seguí besandola y mientras bajaba mis manos a su escote, para acariciar sus pechos mientras bailábamos.

Al cabo de un rato, la dije que se apoyara en unas cajas que había allí, la levante el vestido y la quite el sujetador, para así poder lamer sus pezones y acariciar sus pechos desnudos, primero uno y luego el otro, intercambiándolos de vez en cuando…

Poco a poco fui bajando hasta llegar a sus braguitas, que la quite para acariciar su sexo caliente, muy caliente. Cuando note que la chica se excitaba todavía más, metí un par de dedos en su coñito y note como se movía de forma muy sexy a mis movimientos con mis dedos…

Pasados unos minutos, la chica me dijo que me pusiera yo en las cajas y eso hice. Me quito los pantalones y los calzoncillos y se metió en la boca mi pene erecto, lamiéndolo poco a poco de arriba abajo y cambiando la dirección de vez en cuando, para acabar metiéndosele hasta el fondo cuatro o cinco veces…

Después de hacer eso, se puso encima de mí y se penetró de espaldas a mí, para que viera como botaban sus tetas mientras subía y bajaba encima de mi pene en un espejo que había en la pared de enfrente. A la vez que miraba, de vez en cuando acariciaba su coñito mojadito, lo que chica agradecía susurrando de placer…

Al cabo de un tiempo, la dije que se apoyara en las cajas, que le quería penetrar por detrás. Ella lo hizo así y yo cumplí mi palabra, mientras que la acariciaba las tetas desde detrás con mis dos manos, para después acariciar su abdomen y la zona del cuello y volver a sus pechos…

-¡¡¡Si, si, sí. Sigue, sigue, sigue…!!! –gritaba de vez en cuando la chica.

Yo seguía penetrándola por detrás y la dije que si podía correrme en sus tetas, a lo que la chica dijo que sí. Así que se dio la vuelta, se juntó las tetas y yo metí mi pene en medio, mientras lo movía arriba y abajo, arriba y abajo... hasta que me corrí en uno de los movimientos hacia abajo. Note que ella se había corrido hacía poco y la volví a besar unas cuantas veces, besos que ella me devolvió.


Al cabo de un rato, nos vestimos y yo me asome a la puerta, para decirla que podía acercarse al baño a limpiarse. Ella me lo agradeció con otro beso y, ya en la puerta del baño, yo la di otro. Durante el resto de la boda, nos estuvimos tirando miradas cómplices y, cuando ya nos íbamos, al despedirnos nos intercambiamos nuestras direcciones y teléfonos para quedar alguna otra vez y repetir el baile…

El Aparcamiento del Corte Inglés

Suelo ir a menudo al Corte Inglés que está cerca de mí casa, porque el Departamento de Libros y Videos suele estar muy bien surtido. Pues una de esas veces, aparte de que me divertí mucho mirando en esos dos lugares, vi que había una chica estupendísima rondando por allí también.

La vi varias veces y pensé que era guapísima y que no estaría mal enrollarse con ella en algún sitio. Total, que después de un largo rato decidí irme a casa y baje al aparcamiento, pero como era tarde habían cerrado la entrada por donde yo entre, así que tuve que dar un largo rodeo por el lugar, y hete aquí que volví a ver al bombón de antes, que también parecía estar buscando su coche. Con la luz que había, me pareció todavía más sexy.

Después de echarla un buen vistazo, de arriba abajo y de abajo arriba, seguí buscando mi coche y al final le encontré, pero eso sí, después de dar una gran vuelta, porque estaba donde no recordaba que estaba...

Al llegar al lado del vehículo, vi que el de la chica antes también andaba por allí cerca, pues la vi acercarse a uno blanco no muy lejos. Oí como arrancaba y ya no hice más caso, pero cuando iba a meter la llave en el contacto para irme yo también, paro muy cerca (pero muy cerca) otro coche y una voz muy sensual me dijo que qué hacía, y si no iba a saludarla…

-Claro que no- conteste yo, bajándome del coche y buscando la voz que había hablado…

Cuando la encontré, vi que era el bombón que había visto antes buscando su coche. La salude muy afectuosamente y ella se acercó a mí y me empujó hacia el capó de mi coche, para acto seguido empezar a besarme en el cuello y meterme la mano por debajo de la camisa y en los pantalones para acariciarme mi pene hasta ponérmelo muy, muy duro…

Entonces, cuando noto eso, se quitó los pantalones y las braguitas y se me subió encima, apoyándose en los dos coches, que estaban casi pegados (eso sí, con mucho cuidado de no caerse). Empezó a subir y bajar , a subir y bajar, a subir… mientras yo metía las manos por debajo de su camisa y acariciaba sus tetas, primero hacia arriba y luego hacia abajo…

