Un blog donde hablar de sexo (ya digo que me pirran las pelirrojas y que la parte que mas me gusta del cuerpo femenino son las tetas y a veces los ojos o las piernas). Pondre sueños eróticos en relatos picantes, muy picantes. También me encanta la fotografía en todas sus modalidades. Doy las gracias a Diosa Isis por sugerirme crear este blog (su twitter: @Diosa__Isis, @Diosa__Isis1. Es super guapa, mega simpatica e hiper sexy). Saludos a tod@s mis lector@s (aunque sean pocos o ninguno, jejejeje)
jueves, 20 de diciembre de 2012
Esta vez es uno real
-----/////-----FIESTA
PRESENCIAL-----/////-----
Estaba pensando si sería bueno
dejar de contar por una vez sueños y contar una situación real que me paso no
hace mucho. Lo he pensado mucho, después de hacerlo (quizá demasiado tiempo),
he decidido que sí, que voy a contar una experiencia real y que si no s gusta,
la quito y en paz, mis lectoras, jejejejejeje.
Estábamos un grupo de amigos en casa de
uno de nosotros, en el pueblo vecino del mío. La verdad es que estábamos viendo
el partido que daban ese día por la tele, cuando llaman a la puerta. Me levanto
a abrir y es otro amigo, que entra y nos dice que le han invitado a una fiesta
de otro amigo común y que este le había dicho que nos lo dijera, por si nos
interesaba ir. Todos dijeron que no, que el partido estaba en su máximo apogeo
y que no les interesaba perdérselo. Pero yo dije que sí y me fui con el chico
que vino a avisarnos. Como no estaba lejos, cogí mi chaqueta y nos fuimos
andando tranquilamente.
Cuando llegamos, nos recibió el anfitrión
y pasamos al salón de su casa, donde había mucha gente. A algunos los conocía y
a otros no los había visto nunca. Entre estos últimos había una chica de fuera,
quizá cubana o dominicana, que era preciosa y parecía muy simpática, además de
estar más buena que el pan con queso (esto lo decía mucho mi padre, jejejeje).
Estuve observándola un rato y no solo yo, porque note que había más gente que
no la quitaba ojo de encima… y no solo hombres, la verdad.
-Oye, amigo, ¿quién es esa chica que parece
extranjera? – pregunte a mi amigo.
-Una amiga de _____, creo. Me parece que
es cubana, pero no estoy seguro – respondió mi amigo.
En ese momento, llamaron a mi amigo y la
chica salió de la habitación, así que me acerque a otro de los grupos que había
formados y allí estuve durante un buen rato, sin dejar de mirar de vez en
cuando a ver si volvía la chica cubana… pero no volvió.
Todo el tiempo que estuve allí pensé en la
chica cubana, pero ya estaba aburriéndome, porque llevaba mucho tiempo allí.
Total, que al cabo de dos o tres horas empecé a pensar que era hora de irse.
Así que empecé a buscar mi chaqueta. Recordé que estaba en la entrada, así que
hacia allí me dirigí. Al salir al pasillo, vi que a ambos lados había varias
puertas, cosa que no había visto al entrar. Me dirigí a la puerta de entrada,
pero no llegue. Al pasar por una puerta del centro del pasillo más o menos (eso
lo mire después de lo que voy a contar ahora), note como una mano me arrastraba
a la habitación y una vez allí me tiraba sobre la cama.
En lo que me dio tiempo a mirar, logre
distinguir que la habitación era blanca, con el suelo marrón de un material que
no enfriaba los pies, que la cama estaba a la izquierda de la misma, en
posición horizontal… y nada más. Porque note como me bajaban los pantalones y
los calzoncillos y me empezaban a chupar el pene de una forma muy sexy. Se lo
metió en la boca y con la punta de la lengua jugo con la punta de mi polla
durante unos minutos, hasta que procedió a metérsela hasta el fondo una y otra
vez, una y otra vez… y yo excitándome cada vez más, un poco por la mamada y
otro poco por no saber quién me la hacía.
Unos minutos después de estos
pensamientos, la dije que se tumbara y la penetre fuertemente, tras ponerme un
condón que ella me tendió. Ella gimió y fue ahí cuando descubrí quien era. Era
la cubanita que nadie podía dejar de mirar. Tenía un cuerpo estupendo y unas
tetas de vicio, así que mientras la follaba se las lamía, primero una y luego
la otra. A veces paraba para lamerlas más cuidadosamente, pero después volvía a
empezar a penetrarla más velozmente.
Ella gemía cada vez más alto cada vez.
-¡¡Siiii, siiiiii, siiiii. Maaaaas, maaaaas…
dale más fuerte!!
Y yo la hacía caso. La daba más fuerte. Al
cabo de un rato, la dije que se apoyara en la pared para follarla por detrás y
ella lo hizo. Empecé a penetrarla por detrás poco a poco, poco a poco. Ella
gritaba y gritaba… pero resultó que los tacones eran inestables y se rompieron,
cayendo los dos al suelo. Después de mirarnos con una sonrisa pícara, ella
eligió que me sentara en la cama y ella se subió encima de mí para saltar con
mi polla dentro, primero poco a poco y después más rápido, para enseguida
detenerse y volver a empezar, para al cabo de un rato volver a detenerse y
volver a comenzar poco a poco… hasta que ella noto que me corría dentro del
preservativo y empezó a saltar más fuerte hasta que lo hice. Ella se bajó y
note que también se había corrido.
Tras ayudarla a vestirse, ella hizo lo
mismo conmigo y me dijo su nombre (_____ creo recordar). Después salimos de la
habitación y la acompañe a su coche. Entonces me dio una tarjeta, se despidió y
se fue. Yo fui andando a mi casa y al llegar vi que en la tarjeta ponía que le
encantaría repetirlo todo, incluso las horas de miradas indiscretas…
viernes, 14 de diciembre de 2012
La Cocina y el Vibrador (Relato Corto)
Querid@s lectoras, esta vez el relato no esta exactamente aqui, sino en el magnifico blog de
Después de leer el relato, no perdais la ocación de echarle un vistazo al blog en su totalidad, que esta muy, muy bien ;) ;)
Y si no quereis ir al blog de mi sexy amiga, lo podeis leer aqui debajo
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Estaba llegando a mi casa y entrando con
el coche al garaje de mi urbanización, cuando noto que detrás de mí entra otro
coche. Como gira a la izquierda y yo me iba a la derecha, pues le perdí la
pista, pero cuando yo llegaba a la puerta del ascensor de mi portal, resulto
que era mi vecina de abajo, que tenía la plaza de garaje en la otra zona. Venía
muy cargada, así que me ofrecí a ayudarla, cogiéndola tres de los cinco bolsas.