Después de un rato, la chica volvió a besarme en todo el cuello, la cara…, mientras seguía moviéndose arriba y abajo, pero está vez rozándome con su piel la mía. Mientras, yo la acariciaba sus tetas, su precioso culo, sus muslos, su espalda… y la besaba cuando podía en toda su preciosa cara, sus labios…

Al cabo de un rato, la dije que se apoyara ella en el capo de su coche. Ella lo hizo, pero antes se quitó la camisa y el sujetador. Cuando ya estuvo apoyada en su coche, la bese en su sensuales labios y poco a poco fui bajando por su abdomen, deteniéndome en sus preciosos pechos y lamiéndola sus pezones erectos, primero uno y luego el otro, y viceversa…

Al cabo de un rato, seguí bajando por su piel muy poco a poco, mientras ella se estremecía de placer (lo notaba por los pequeños temblores cada vez que me movía por su cuerpo) hasta llegar a su coñito húmedo, en el que empecé a jugar con mi lengua hacia dentro y hacia afuera, hacia dentro y hacia afuera, a la vez que con las manos (primero una y luego la otra) acaricia sus muslos, por arriba y por debajo…

Un rato después, con dos dedos, la penetre poco a poco, poco a poco, para después hacer lo mismo con dos dedos de la otra mano hasta que note que estaba preparada para penetrarla con mi pene, así que lo hice… Primero muy despacio y luego más rápido, para de repente parar, sacarla y volver a meterla y empezar al revés, primero rápido y luego despacio…

Minutos después, la dije que se diera la vuelta y la penetre por detrás, muy despacio, muy despacio, mientras de vez en cuando la acariciaba la espalda y sus lindas nalgas, para después volver a empezar a penetrar a la chica, que se movía al son de mis movimientos…

-¡¡Oooooh, siiii. Ooooh, siiiiii!! ¡¡Dale fuerte, fuerte!! – gritaba de vez en cuando.

Cuando decía eso, yo la hacía caso, y tras agarrarla de la cintura, la penetraba con más fuerza que antes. Ahora la acariciaba los pechos, a la vez que notaba su piel acariciando la mía y sus manos en mi abdomen…

Al cabo de un rato, me dijo que parara. Yo lo hice y ella se puso en cuclillas y se metió mi pene en su boca y empezó a jugar con su lengua en él, despacio al principio y más rápido después, para de vez en cuando acariciarlo con sus manos y simplemente masturbarlo con una u otra, hasta que consiguió que me corriera. Cuando noto que eso iba a suceder, lo apunto hacía sus tetas para que mi semen cayera en ellas…


Cuando todo terminó (por cierto, cuando se estaba vistiendo me di cuenta que tenía un tatuaje en un muslo y cerca de un hombro…) y se hubo limpiado con unas servilletas que la preste, nos vestimos y, mientras descansábamos, nos intercambiamos los teléfonos y comentamos que nuestros coches eran muy molones y que cosas se podían cambiar en ellos, hasta que al final nos despedimos y nos fuimos a nuestras casas, yo pensado en el bombón con el que acababa de estar y creyendo que ella también pensaría en mí…

Las hermanas

Cerca de mi casa había otra urbanización a la que iba mucho, porque allí vivían varios familiares míos. Un día me fije en que estaban haciendo una mudanza dos chicas y me ofrecí a ayudarlas, antes de ir a ver a mis parientes. Entre mueble y mueble, me dijeron que eran hermanas y que venían del sur, de Andalucía. Yo pensé que algunos se quedaron muy decepcionados, porque las dos estaban más que buenas, estaban buenísimas y además eran muy simpáticas…

Total, que acabamos la mudanza y yo fui a ver a mis parientes. Pero la siguiente vez que volví, más o menos mes y medio después, mis parientes no estaban en casa y me dije, porque no voy a visitar a ese par de bombones sureños. Y allí que fui…

Cuando llegué, llamé a la puerta y me abrió la pequeña de las dos hermanas (_____ se llamaba), diciéndome que la otra había ido a hacer unas compras. Cuando entraba, me fije en que estaba especialmente sexy, con unos pantaloncitos cortos y una camiseta que dejaba ver que no llevaba sujetador. Esa visión me provoco un calentón, porque la chica estaba buenísima, pero conseguí disimularlo y entre. Me ofreció tomar algo y la dije que una fanta naranja. Ella dijo que tomaría otra, así que fue a la cocina a buscarlas. Yo me senté en el sofá del salón (donde me había dicho ella, por cierto) y la espere.

Pero cuando volvió, no traía las bebidas, lo que no traía era camiseta. Madre mía, que pechos más bellos tenía. Yo pegue un respingo en el asiento y dije que estaba guapísima y ella se me acerco, me hizo sentar otra vez y se sentó encima de mi…

Lo que yo aproveche para acariciar y lamer sus preciosos pechos poco a poco, primero con las dos manos y luego haciendo círculos alrededor de ellos, mientras ella me acariciaba el pelo y el cuello con sus manos para ir bajando hacia los botones de la camisa, que  me quitó para acariciar mi pecho y lamer con su lengua mi piel poco a poco, mientras yo seguía acariciando sus pechos, subiendo de vez en cuando hacia su cuello…

La chica siguió bajando hacia mi entrepierna y cuando llegó, me quitó los pantalones y empezó a lamer mi pene con su lengua, primero poco a poco y después más rápido, para después volver a empezar despacio e ir aumentando la velocidad…

Mientras la chica seguía lamiéndome el pene, en un momento dado y de repente, a mí me pareció que se abría la puerta, pero como en un rato no pasó nada, pues pensé que sería algún ruido de la calle y lo olvide, concentrándome en la estupenda chica que tenía encima…

…Que seguía lamiéndome el pene de una manera que me ponía cada vez más caliente. Unos minutos después, se quitó los pantaloncitos que llevaba y se metió mi pene en su coñito húmedo, para empezar a moverse arriba y abajo, arriba y abajo. Yo estaba en la gloria, cuando noto que me tocan la cabeza. Miró hacía arriba y es la otra hermana totalmente desnuda (otra preciosidad, de nombre _____). Yo la dije que me besara y ella lo hizo, mientras su hermana seguía encima de mí. La chica besaba de cine, y mientras lo hacía aproveche para extender mis manos hacia sus pechos y acariciarlos como hice un rato antes con los de su hermana.

Unos minutos después, la dije que pusiera su coñito en mi boca para lamérselo y acariciarlo con mi lengua y ella así lo hizo. Mientras, su hermana la besaba una y otra vez, mientras no dejaba de subir y bajar encima de mi pene…

El coñito de la hermana que llegó más tarde estaba deliciosamente cálido y yo con mi lengua lo acariciaba de arriba abajo y de abajo arriba, para después, con dos dedos, penetrarla muy despacio, sacarlos y volver a penetrarla…

Unos minutos después, las chicas cambiaron sus posiciones y la que había llegado tarde pasó a estar sobre mi pene y la que estaba en casa pasó a tener su coñito (con el sabor de mi pene en el) en mi boca, para así estar unos minutos más…

Después, una se tendió en el sofá boca arriba y la otra empezó a lamerla su coñito, mientras yo penetraba por detrás a esta última, moviéndonos todos en un coro rítmico que hacía que la temperatura de la habitación subiera poco a poco…

-¡¡Si, si, si, más fuerte!! – gritaba a la que me estaba follando.

-¡¡Cállate y sigue!! – decía la otra hermana, empujando a la chica hacia su sexo…

Cada uno hacíamos caso a la que teníamos que hacérselo, así que yo la daba más fuerte y la chica hundía su lengua en el sexo de su hermana con devoción. En un momento dado, cambiamos las posiciones y la que estaba tumbada pasó a ser la que fue follada por mi (tumbada boca arriba) y la que yo me estaba follando pasó a tener su coñito en la boca de su hermana, pero erguida encima de su boca…

-¡¡Mmmmmmmmmmmmmm!! – coincidieron en gritar casi a la vez las dos hermanas.

Al rato, una se puso boca abajo en el sofá, apoyada en la parte de arriba del mueble y la otra se sentó boca arriba. En esa posición, mientras penetraba a una, acariciaba el coñito de la otra y al revés, cuando penetraba a la otra, acariciaba los pechos y el coñito de la primera por turnos. Al cabo de un rato, cambiaron de posición, pero yo no de situación, así que seguí haciendo lo mismo con ellas, mientras notaba que las dos se iban calentando cada vez más, lo que hacía que yo también tuviera la temperatura muy alta…

Pasados unos minutos, me dijeron que me apoyara en la pared y, por turnos, me empezaron a lamer otra vez el pene, para a veces hacerlo las dos a la vez. De vez en cuando, se la metían en la boca las dos a la vez…

Así estuvieron un rato, hasta que consiguieron que me corriera en sus preciosas tetas, pero aun así siguieron lamiendo y acariciando con sus lenguas mi pene, hasta que quedo bien limpio de semen… En estas, note que ellas también se corrían, pues un estremecimiento les recorrió el cuerpo por unos instantes, antes de que todos quedáramos relajados.


Cuando recuperamos el aliento, nos vestimos poco a poco y la más pequeña fue a buscar unas bebidas, que tomamos en animada charla, hasta que nos despedimos, quedando para otro día y repetir la experiencia… o solo con una de las dos, me dijeron. Tengo que reconocer que a mí me deba igual, porque las dos estaban igual de buenas y eran igual de bellas.