Era una chica morena, con una melena corta muy bonita, guapa, con unas piernas
impresionantes… Una chica muy sexy.
Llegamos a su casa, como digo un piso por
debajo de la mía y la chica me pidió que dejara las bolsas en la cocina. Una
vez allí, me fije que había algo raro colgado entre los utensilios de cocina…
Pero como tenía que dejar las bolsas no me fije como para identificarlo. Una
vez que deje las bolsas, ya me fije más en ello y resulto que era… ¡¡un
vibrador!!
Viendo que la chica no venía, lo cogí y lo
mire más de cerca, porque nunca había visto uno colgado como estaba aquel. Me
debí quedar mirándolo demasiado, porque al cabo de un rato oí una risita entre
nerviosa y sexy… Me volví y allí estaba mi vecina.
-Perdón, amiga, pero nunca había visto uno
colgado ahí y no he podido resistirme… - decía, mientras dejaba el utensilio en
su sitio.
-¿Perdón por qué? Has visto algo y lo has
cogido sin ningún otro motivo que verlo, ¿no? - dijo ella, acercándose un poco
más y cogiendo su vibrador.
Al cogerlo, se lo metió en la boca como si
fuera una polla de verdad y empezó a lamerlo de una manera sexy, para dentro y
para fuera, para dentro y para fuera... De vez en cuando, lamia solo la
puntita, otras veces pasaba su lengua por toda la extensión del aparato y otras
se lo metía hasta el fondo, dándole vueltas en la boca muy despacito. Yo veía
como jugaba con la lengua en la punta del mismo y notaba como su equivalente en
mi anatomía se revolvía inquieto…
Al cabo de un rato, me dio el aparato y se bajó
el pantalón corto que llevaba, dejando al aire su coñito caliente, pues no
llevaba ni bragas ni tanga. Yo entendí la indirecta (o la directa, según se
mire…) y se lo metí como si la follara de verdad y empecé a moverlo para dentro
y para fuera, para dentro y para fuera… Ella se apoyó en la encimera y yo seguí
penetrándola con el vibrador durante un rato, a veces muy despacio y otras más
rápido. También la golpeaba con la puntita en el ídem de su coñito… Ella gemía
de placer cada vez más fuerte y al final se corrió (como hice yo aunque no
fuera mi polla la que hubiera hecho todo el trabajo). Se subió el pantalón
corto, se sentó en una silla y me dio las gracias por el buen rato que la había
hecho pasar. Además me invitó a un refresco mientras hablábamos de distintos temas
y al cabo de unas dos horas más o menos, yo me fui a mi casa. Cuando cerraba la
puerta de mi vecina, creí oír que decía que había que repetirlo.
lunes, 10 de diciembre de 2012
Ataque Zombi
Querid@s lectoras, esta vez el relato no esta exactamente aqui, sino en el magnifico blog de @Becaria_, aqui: Zombies, terror y sexo
Después de leer el relato, no perdais la ocación de echarle un vistazo al blog en su totalidad, que esta muy, muy bien ;) ;)
Después de leer el relato, no perdais la ocación de echarle un vistazo al blog en su totalidad, que esta muy, muy bien ;) ;)
miércoles, 5 de diciembre de 2012
Caperucita Feroz
Era un día feliz en el bosque por el
radiante sol que entraba por la entrada de la cueva donde vivía el lobo mas
feroz del lugar, cuando este decidió salir a dar una vuelta por los alrededores
de la cavidad. Cuando llegaba al principio de la cueva, vio pasar una sombra
caminando tranquilamente hacia el sur. Intrigado de quien podía ser esa sombra,
ya que nunca nadie pasaba por allí, muy sigilosamente fue detrás de ella para
comprobar quien era y a donde se dirigía, porque casa por allí no había ninguna
en casi cinco kilómetros a la redonda.
Después de un rato de no saber donde
estaba la sombra, porque tenia que ir con mucho cuidado para no avisarla de que
iba detrás de ella, la vio otra vez y se acercó todavía mas para verla mejor.
Cuando por fin la tuvo delante de su vista, se quedo impresiónado, porque lo
que vio todavía era mas raro. Era una mujer vestida de rojo y con una cestita
de mimbre en la mano. Era la primera vez que pasaba por allí un ser humano, y
este era bellísimo y muy sexy. El lobo empezó a notar que algo crecia en sus
partes bajas y en sus instintos mas primarios, porque la chica estaba mas que
buena. Así que decidio acercarse a ella.
-Hola, guapa –dijo.
La chica se sobresalto y solto un poco la
capa, dejando ver unos pechos preciosos y bien redondos a través de una
camiseta blanca con un escote muy pronunciado. Pero cuando se volvió y vio al
lobo, perdió el miedo que la invadia (porque vio lo que sin duda deseaba el
animal).
-Hola, guapo. Veo que lo se decía eras
cierto.
-¿Lo que se decía? ¿Qué se decía? –
respondió el lobo, intrigado.
-Si, que en estos bosques existía un animal
muy bien dotado – aclaro la chica.
-Pero si nunca nadie me ha visto ni yo he
visto nunca a nadie – dijo el lobo, viendo que la chica se ponía mas cachonda y
el también.
-Ya, pero la gente es como es, ya sabes…
-hablo la chica, acercándose al lobo y cogiendo en sus manos el miembro del
mismo.
Y empezó a acariciarlo hasta que noto que
se ponía bien duro, momento en el que se agacho y se lo metio en la boca.
Comenzó a chuparlo por la punta, muy
despacio, con su lengua, para después ir bajando poco a poco por toda la extensión
del pene, mientras el lobo se excitaba mas y mas. Volvio a metérselo otra vez
entero en la boca y con movimiento sostenido lo metia y sacaba de su boca,
mientras el lobo la acariciaba sus preciosas tetas con sus garras, haciéndola
entras mucho mas en calor.
Al cabo de un rato de estar con esos
movimientos, el lobo hizo que la chica se levantara, se apoyara con sus manos en
un árbol y la penetro fuertemente por detras, haciendo que la chica gritara de
placer una y otra vez con las embestidas del animal, que seguía unos rítmicos
movimientos dentro-fuera, dentro fuera… La chica estaba muy caliente y deseando
que la follaran bien, pero que bien follada.
-¡¡Siii, siiii, siiiii… sigue asi, sigue
asi… mas fuerte, follame mas fuerte!!