La chica del kiosko

LA CHICA DEL KIOSCO/LAS CHICAS DE LA LOTERIA

En mi pueblo, casi nunca hubo un quiosco para vender la prensa/lotería, pero de un tiempo a esta parte, pusieron uno, aunque cambió pronto de dueño. No voy mucho, pero cuando voy siempre da la casualidad de que hay una chica hispanoamericana de muy buen ver, la verdad… (también puede ser una chica española joven, morena, muy sexy u otras tres chicas, una morena bajita, una rubita con gafas u otra morena más mayor... -todas se incluyen de aquí en adelante en el relato-).

Uno de los días que fui, la chica tenía una camiseta de esas que siempre dejan un botón abierto cerca del cuello y vi que tenía unas tetillas muy ricas. No sé si ella se dio cuenta o no, pero siempre que iba la miraba el escote, a ver si volvía a ver esas preciosas tetas. Un día note que era ella la que me miraba distinto, pero no supe cómo interpretarlo… Total, que me fui, pero cuando volvía notaba que ella se desabrochaba el botón de arriba cada vez que me veía entrar (pienso que ella creía que no me daba cuenta, pero sí, me daba cuenta…).

Un día, cuando entre en el quiosco no había nadie en el mostrador, pero oí que estaban en la trastienda. Cogí lo que había ido a buscar y espere a que quien fuera saliera. De repente, se oyó una voz (era la chica que siempre estaba cuando yo iba) desde la trastienda que decía sí podía entrar a ayudarla, que tenía que sacar una caja muy pesada y ella sola no podía.

-Claro. Ahora voy – conteste. Y me encamine hacía la puerta…

Y al llegar a ella, la vi agachada hacia ella empujando la caja… Madre mía, que visión más bella. Llevaba una camiseta que dejaba ver su precioso escote y unas tetillas que impresionaban de bonitas. Creo que se dio cuenta de que la miraba, porque me dijo que si estaba allí para ayudarla o para que estaba…. Yo espabile y la dije que sí, que estaba allí para ayudarla. Entre los dos sacamos la caja a la zona de ventas y yo volví a por una botella de agua a la trastienda.

Llevaba un minuto aproximadamente bebiendo de la botella, cuando noto que alguien entra en la trastienda y me empieza a acariciar el pelo, bajando por el cuello hacia el pecho, desabotonándome la camisa. Yo me intente volver para ver quién era, pero no me dejaron y siguieron acariciándome el pecho, a la ve que iban bajando hasta llegar a la entrepierna, cuando note que me abrían el pantalón y me bajaban los calzoncillos, a la vez que se ponía delante de mí…

Y ahora es cuando vi a la persona que me estaba haciendo pasar tan buen rato. Era la chica del quiosco, que al final había decidido pasar a la acción.

Al ponerse delante de mí, me agarró el pene y se lo metió en la boca mientras yo la acariciaba el pelo y su bella cara. Ella jugaba con mi pene arriba y abajo, arriba y abajo, para de vez en cuando masturbarlo con una mano y luego con la otra, para después volver a empezar a chuparlo y jugar con su lengua en la punta…

Al cabo de un rato, se levantó, se quitó la camiseta y yo aproveche para empezar a acariciar sus bellas tetas, para de vez en cuando lamer un pezón primero y acto seguido el otro, así poco a poco y varias veces, para después ir bajando por el abdomen de la chica hasta llegar a sus pantalones, abriendo la cremallera y quitándoselos para poder acariciar su coñito mojadito unas cuantas veces por encima de sus braguitas…

Acto seguido se las quite y con dos dedos empecé a penetrarla muy despacio, muy despacio… para después acelerar durante un rato para volver a hacerlo muy despacito…

-¡¡Mmmmmmmmmmmm, sigue, sigue, sigue…!!! – gritaba ella, dándome yo cuenta que estaba lista para la siguiente fase.

Siguiente fase que procedí a comenzar rápidamente, pues ella me dijo que la penetrara apoyada en unas cajas que había allí apiladas. Poco a poco la metí mi pene en su coñito caliente y primero muy despacito y después más rápido, para unos minutos después hacerlo al revés, primero rápido y luego despacio, en andanadas consecutivas y sucesivas.

-¡¡Si, si, siiiiiiiii!! ¡¡Dale más fuerte!! – empezó a gritar la chica.

Y la hice caso. Empecé a penetrarla más fuerte durante un largo rato, hasta que la dije que se diera la vuelta e hice lo mismo por detrás, agarrándola de la cintura para que las acometidas fueran más fuertes y tirándola del pelo de vez en cuando, porque lo pedía ella. A la vez, la acariciaba la espalda, bajando hasta su lindo culito, donde la daba un azote en una nalga y luego en la otra, para después volver a agarrarla de la cintura y acometerla otra vez, y otra vez, y otra vez…

Unos minutos después, la hice ponerse otra vez boca arriba y después de acariciarla todo el cuerpo varias veces y notar como se calentaba todavía más, la puse el pene entre sus tetas y ella se las agarró, apretándoselas para agarrarme mi pene entre ellas, y entonces yo empecé a moverme arriba y abajo, arriba y abajo, arriba y abajo… hasta que me corrí sobre ellas y empecé a besarla poco a poco en la frente, para después ir bajando por la nariz para acabar besándola varias veces en la boca, antes de ayudarla a vestirse. Ella hizo lo mismo conmigo y salimos de la trastienda, para intercambiarnos nuestros teléfonos y repetir la experiencia que acabamos de tener más veces, en casa de alguno de los dos, o en la de los dos…


Estuvimos charlando un rato, yo cogí mis compras y me fui a casa, despidiéndome de la chica con un largo beso que ella me devolvió agradablemente en la puerta del establecimiento. Cuando ya estaba un poco lejos, me volví a despedir con la mano y ella hizo el mismo gesto con una suya.

martes, 20 de enero de 2015

Despertares

Normalmente no pasaba esto en mi familia (y concretamente a mi), pero una semana del mes de diciembre del 2014 se quedó con mi madre y conmigo una amiga realmente guapa y sexy, una amiga a la que siempre me hubiera gustado tirar los tejos, pero nunca me había atrevido porque tiendo a ser tímido en ese sentido…

Total, que la chica se tuvo que quedar con nosotros porque su casa la tenían que pintar (la causa fue que el vecino de arriba tuvo una fuga de agua, según nos dijo) y sus padres no estaban en disponibilidad de poder dejarla su antiguo cuarto, porque estaban haciendo obras en su casa (ya es casualidad que se junten las dos cosas, pero a veces pasa, oye…). Total, que nos pidió si podíamos acogerla unos días y dijimos que sí, claro que si…

Así que se vino para nuestra casa y estuvo alrededor de dos semanas. Cada día yo subía a despertarla como me dijo que quería que hiciéramos, con lo que pude ver muchas veces su espléndido cuerpazo en ropa interior, que lo hacía mejor si eso era posible. Me da a mí la impresión de que la chica se dio cuenta de que me gustaba, porque le pille sonriéndose de manera lasciva varias veces.

Al final de las dos semanas que estuvo en casa, mi madre se tuvo que ir a cuidar a mi abuela al hospital por una pequeña operación y nos quedamos solos los dos en casa. Esa noche, la chica me pidió que si podía dormir conmigo en la habitación de mi madre, que tenía dos camas. Yo, evidentemente, la dije que sí, porque al estar solos, quien sabía lo que podía pasar…
Pasamos la noche tranquilamente (tengo que reconocer que no esperaba que roncara, pero lo hacía…) y al despertar, a la mañana siguiente, vi que estaba destapada y que estaba bellísima y buenísima, con su ropa interior a cuadros negros y rojos…

No sé cómo me atreví, pero al levantarme empecé a acariciarla su abdomen poco a poco, y de arriba abajo… De repente, se movió y retiré la mano instintivamente, pero ella (sin abrir los ojos) me la cogió y me la acercó a sus ricos pechos. Yo empecé a acariciarlos por encima del sujetador y la chica empezó a ronronear muy suave, pero perceptiblemente…

La quite el sujetador (con la otra mano me quite la camisa del pijama) y acaricié sus pechos hasta que los pezones se la pusieron muy duros, momento en que empecé a lamérselos suavemente y muy despacio, pasando de uno a otro y vuelta a empezar…

Al cabo de un rato, empecé a bajar por su torso hasta llegar a sus braguitas, que retire muy tranquila y suavemente y comencé a acariciar su coñito mojado con mi mano, mientras acariciaba el resto de su cuerpo con la otra mano. Cambié las manos y seguí haciendo lo mismo durante un largo rato...

     -¡¡Mmmmmmmmmmm, sigue así, sigue!! – gritó al despertarse la chica.

En ese momento, me quito los pantalones del pijama (sin yo dejar de acariciarla su espléndido cuerpo) y me dijo que la penetrara, cosa que yo hice muy lentamente, para después moverme para dentro y para afuera, mientras acariciaba sus piernas y su abdomen. La chica se movía al ritmo de mis acometidas, mientras no dejaba de gemir, lo que demostraba que estaba muy caliente…

Deje de penetrarla para ponerla de lado y la volví a penetrar, pero esta vez de manera más rápida durante un rato, hasta que pare en seco y empecé otra vez más despacio, mucho más despacio, a la vez que acariciaba sus ricos pechos, que estaban cada vez más excitados, bajando hasta su coñito y volviendo a subir, repitiendo la formula varias veces…

Al cabo de un rato, la chica me dijo que quería ponerse encima, lo que la deje hacer sin problemas. Después de masturbar un poco mi pene, se lo metió en su rico coñito y empezó a moverse hacia arriba y hacia abajo, a veces muy deprisa y a veces muy despacio, mientras que yo intentaba acariciarla el abdomen, los muslos y sus preciosas tetas.