Y el lobo asi lo hacia, imprimiendo mas
fuerza a sus penetraciones y movimientos hasta que la chica gemia y gemia de
placer, momento en el que paraba para sacar su pene y golpearlo contra su
coñito, notando que este estaba caliente a mas no poder, momento en el que volvia
a penetrarla con mas fuerza. A la vez, y de vez en cuando, lamia su espalda y
su coñito para notar la excitación de su amante…
Asi estuvieron unos minutos, hasta que la
chica dijo al lobo que se tumbara en la hierba. El lo hizo y ella se tumbo encima,saltando
sobre su polla arriba y abajo, arriba y abajo, arriba y abajo… mientras el lobo
con sus garras acariciaba sus tetas y su coñito por turnos, para poner a la
chica cachonda, cachonda…
Siguieron asi unos minutos mas, botando
una y acariaciando el otro, hasta que la chica noto que el pene del lobo
llegaba a su climax, momento en el que se bajo del mismo, lo agarro con su mano
y lo masturbo hasta que la lleno de semen sus tetas. Acto seguido lamio lo que
quedaba de leche en la polla del animal. Este la correspondió con su lengua en
su coñito excitado, lamiendo todos sus labios una y otra ve, una y otra vez…
hasta que la chica también se corrió. Se tumbaron en la hierba y descansaron un
rato.
Al cabo de un tiempo, y ya descansados,
paso algo que dejo al lobo mas estupefacto todavía. De repente empezó a notar
que se transformaba y al llegar a la casa de la abuelita de la chica, que le
dijo que se llamaba Caperucita, se miro en un espejo y vio que se había
convertido en un hombre muy apuesto, tanto que se quedo a vivir con la chica y
su abuela… Lo que vino después lo dejo a la imaginación de l@s lector@s.
sábado, 1 de diciembre de 2012
No me dejan descansar (no es un relato)
Se me han juntado en casa estos dias una amiga y una prima que no me dejan descansar. Oral, anal, vaginal, a cuatro patas... La verdad es que son insaciables, pero follan de maravilla y estaba requetebuenas, asi que la tengo todo el santo dia durisima ;) ;)
Esta mañana se han ido las chicas... eso si, bien, bien folladas ;) ;)
Esta mañana se han ido las chicas... eso si, bien, bien folladas ;) ;)
viernes, 8 de junio de 2012
Mi Amiga (no es un relato)
Me ha costado una semana ponerme a escribir esto. Porque la cosa fue muy caliente y todavia no lo he superado del todo, ejjeejeje. Bueno, vamos a ello. Estaba yo el jueves pasado en un cajero automatico de mi banco, cerca de la estación del tren de la capital de mi municipio. En ese momento llego un tren y se bajaron varias personas. Vuelvo la cabeza y veo entre ellas a una amiga mia. Aqui fue donde me dio un vuelco el corazón y se me subio otra cosa... Iba vestida de una manera tan sexy que no me explico como no me corri alli mismo. Llevaba un vestido rosa no ceñido del todo, pero casi. Le llegaba hasta un poco por encima de las rodillas, dejando ver unas piernas preciosas y bien morenas. Las tetas si que iban marcadas. Vamos, que estaba mas buena que el pan del dia. No comprendo como consegui aguantarme y no levantarla el vestido alli mismo y follarla delante de todo el mundo, en la calle misma. Ademas habia un banco de los de sentarse cerca. La cosa estaba mejor imposible, pero... ¿Creen, ustedes, lectores mios, que hubieramos acabado los dos en la carcel, eso si, relajados totalmente, jejejejeje?
viernes, 25 de mayo de 2012
El Dentista
ANTECEDENTES: El jueves 10-5-2012 fui al dentista a que me
sacaran una muela y los hechos relatados en este relato sucedieron esa misma
noche, soñándolos todos seguidos.
Yo
tenía dolores en la boca y me mira a un espejo y descubrí que tenía una muela
con problemas. Así que fui al dentista y dijo que la mencionada muela estaba
careada y que había que sacarla, pero que como parecía que tenía una infección
bastante gorda, que tomara antibióticos ocho días y me dio cita para doce días
después.
Al
volver a casa, me encontré con una nueva vecina y vi que estaba buenísima, unas
tetas de impresión, un culazo perfecto, un pelo negro precioso hasta los
hombros… vamos, una mujer de bandera.
-Hola, soy _____, su vecino de arriba –dije
yo, presentándome.
-Soy _____. Gracias – respondió ella.
-Lo que necesites, subes y me lo pides –
volví a decir yo.
-Gracias, vecino – dijo _____.
Y
entramos los dos en el ascensor, subiendo ella al segundo piso y yo al tercero,
que es donde vivo. Estuve un par de días pensando en _____. La volví a ver en
una fiesta que se hizo en la comunidad. Estaba preciosa y yo tenía la necesidad
de no levantarme mucho, porque se notaría que mi polla estaba muy dura por lo
buena que estaba la chica. Además, cuando se agachaba enseñaba las tetas,
cuando se levantaba sus piernas y su culito… vamos, que me ponía la chica…
Termino
la fiesta y todos los vecinos nos fuimos a nuestras casas. Yo subí en el
ascensor con una vecina de la planta y con la chica que me ponia dura. La cosa
ya era una cosa a punto de estallar. Llegamos a nuestra planta y yo entre en mi
casa y tuve que masturbarme porque ni podía más, iba a estallar… y todo por la
tía buena de mi vecina de abajo… aunque por su cuerpazo se lo merecía (y
también algo más, jejejejejejeje… pero eso era mas difícil, jejejeje).
Al cabo
de unos días (diez, para ser exactos) de esto, tuve que ir a la cita del
dentista, donde me sacaron la muela y me curaron la infección. La enfermera me
recordó a mi vecina y eso en el viaje de vuelta me puso mas cachondo que de
costumbre. Cuando llegue a casa aparque el coche en el garaje y subi en el
ascensor hasta mi planta. Al salir del mismo, cual fue mi sorpresa que me
encontré con el objeto de mis pensamientos llamando a mi puerta. Pense que
queria pedirme algo, como azucar, sal, etc. (cosas de las peliculas, jejjejejeje).
-¿Qué tal, vecina? – pregunte, mientras
abria la puerta.
-Bien, bien. Necesitaría comentarte una
cosilla, jejejejeje – dijo ella. La indique que pasara y se sentara en la
cocina, todo ello en el mismo gesto.
-¿Quieres tomar algo? – pregunte mientras me
sentaba a su lado. Llevaba un vestido consistente en un top blanco ajustado y
una faldita corta roja que marcaba su figura como la primera vez que la vi.
Estaba requetebuenísima.
-No, de momento no – dijo ella, con una
sonrisa picarona que me dejo perplejo. Creo que se dio cuenta.