     -¡¡Oh, si, oh, si… Que dura la tienes!! – gritaba de vez en cuando.

Los dos estábamos cada vez más excitados y ella se movía de manera cada más sensual. Al cabo de un rato, paró, se descabalgó y empezó a lamerme el pene muy despacio, de arriba abajo y al revés, para después metérselo en la boca y jugar con su lengua en la punta…

Eso lo hizo durante un rato y cuando noto que iba a correrme, empezó a masturbarlo rápidamente para que la leche cayera sobre sus tetas, que estaban muy duras. A la vez, noté que ella también se corría…

Después de un rato de descanso, nos levantamos, desayunamos y cada uno se fue a sus quehaceres diarios, no sin antes quedar para cuando pudiera volver a su casa y repetir lo esa mañana en ella…

La peluquería

Normalmente, voy a cortarme el pelo cada tres meses (aprox.) a la misma peluquería de un centro comercial cercano a mi domicilio, pero en otro municipio. Siempre me han atendido muy bien y las peluquera son muy simpáticas y, sobre todo, muy guapas y sexys, sobre todo tres (dos rubias y una morena).

El día que soñé lo que voy a contar solo estaban dos, la morena y una de las rubias. La cosa es que entre en la peluquería y tuve que esperar un poco, porque había mucha gente, así que la cosa es que me atendieron el último y después de mi cerraban, porque bajaron la persiana metálica antes de atenderme. La verdad es que estaban requeteguapas, con sus uniformes de camisa rosa pelín ajustadas y pantalones negros más amplios, pero que también las hacían tener unas piernas preciosas.

Me dijeron que me sentara en el asiento de siempre para cortarme el pelo, cosa que hicieron rápidamente y de manera muy profesional, como siempre. Al mirarme en el espejo vi lo que esperaba ver y así me dijeron que pasara a la zona donde lavaban la cabeza después de cada corte…

Me senté en la silla de lavar la cabeza y la morena empezó a lavarme la cabeza. Siempre lo hacía muy bien y casi siempre llegaba a dormirme, pero hoy lo estaba haciendo mejor de lo normal y empecé a notar que me dormía antes que de costumbre…

En medio del duermevela, noté que alguien me abría la camisa y me bajaba los pantalones. Pensé que era un sueño, pero de repente desperté y vi a la chica morena que me lavaba la cabeza acariciándome el torso y a su compañera lamiéndome el pene muy despacio…
Cuando se me quito la somnolencia, pregunte que qué hacían y ellas dijeron que llevaban mucho tiempo deseando hacer lo que estaban haciendo. Yo entonces empecé a levantar la camiseta de la rubia para acariciar sus lindos pechos…

Al cabo de un rato, dije a la rubia que se sentara en la silla y la bajé los pantalones y las braguitas, para empezar a lamerla su rico coñito, mientras la morena la sustituía en mis partes bajas…

Así estuvimos un rato, hasta que la rubia le dijo a la morena que se sentara en la silla y a mí que la follara, cosa que hice tras quitarla la ropa… Mmmmmmmmm, que buena estaba con ella y sin ella…

La penetre con suavidad y me movía para delante y para atrás, muy despacio, muy despacio. Mientras, su compañera la besaba y la lamía las tetas con mucha dulzura y tranquilidad.

     -¡¡Mmmmmmmmmmmm, que bien lo haces… Sigue, dale fuerte…! – gritaba la chica.

Al cabo de un rato, yo la dije a la rubia que se apoyara en la silla, para poder penetrarla por detrás, cosa que hice, mientras la morena la hacía lo mismo que antes le había hecho ella pero, de vez en cuando, la lamía el coñito, lo que hacía que la rubia se excitara todavía más cuando la penetraba…

Mientras yo follaba a la rubia, ella se divertía con la rubia, porque veía como se besaban, se acariciaban las tetas, las piernas, los coñitos… Al cabo de un rato, vi como la morena extendía dos toallas en el suelo y se tumbaba en ellas. Nos dijo que yo la follara y a su compañera que pusiera su coñito en su boca, cosas que hicimos con mucho gusto para todos…

     -¡¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, sigue, sigue, sigue, siiiiiiiiiiii…!! – gritaba la morena a veces.

Unos minutos después, fue la rubia la que se tumbó en las toallas y la morena la que ponía el coñito en su boca y empezamos otra vez, pero con los roles cambiados…

Poco tiempo después, las dos se pusieron de pie y se apoyaron en la pared, diciendo que las penetrara alternativamente. Empecé con la morena y pase a la rubia, para volver a la morena, a la rubia y así sucesivamente durante un largo rato, mientras que ellas se besaban y se acariciaban las tetas, cosa que yo hacía con la que no estaba penetrando, notando que estaban muy calientes y con los pezones muy duros…

Cuando ya todos notamos que nos íbamos a correr, empezaron a lamerme el pene alternativamente, primero la rubia, luego la morena y a veces las dos a la vez. Cuando me corrí, lo hice en sus bocas anhelantes, teniendo la certeza que ellas también se habían corrido.