-Bueno, ¿y de que querias hablarme? – dije,
tras un rato de charla intrascendente sobre de donde era, que la había decidido
a trasladarse allí…
Pero, en vez de contestarme, me plantó un
beso en la boca, que yo la devolví encantado, al verdad, porque había pensado
en ello varias veces. En ese momento intuí de que quería hablarme… y ella
también se dio cuenta.
-¿Lo entiendes ahora? Me has puesto desde el
primer día que te vi...
-Pues has tardado en decírmelo, jejejejeje –
repondí mientras la metia la mano por el top para levantarselo y acariciar sus
preciosas y estupendas tetas.
Ella se
tendió un poco en la silla para que pudiera pasar mi lengua (se me habia
olvidado que tenia una muela recién extraida) por sus tetas, a la vez que
bajaba las manos a su coñito. Ambos movimientos combinados hicieron que la
chica empezara a calentarse…
-Mmmmmm, que bien lo haces… Que manos tienes
– gritaba ella de vez en cuando.
Al cabo
de un rato, la dije que se pusiera de pie y que se apoyara en la encimera. Ella
asi lo hizo y yo la penetre por detrás, empezando con un movimiento
dentro-fuera que la ponía muy caliente y muy cachonda. A la vez, con una mano
la masajeaba la parte de arriba de su coñito.
-Mmmmmm, sigue, sigue… me encanta que me
follen de pie – gemia de vez en cuando.
La dije
que se cambiara de postura, mientras la quitaba la faldita y la penetre por
delante, mientras volvía a lamerla las tetas. El movimiento tenía a la chica muy
caliente, como note cuando baje mi mano a su conito para majajearselo otra vez
y que se alcanzara el punto de ebullición en los dos a la vez. Ella, apoyada en
la encimera, se tendia para atrás y para adelante según quería que mi polla
entrara mas adentro o se quedara mas afuera.
-¡¡¡Si, si, si…!!! Que bien lo haces… Sigue
follandome, cielo – gritaba mientras se acariciaba las tetas con sus manos y se
lamia los pezones con su lengua de vez en cuando.
Al
pasar unos minutos, me dijo al oído que me apoyara yo en la encimera y así lo
hice. Se agacho y empezó a chuparme la polla con su linda boquita. La lengua de
la chica hacia maravillas con mi sexo, lo que me le ponía a mil… y a mi a dos
mil. Subia y bajaba, subia y bajaba, subia y bajaba. ¡¡Joer, que bien lo
hacia!! Unas veces se la tragaba entera, otras solo la puntita, otras veces
hasta la mitad… Otro rato hacia dar vueltas a su mano por toda la extensión
erecta de mi polla, aparte de acariciar la bolsa de los testículos con sus
manos y con su boca a veces.
Al cabo
de un rato nostamos que nos corríamos y yo me masturbe para acabar sobre sus
tetas y ella paso sus manos por su coñito mojado y sus tetas hacia su boca,
para lamerse los dedos de una manera sensual, muy sensual…
Nos
volvimos a sentar en las sillas de la cocina y hablamos sobre todos los temas
habidos y por haber. Al cabo de unas horas, volvió a su piso y prometió volver
a subir… Yo la dije que igual bajaba yo antes, jejejeje. La despedi en la
puerta tirándola un beso mientras bajaba por la escalera y me meti en mi casa,
para ducharme y descansar, recordando lo sucedido esa tarde.
lunes, 21 de mayo de 2012
El Gimnasio
Estoy suscrito
a un gimnasio cerca de mi casa y voy todos los miércoles y los viernes a hacer
unos ejercicios para mantenerme en forma. Después de ir todos los días
mencionados durante un par de meses, sin que hubiera nadie en un despachito que
existe en la parte izquierda de la recepción, al fondo de la misma, de repente
un día vi aparecer a una chica muy guapa y que estaba buenísima. Al cruzarse
conmigo la salude y ella me devolvió el saludo. Entonces vi en ella una sonrisa
preciosa. Cuando se fue hacia la planta de arriba insinuó unas piernas bellísimas
y un culito respingón muy bien formado.
Desde entonces, cuando entraba en el edificio (que también es el polideportivo del pueblo) miraba hacia la puerta del despachito a ver si veía a la chica. Unas veces estaba y otras no, porque su trabajo era el de RR.PP. (lo ponía en una placa en la puerta) y esto la llevaba a ir a otros gimnasios, a resolver problemas fuera del edificio, conversar con clientes en su despacho sin salir de él, etc., etc., etc. La verdad es que iba más a gusto desde que descubrí que estaba ella, porque hacia el ejercicio pensado en ella… y en alguna otra cosa con ella, jejeejejeje.
Total, que así fueron pasaron los días, cruzándonos en la entrada y saludándonos, yo intentando disimular una sonrisa picarona cada vez que me cruzaba con ella y ella me dio la impresión de que también pensaba en algo más cada vez que nos cruzábamos en la puerta de entrada, pero bueno, jejejejeje, es un impresión mía…
Total, que llegó un día de finales de mayo/principios de junio (no sabría decirlo exactamente) en el que cuadro que llegue antes de mi hora porque había ido a una reunión muy estresante y complicada (que salió bien, por cierto) y tenía que quemar todas las malas energías (vamos, la mala leche) que me había producido la susodicha. Ese día deje el coche en el aparcamiento, subí las escaleras hacia el gimnasio (porque estaba en la planta de arriba y la pista del polideportivo en la de abajo) y poco a poco me fui acercando a la puerta del gimnasio, cuando ella sale del mismo con una atuendo que la hace estar todavía más guapa, sexy y deseable que hasta entonces. Llevaba unas mallas ajustadas negras como pantalones y unas sudadera azul muy sexy. El conjunto daba una sensación muy buena.
-Hola – la dije- ¿Hoy has usado los aparatos?
-Sí, porque tenía que probar un par nuevo y he aprovechado para quemar alguna caloría, jejejeje – respondió ella.
-Me alegro, me alegro. Así sé que todos están en buen estado… si los ha probado la jefa, jejejejeje –hable yo, señalando con la cabeza hacia el interior de la estancia.
Y así fue como ella se dirigió hacia los vestuarios, situados en la parte de abajo del edificio y yo entre en el gimnasio para ejercitarme ese día. Pasaron 20/30 minutos (no estoy seguro, porque deje el reloj en el coche) y la estancia empezó a vaciarse hasta que solo quedé yo en ella. De repente, tras otros 5/10 minutos apareció la chica para preguntarme si estaba a gusto con los aparatos, ya que era el único que no había contestado a una encuesta que estaba haciendo.
-Ah, no sabía que estaba haciendo una encuesta – respondí yo.
-Ya me imagino, la empecé el lunes y el miércoles no estuve aquí, así que… ¿puedes rellenármela ahora? – preguntó.
Llevaba la misma ropa que cuando la había visto al entrar, pero nueva, no la misma, porque se la había cambiado. Solo era nueva una cazadora gris muy bonita. Me acerco la encuesta y un boli y nos rozamos las manos y creí percibir que se estremecía un poco…
Rellené el documento y se lo devolví. Volví a percibir que se estremecía cuando la devolví el boli. Se la guardo en una carpeta que llevaba y yo, pensando que se iba, volví a mi aparato (que en ese momento era un banco de abdominales). Al llegar al mismo, note un ruido y me volví. Había sido la chica, que al quitarse la cazadora había rozado una lata de refresco de naranja que alguien había dejado allí olvidada. Al verla, me dio un vuelco el corazón y otra cosa empezó a desbocarse. Solo llevaba un sujetador negro que la tapaba sus preciosas tetas (eso también era nuevo, porque la primera vez llevaba una sudadera azul), pero nada más (todo la parte de arriba del cuerpo la llevaba desnuda). Estaba preciosa y muy sexy…
-Creo que te diste cuenta de que al rozarme la mano me ponía cachonda, ¿no? – pregunto.
-S… s… s… si – respondí yo. Vi que se iba acercando a mí y que cada vez parecía que estaba más buena.
-¿Y no vas a hacer nada más? – dijo ella. Y al llegar a mi lado empezó a besarme el cuello por detrás.
A mi ese beso me puso muy caliente, porque además fue pasando por todo el cuello hasta llegar al lado contrario. Mientras, pasaba su mano derecha por mi entrepierna, poniéndola dura, muy dura.
Desde entonces, cuando entraba en el edificio (que también es el polideportivo del pueblo) miraba hacia la puerta del despachito a ver si veía a la chica. Unas veces estaba y otras no, porque su trabajo era el de RR.PP. (lo ponía en una placa en la puerta) y esto la llevaba a ir a otros gimnasios, a resolver problemas fuera del edificio, conversar con clientes en su despacho sin salir de él, etc., etc., etc. La verdad es que iba más a gusto desde que descubrí que estaba ella, porque hacia el ejercicio pensado en ella… y en alguna otra cosa con ella, jejeejejeje.
Total, que así fueron pasaron los días, cruzándonos en la entrada y saludándonos, yo intentando disimular una sonrisa picarona cada vez que me cruzaba con ella y ella me dio la impresión de que también pensaba en algo más cada vez que nos cruzábamos en la puerta de entrada, pero bueno, jejejejeje, es un impresión mía…
Total, que llegó un día de finales de mayo/principios de junio (no sabría decirlo exactamente) en el que cuadro que llegue antes de mi hora porque había ido a una reunión muy estresante y complicada (que salió bien, por cierto) y tenía que quemar todas las malas energías (vamos, la mala leche) que me había producido la susodicha. Ese día deje el coche en el aparcamiento, subí las escaleras hacia el gimnasio (porque estaba en la planta de arriba y la pista del polideportivo en la de abajo) y poco a poco me fui acercando a la puerta del gimnasio, cuando ella sale del mismo con una atuendo que la hace estar todavía más guapa, sexy y deseable que hasta entonces. Llevaba unas mallas ajustadas negras como pantalones y unas sudadera azul muy sexy. El conjunto daba una sensación muy buena.
-Hola – la dije- ¿Hoy has usado los aparatos?
-Sí, porque tenía que probar un par nuevo y he aprovechado para quemar alguna caloría, jejejeje – respondió ella.
-Me alegro, me alegro. Así sé que todos están en buen estado… si los ha probado la jefa, jejejejeje –hable yo, señalando con la cabeza hacia el interior de la estancia.
Y así fue como ella se dirigió hacia los vestuarios, situados en la parte de abajo del edificio y yo entre en el gimnasio para ejercitarme ese día. Pasaron 20/30 minutos (no estoy seguro, porque deje el reloj en el coche) y la estancia empezó a vaciarse hasta que solo quedé yo en ella. De repente, tras otros 5/10 minutos apareció la chica para preguntarme si estaba a gusto con los aparatos, ya que era el único que no había contestado a una encuesta que estaba haciendo.
-Ah, no sabía que estaba haciendo una encuesta – respondí yo.
-Ya me imagino, la empecé el lunes y el miércoles no estuve aquí, así que… ¿puedes rellenármela ahora? – preguntó.
Llevaba la misma ropa que cuando la había visto al entrar, pero nueva, no la misma, porque se la había cambiado. Solo era nueva una cazadora gris muy bonita. Me acerco la encuesta y un boli y nos rozamos las manos y creí percibir que se estremecía un poco…
Rellené el documento y se lo devolví. Volví a percibir que se estremecía cuando la devolví el boli. Se la guardo en una carpeta que llevaba y yo, pensando que se iba, volví a mi aparato (que en ese momento era un banco de abdominales). Al llegar al mismo, note un ruido y me volví. Había sido la chica, que al quitarse la cazadora había rozado una lata de refresco de naranja que alguien había dejado allí olvidada. Al verla, me dio un vuelco el corazón y otra cosa empezó a desbocarse. Solo llevaba un sujetador negro que la tapaba sus preciosas tetas (eso también era nuevo, porque la primera vez llevaba una sudadera azul), pero nada más (todo la parte de arriba del cuerpo la llevaba desnuda). Estaba preciosa y muy sexy…
-Creo que te diste cuenta de que al rozarme la mano me ponía cachonda, ¿no? – pregunto.
-S… s… s… si – respondí yo. Vi que se iba acercando a mí y que cada vez parecía que estaba más buena.
-¿Y no vas a hacer nada más? – dijo ella. Y al llegar a mi lado empezó a besarme el cuello por detrás.
A mi ese beso me puso muy caliente, porque además fue pasando por todo el cuello hasta llegar al lado contrario. Mientras, pasaba su mano derecha por mi entrepierna, poniéndola dura, muy dura.
Me di
la vuelta en el aparato y la bese yo también en el cuello varias veces, pasando
por sus labios y otra vez su cuello. La chica se fue echando hacia atrás en el
aparato y yo fui bajando de su cara hacia sus pechos, quitándola el sujetador horizontal.
Empecé a besarla las tetas poco a poco, pasando a los pezones con mi lengua,
primero uno y luego otro… así durante un buen rato.
-¡¡¡¡Si, si, si, ponme cachonda, amor mío!!! – gemía ella de vez en cuando.
Empecé a bajar por su pecho, besándola y lamiéndola mientras bajaba. A la vez, con una de las manos acariciaba muy suavemente primero un pezón y luego el otro para que siguieran duros. Ella también ayudaba con sus manos.