Una vez vestidos todos y descansados, vimos que todo el centro comercial estaba cerrando, así que salimos juntos al aparcamiento del mismo, y antes de despedirnos, quedamos en repetir lo de este corte de pelo cuando volviéramos a coincidir los tres otra vez otro día en la peluquería...

lunes, 12 de enero de 2015

La estación de servicio (bueno... o dos)

Estaba yo de vacaciones en una localidad del sur de España en estas últimas navidades (2014/2015) cuando, ya al terminar las mismas, fui consciente de que tenía que volver a mi patria chica del norte, así que prepare las maletas y me dispuse a recorrer los más de 1.000 kilómetros que tenía que hacer hasta estar de vuelta otra vez en mi casa, pero me plantee recorrerlos tranquilamente, sin ninguna prisa.

Así que cuando salí de mi lugar de residencia durante las vacaciones (un hotel cerca de una playa, y con una piscina preciosa) pensé en hacer unas cuantas paradas para descansar y así no forzar mi coche. En la primera, me pareció ver un coche azul que tenía como conductora a una rubia impresionante (unas tetas preciosas y del tamaño perfecto -en mi opinión-, unas piernas alucinantes… vamos, un verdadero bombón). Pero no paró en la estación de servicio tanto como yo y la perdí de vista…

Total, que volví a la carretera y no pare otra vez hasta pasados unos 300 kilómetros, un poco antes de Madrid, y allí estaba otra vez el coche azul. Mire a ver si veía a su sexy conductora pero no había ni rastro de ella.

Así que aparque y me dirigí al baño. Cuando salía, me pareció oír un ruido como del flash de una cámara fotográfica en el baño de señoras, así que como la puerta estaba entreabierta, mire adentro y allí estaba el bombón rubio del coche. Se estaba haciendo una serie de fotos en sujetador, lo que hacía que viera sus preciosas tetas mejor que la primera vez. Estaba más buena que el pan con queso la rubita y no me pude contener. Mire para todos lados y como no veía a nadie, abrí la puerta con mucho cuidado y, al descubrir que llevaba una corbata en uno de mis bolsillos, me acerque a la chica muy despacio y la tape los ojos con ella. Dio un gritito de sorpresa y empezó a intentar quitársela…

     -Tranquila, guapa, que solo voy a intentar darte lo que te mereces…- dije, con la voz más sensual que pude poner.

Ahí la chica se tranquilizó y empezó a relajarse, entendiendo que lo vendría para ella era muy bueno, momento en el que empecé a acariciar sus bellos pechos, primero uno y luego el otro durante un rato, hasta que note que la chica suspiraba de placer. Después busque el cierre del sujetador (se abría por delante) y se lo quite, para seguir acariciando sus pechos (a veces los dos a la vez) hasta que note que sus pezones se ponían muy duros, momento en que empecé a bajar por su abdomen hacía abajo muy despacio, acariciando su sedosa piel…

Baje hasta que llegue al límite de sus pantalones, donde los baje un poco y vi que llevaba unas braguitas muy sexys, que también baje un poco para poder meter la mano en su sexo y acariciarlo muy poco a poco, muy poco a poco…

A la vez, de vez en cuando, metía un par de dedos en su coñito caliente, al que notaba cada vez más ardiente…

    -¡¡Si, sigue, sigue, si…!! – chillaba de vez en cuando la chica, con una voz que decía que estaba muy caliente…

La chica, a la vez, acompasaba sus movimientos a los míos y, de repente, decidí bajarla los pantalones y las braguitas un poco más y penetrarla el bonito culito que quedo desnudo, mientras ella se apoyaba con una mano en la pared y otra en la encimera del baño. Noté como subía su calentón y yo me movía para dentro y para fuera, para dentro y para fuera, poco a poco, poco a poco, muy poco a poco…

     -¡¡Si, follamé, follamé duro…!! – chillaba la rubia de vez en cuando.

Al cabo de un rato, note que me iba a correr y pare de penetrarla, para masturbarme encima de su culito y correrme allí mismo. Después, la subí toda la ropa y la dije que esperaba verla otra vez. Ella me dijo que esperaba lo mismo, se quitó la corbata, me la dio (junto con las gracias por el rato que había pasado) y entro en uno de los servicios. Yo salí del baño y me fui al restaurante de la estación de servicio. Al cabo de unos 10 minutos, volví a mi coche y salí otra vez para mi casa, sin ver rastro de la preciosa rubia con la que había intercambiado palabras (y algo más) hacia un rato.