Seguí bajando por su cuerpo hasta llegar al panti ajustado, que levante un poco para meter mi mano izquierda para poder masajear el coñito de la chica, notando que estaba humedísimo. Seguí así un rato, hasta que la chica se levantó, se quitó el panti, dejando a mi vista un culito redondo y perfecto. Me acerque a ella y comencé a besarlo, mientras que con una mano acariciaba su coñito para que se siguiera humedeciendo. Al cabo de un rato, ella se acercó a un nuevo aparato, una cinta de correr parada, se apoyó en su panel de control y me ofreció su coñito por detrás para que la follara. No me hice de rogar, me quite el pantalón del chándal y la metí la polla hasta el fondo de su coñito, para después sacarla y volver a meterla… así varias veces, hasta que ella me dijo que la follara todo seguido, con lo que empecé un movimiento de mete-saca sostenidamente.
Después de unos minutos de la manera anterior, me señalo un aparato con el asiento plano muy largo (el aparato que se usaba para levantar pesas, que estaban a sus pies). Nos acerca-mos a el y ella se tumbó en el, para después penetrarla yo de frente, con un movimiento sincrónico , mientras ella se masajeaba la parte alta de su coñito, para calentarse todavía más. Al cabo de un rato, me dijo que me tumbara yo en el aparato, que ella quería cabalgar en mi polla y así lo hice. Ella se sentó en mi sexo y empezó a subir y bajar, subir y bajar, subir y bajar…
-¡¡¡¡¡¡Mmmmmmm, que polla más dura que tienes, cielito!!!!! ¡¡¡¡¡Mmmmmmm, que bien!!!!!! –gemía a veces la chica.
Al rato, se bajó, se puso en cuclillas delante de mí y tomo en sus manos mi polla. Empezó a masajearla y a metérsela y sacársela de la boca. De vez en cuando jugaba con su lengua en la punta de mi pene, poniéndome cachondo perdido y la polla durísima. Al cabo de un rato de estar así, hizo que nos levantáramos y empezó a masturbarme la polla para que me corriera en sus tetas, mientras ella con la otra mano se masturbaba el coñito. Nos corrimos a la vez y ella se masajeo las tetas con la mano que estaba usando para el coñito. Después me comió otra vez la polla para dejarla limpia enterita, del todo, sin ningún rastro de semen…
-¿Te ha gustado, guapo? –pregunto ella, mientras recogía su ropa.
-Me ha encantado, guapísima –respondí yo.
Se sonrió y termino de recoger su ropa. Me volvió a besar y se fue. Yo me quede un rato sentado sin hacer nada y termine después un par de ejercicios más. Me duche y al salir encima de la mesa de recepción vi un sobre. Iba dirigido a quien me ha hecho disfrutar mucho. Supuse que era para mí de la chica de relaciones públicas que me acababa de follar (o ella a mi, según se mire…) y lo cogí. Dentro había un papel que ponía lo siguiente:
-¡¡¡¡Si, si, si, ponme cachonda, amor mío!!! – gemía ella de vez en cuando.
Empecé a bajar por su pecho, besándola y lamiéndola mientras bajaba. A la vez, con una de las manos acariciaba muy suavemente primero un pezón y luego el otro para que siguieran duros. Ella también ayudaba con sus manos.
Seguí bajando por su cuerpo hasta llegar al panti ajustado, que levante un poco para meter mi mano izquierda para poder masajear el coñito de la chica, notando que estaba humedísimo. Seguí así un rato, hasta que la chica se levantó, se quitó el panti, dejando a mi vista un culito redondo y perfecto. Me acerque a ella y comencé a besarlo, mientras que con una mano acariciaba su coñito para que se siguiera humedeciendo. Al cabo de un rato, ella se acercó a un nuevo aparato, una cinta de correr parada, se apoyó en su panel de control y me ofreció su coñito por detrás para que la follara. No me hice de rogar, me quite el pantalón del chándal y la metí la polla hasta el fondo de su coñito, para después sacarla y volver a meterla… así varias veces, hasta que ella me dijo que la follara todo seguido, con lo que empecé un movimiento de mete-saca sostenidamente.
Después de unos minutos de la manera anterior, me señalo un aparato con el asiento plano muy largo (el aparato que se usaba para levantar pesas, que estaban a sus pies). Nos acerca-mos a el y ella se tumbó en el, para después penetrarla yo de frente, con un movimiento sincrónico , mientras ella se masajeaba la parte alta de su coñito, para calentarse todavía más. Al cabo de un rato, me dijo que me tumbara yo en el aparato, que ella quería cabalgar en mi polla y así lo hice. Ella se sentó en mi sexo y empezó a subir y bajar, subir y bajar, subir y bajar…
-¡¡¡¡¡¡Mmmmmmm, que polla más dura que tienes, cielito!!!!! ¡¡¡¡¡Mmmmmmm, que bien!!!!!! –gemía a veces la chica.
Al rato, se bajó, se puso en cuclillas delante de mí y tomo en sus manos mi polla. Empezó a masajearla y a metérsela y sacársela de la boca. De vez en cuando jugaba con su lengua en la punta de mi pene, poniéndome cachondo perdido y la polla durísima. Al cabo de un rato de estar así, hizo que nos levantáramos y empezó a masturbarme la polla para que me corriera en sus tetas, mientras ella con la otra mano se masturbaba el coñito. Nos corrimos a la vez y ella se masajeo las tetas con la mano que estaba usando para el coñito. Después me comió otra vez la polla para dejarla limpia enterita, del todo, sin ningún rastro de semen…
-¿Te ha gustado, guapo? –pregunto ella, mientras recogía su ropa.
-Me ha encantado, guapísima –respondí yo.
Se sonrió y termino de recoger su ropa. Me volvió a besar y se fue. Yo me quede un rato sentado sin hacer nada y termine después un par de ejercicios más. Me duche y al salir encima de la mesa de recepción vi un sobre. Iba dirigido a quien me ha hecho disfrutar mucho. Supuse que era para mí de la chica de relaciones públicas que me acababa de follar (o ella a mi, según se mire…) y lo cogí. Dentro había un papel que ponía lo siguiente:
ME LLAMO _____ Y ME HAS HECHO DISFRUTAR
MUCHO. GRACIAS POR TODO. MI E-MAIL ES _______________@_____.___ POR SI QUIERES
REPETIRLO ALGUN DIA
Me lo guarde en el bolsillo con una sonrisa y pensé en que sí, me encantaría repetirlo, jejejeje.