Pasadas unas 4 horas y unos 400 kilómetros desde lo anterior, volví a parar en otra estación de servicio y me pareció ver el coche de la chica de la anterior parada, pero no estaba seguro, así que fui a comprar unas botellas de agua, las deje en el coche y fui al baño…

Al cabo de un rato, cuando ya me iba, de repente noté como alguien me metía la mano en el bolsillo y me ponía la corbata que llevaba en el en los ojos, dejándome sin ver nada. Acto seguido, noté como me apoyaban en la encimera y me bajaban los pantalones y los calzoncillos y empezaba a acariciarme el pene hasta que se me puso bien duro. Momento en el cual se lo metió en la boca y, con la lengua, empezó a jugar con el arriba y abajo, arriba y abajo… hasta que todavía me lo puso más caliente.

De vez en cuando, paraba de chuparlo para lamerlo entero con la lengua y masturbarlo varias veces seguidas, para acto seguido volver a chuparlo durante un rato más…

Unos minutos más tarde, note como se la metía en su sexo y se movía para dentro y para afuera, para dentro y para afuera durante un largo rato, poniéndome caliente como si estuviera en el infierno, mientras notaba que ella estaba igual…

Cuando los dos nos corrimos, porque fue a la vez, la persona que me había puesto la corbata me la quitó y vi que era la chica rubia a la había follado en la anterior estación de servicio…

     -Como me hiciste disfrutar tú, ahora te hago disfrutar yo… -dijo ella, mientras se vestía.

     -Pues lo has conseguido, preciosa – la conteste yo.

Ella sonrió y nos besamos, mientras yo la metía una tarjeta que había escrito cuando la vi la primera vez con mi teléfono. Después de charlar un rato y compartir una merienda-cena nos despedimos, no sin antes decirnos que sería muy divertido repetir algún día…

Al llegar a mi coche, saque la corbata del bolsillo y descubrí que la chica había hecho lo mismo que yo, meterme una tarjeta en el bolsillo…

miércoles, 7 de enero de 2015

Reseña Página Web Laurita Showcam

Este artículo es para reseñar la página de una morenaza impresionante, Laurita, la cual tiene un cuerpazo y una simpatía impresionantes, aunque (si ella me permite) me quedo con sus bellas tetas. La página está estructurada en diversas subpáginas y un faldón final, que en general hace que sea muy, muy interesante.


En la parte de arriba, además de una caricatura muy cachonda y muy bien hecha, está el enlace a la web cam de Laurita y un faldón donde están tres de las características de la página, el “blog Laurita” (donde la autora pone las anécdotas que le suceden o que le parecen más curiosas), el “blog gamer” (donde habla de sus experiencias como jugadora de videojuegos) y el “videochat porno” (donde está la entrada para el resto de chicaswebscamers que trabajan con ella). Está parte superior termina con un botón para que sigas a la belleza de Laurita en Twitter.

Luego viene la parte central, donde Laurita pone sus fotos y noticias más sexys, ampliando las que puedes si pinchas en los botones de la parte superior (divididas en dos partes, “mis fotos sexys y videos en Diario Webcamer” y “Mis fotos sexys y videos en “Hablemos de Videojuegos”), además de las fotos que le dedican sus amigas webcamers y fotos y videos de chicas famosas en la red Internet, que ella misma busca y coloca en esta sección.

Y para terminar, en el faldón final, una información sobre la autora de la página y un enlace para inscribirte como webcamer si quieres trabajar con ella, donde te explica lo que es ser chica web cam y lo que puedes esperar de dicho trabajo, tanto en sueldo como en experiencias vitales.
Además de todo lo anterior hay, en la parte derecha de la página, la función de buscar algo directamente en la web, sin navegar por toda ella, la información sobre si está conectada o no la bella Laurita y una serie de botones para ir con más rapidez a las secciones de esta página: “Quien soy y que hago por aquí!”, “Mis videos más sexys”, “Diseño web xxx” (donde está un enlace a un diseñador de páginas webs para adultos), “Mis anécdotas cachondas”, “Dibujos porno” (donde existe una selección de dibujos de alto contenido erótico), “Lo Más! En LauritaShowcam” (donde están los contenidos más vistos), “Actrices porno” (fotos y videos), un enlace a las webcams de Cumlouder y un formulario de contacto para que la preguntes lo que quieras.

Además, tiene una página donde te enseña como tienes que trabajar si quieres ser web camer y las normas que tienes que seguir para ello. La página es esta: www.serwebcamer.com. Además, hay una descripción de los servicios que se ofrecen en las páginas que regenta nuestro bombón moreno Laurita, que complementa las explicaciones que da en su página personal y de las que ya hay cumplida información más arriba.

En resumen, se trata de una página de lo más recomendable si lo que quieres es ver bellezas en acción por sus web cams, además de videos y fotos subidos de tono. Pero lo más destacable de la página es su autora, una morenaza llamada Laurita, que la lleva con mucha sabiduría, sin puntos flacos ni fallos reseñables. Todo esto hace de la página un festín visual y carnal.