Me lo guarde en el bolsillo con una sonrisa y pensé en que sí, me encantaría repetirlo, jejejeje.
domingo, 13 de mayo de 2012
La Ducha del Hotel
Soy el responsable de comunicación de una
gran empresa de mi comunidad. Esta me mando a hacer unas gestiones a la capital
de mi país, España, con respecto a un modelo de lo que fabricamos. Cogí el
billete que me daba mi jefe, hice las maletas y tranquilamente me dirigí a la
estación del tren para coger el expreso que me llevaría a Madrid. Este llegó
puntual (cosa rara) y, por lo tanto, llegue a la estación termino a la hora
justa para poder descansar unas horas antes de las primeras sesiones del congreso,
que eran al día siguiente.
Baje del tren, cogí las maletas y me
dirigí a la zona de los taxis, donde cogí uno y le pedí que me llevara al Hotel
_____, que era donde me había reservado la secretaria de mi jefe una habitación.
Llegue, recogí la llave y subí a mi habitación. Por el camino me pareció ver a
una chica rubia muy mona sentada en la barra del bar, descansando y tomándose
una copilla relajadamente. Me quede mirándola un par de segundos, los
suficientes para ver que estaba bastante bien y que podía acercarme a ella para
ver si congeniábamos. Pero lo deseche porque al día siguiente tenía que
madrugar y me fui directo a mi planta, donde entre en mi habitación. Deje las
maletas encima de la cama, saque una muda y me dirige al baño.
Abrí la mampara de la ducha y después el
gripo del agua caliente. Me desvestí y cuando iba a entrar oí como llamaban a
la puerta. Me puse un albornoz y salí a ver quién era. Resultó ser la chica
rubia que creí ver en el bar. Llevaba un pantaloncito corto y un top blanco
transparente, que dejaba ver un bikini negro. Me parecía que se había cambiado de
ropa desde que la vi en el bar, hacía unos minutos.
-¿Puedo pasar? –preguntó, con sonrisa
picarona.
-Pues me iba a duchar (me señale el albornoz
del hotel), pero pasa - respondí. No sé porque, pero pensé que igual nos
duchábamos juntos, jejejejeje.
Ella paso con una sonrisa picarona aún más
grande que antes. Cerré la puerta, me volví hacia el interior de la habitación
y la invité a sentarse. Lo hizo en la cama y yo entre en el baño para cerrar el
agua, que me la había dejado encendida (a partir de aquí puedes elegir entre la opción A o la opción
B).
-----/////-----/////-----OPCIÓN
A-----/////-----/////-----
Al poco
de entrar en el baño, oí un ruido y me volví hacía la puerta. La chica estaba
en el umbral, con el pantaloncito casi bajado.
-No la apagues, guapo.
Y entro en el baño, tras quitarse el
pantaloncito del todo. Vi que llevaba el tanguita a juego con el sujetador. Se
acercó a mí y me besó varias veces, mientras soltaba el cinturón del albornoz.
Este cayó al suelo y ella se fijó en que tenía la polla totalmente dura.
-Y no querías que entrara, ¿eh? Si no lo
hago, ¿cómo habrías bajado eso, eh?
Y la cogió entre sus manos y empezó a
masajearla, mientras se metía en la ducha. Yo tuve que seguirla, porque no
soltaba mi polla, que empezaba a ponerse bastante dura. Como seguía cayendo
agua de la ducha, se mojó el top y vi que llevaba el sujetador de un bikini
negro y que sus tetas, marcadas por el agua, eran preciosas. Ella vio donde se
dirigían mis ojos y se quitó la prenda, tirándola fuera de la bañera [aquí pasa al
relato normal].
-----/////-----/////-----OPCIÓN
B-----/////-----/////-----
Entre
en el baño y me pareció oír el ruido de la puerta al cerrarse. Pensé que tal
vez la chica había recordado que tenía una cita en otra parte y se había ido.
Por lo tanto, me quite el albornoz y entre en la ducha, dejando que el agua me
corriera por todo el cuerpo.
Un minuto o dos después, oí otra vez como
si se abriera una puerta. Asomé por la mampara y vi a la chica dentro del baño,
quitándose el pantaloncito y el top y quedándose en un bikini negro. Su figura
era espectacular.
-Que, pensabas ducharte sin mi…- dijo
acercándose a la ducha.
-Pen… pen… pensé que te habías ido. He oído
como se cerraba una puerta –dije yo.
-Era en la habitación de al lado, guapo. Yo
solo me voy a meter esa polla en el coñito, que se ve bien buena, jejejeje
–respondió ella, acercándose a la ducha y metiéndose en
ella.
Empezó por quitarse el tanguita y masturbarse su coñito poco a poco,
mientras mi polla se ponía más y más dura. La chica empezó a moverse como si
bailara al son de una música sensual y con un dedo me hacía señas de que me
pegara a su cuerpo anhelante de un hombre [aquí pasa al relato normal].
-----/////-----/////-----/////-----/////-----
[Aquí sigue cualquiera de las dos
opciones] Aquí
yo ya estaba caliente del todo y con mis manos empecé a acariciar sus tetas,
tras apartar el sujetador. Sus pezones empezaron a excitarse ente mis caricias
y el agua caliente que caía de la ducha. Al notarlo, la saque el bikini tras
soltárselo y mi lengua acabo de ponerla a tono los pezones. Tras trabajármelos
unos minutos, empecé a bajar por toda su anatomía, resbaladiza por el agua que
corría por su cuerpo. Llegué a su entrepierna y note que se excitaba todavía
más, así que la baje el tanguita, dejándola totalmente desnuda. Empecé a jugar
con mi lengua en su coñito, con movimientos circulares primero y metiéndola en
su interior después. Todo muy despacio, para que ella se fuera calentado muy
despacito.
Al cabo de un rato, ella gimió que quería
chuparme la polla, que la excitaba su tamaño, y yo me puse en pie y ella se
agacho. El agua seguía mojándonos a los dos. Se metió mi polla en la boca y
empezó a jugar con su lengua en la punta, poniéndome todavía más caliente. A
veces se la metía hasta el fondo, a veces la dejaba a medias, volvía hasta el
fondo, jugaba con sus manos haciendo círculos en mi pene erecto con sus manos,
que también enredaban en mi escroto. Al cabo de un rato, los dos estábamos calientes
del todo y yo la dije que se levantara y se apoyara en la pared. Ella lo hizo y
yo la penetre varias veces muy suavemente, después varias hasta el fondo y
después cuatro o cinco con la puntita solo. Ella gemía de placer, aunque por el
ruido del agua casi no se la podía oír.
-Aaaaayyyy, que dura la tienes. Sigue
follandome así de duro, guapo. Estoy cachondisima por tu culpa, machote.
Yo seguí metiéndosela por detrás, mientras
la agarraba las nalgas y ella seguía apoyada en la pared. Al cabo de un rato,
pare y ella se dio la vuelta. Me chupo un poco la polla para mantenerla erecta
y se tumbó en el borde de la ducha. Yo la volví a penetrar por delante y ella
siguió chillando y chillando y chillando…, mientras se masturbaba el coñito con
sus dedos.
-Mmmmmmm, mmmmmmm… Dale duro, dale duro,
dale duro…
-Te gusta que te follen duro, ¿eh, zorrita
mía? –la dije yo para ponerla más cachonda todavía.
-Sí, mucho, mucho. Sigue así, sigue dándole
–respondió ella.
Yo seguí follandola, poco a poco primero,
más fuerte a ratos, luego otra vez suavemente y para terminar lo hice de una
manera que mezclaba fuerza y suavidad. Mientras, ella se lamia los pezones y se
pasaba las manos por las tetas salpicadas de agua y sudor.
Al cabo
de un rato, ella se levantó y fui yo el que sentó en el borde de la piscina.
Ella se agacho y se metió mi polla en la boca para, según dijo ella, saborear
sus fluidos en ella. Cuando terminó, se sentó en ella y empezó a saltar sobre
ella, a veces echándose hacia atrás y haciendo círculos y otras veces echándose
hacia delante y moviéndose arriba y abajo, arriba y abajo… A veces, también se
masturbaba el coñito para calentarse aún más, según decía.
-Mmmmm, estoy muy, muy caliente. Y la culpa
de esta gran polla que tienes, cielo – gritaba unas veces.
-Dame más, dame más. Follame duro. Me
encanta esta polla tan dura – gemía otras veces.
Siguió cabalgando sobre mi polla un rato,
hasta que noto que se corría. Cuando eso sucedió, se bajó de mi polla y la
volvió a chupar, esta vez no solo para saborear sus efluvios, sino para hacer
que me corriera. Al notar que iba a suceder, hizo que me pusiera de pie y
siguió con ella en la boca hasta mi semen salió a borbotones, regándola la
boca, los labios y las tetas, llenas de agua y sudor, porque no habíamos
apagado la ducha en ningún momento.
Y como
agua seguía funcionando, nos duchamos besándonos y acariciándonos
durante todo el tiempo que estuvimos para quitarnos el sudor, los fluidos y el
resto de cosas que pudiéramos tener en el cuerpo, además de para
tranquilizarnos, que una buena ducha relaja que no veas.
Cuando terminamos, ella me seco a mí y yo a
ella, haciendo hincapié cada uno en los puntos calientes del otro para
excitarnos un poco más. Cuando acabamos, nos vestimos y la invité a cenar en el
restaurante del hotel. Después, la dije que si quería quedarse en mi habitación
todo el tiempo que estuviera en la ciudad y aceptó. Terminamos de cenar y
subimos a la misma para acostarnos. A la mañana siguiente, me acompaño a las
reuniones del congreso y disfrutamos de una visita de la ciudad.
A los dos días, se terminó el congreso y yo
volví a mi tierra, no sin antes darla mi teléfono y ella el suyo a mí. Nos
despedimos en la estación con un “hasta pronto”. La tire un beso y ella me
correspondió con otro y la perdí de vista cuando el tren tomo una curva.
domingo, 6 de mayo de 2012
Uuuufffff... ¡¡que calor!!
Estaba por la capital de mi comunidad, que
estaba cerca del pueblo donde vivo, haciendo unos recados para mi madre, cuando
vi que tenía tiempo de acercarme por la piscina del pueblo si me daba un poco
de prisa. Así que acelere el paso y termine rápidamente los encargos
encomendados. Me subí al coche y enfile hacia la piscina de la capital de mi
municipio, no sin antes dejar los paquetes en mi casa. Cogí la bolsa de
deportes donde guardaba la ropa de baño y me dirigí hacia _____, donde aparque
en el primer sitio que encontré cerca del complejo donde estaba la piscina
municipal.
Entre en la misma, me cambié de ropa y estuve nadando por espacio de una hora y media, hasta que pensé que me vendría bien meterme un rato en la sauna anexa. Mientras me dirigía hacia ella, me cruce con un bombón moreno, de pelo largo muy bonito, enfundado en un bikini negro con dos rayas malvas en la parte de arriba, que la quedaba como anillo al dedo y la hacía muy deseable. La chica se metió en la piscina y yo me dirigí a la sauna, donde mire antes de entrar si había alguien. No lo había. Estaba vacía. Entre en la misma y me senté tranquilamente al fondo de la misma. Eche un poco más de agua en el sistema para que hiciera un poco más de calor y me dispuse a relajarme, tanto que me quede dormido, apoyado en la pared de la habitación. Al cabo de un rato, me pareció oír un ruido como de una puerta que se abría, pero no le di importancia.
Unos minutos después, empecé a soñar que la chica con la que me cruce antes de entrar en la sauna me bajaba el bañador y me cogía la polla. Con sus manos empezaba a masajeármela hasta que me la ponía muy dura y entonces se la metió en la boca hasta el fondo. Subía y bajaba, subía y bajaba… y mi polla cada vez se ponía más dura.
En ese momento me desperté y vi que no era un sueño. La chica mencionada me estaba comiendo la polla dentro de la sauna. Entonces deduje que el ruido que oí era el de la puerta al abrirse y cerrarse cuando ella entro.
-Oye, ¿Qué haces? – la pregunte.
Entre en la misma, me cambié de ropa y estuve nadando por espacio de una hora y media, hasta que pensé que me vendría bien meterme un rato en la sauna anexa. Mientras me dirigía hacia ella, me cruce con un bombón moreno, de pelo largo muy bonito, enfundado en un bikini negro con dos rayas malvas en la parte de arriba, que la quedaba como anillo al dedo y la hacía muy deseable. La chica se metió en la piscina y yo me dirigí a la sauna, donde mire antes de entrar si había alguien. No lo había. Estaba vacía. Entre en la misma y me senté tranquilamente al fondo de la misma. Eche un poco más de agua en el sistema para que hiciera un poco más de calor y me dispuse a relajarme, tanto que me quede dormido, apoyado en la pared de la habitación. Al cabo de un rato, me pareció oír un ruido como de una puerta que se abría, pero no le di importancia.
Unos minutos después, empecé a soñar que la chica con la que me cruce antes de entrar en la sauna me bajaba el bañador y me cogía la polla. Con sus manos empezaba a masajeármela hasta que me la ponía muy dura y entonces se la metió en la boca hasta el fondo. Subía y bajaba, subía y bajaba… y mi polla cada vez se ponía más dura.
En ese momento me desperté y vi que no era un sueño. La chica mencionada me estaba comiendo la polla dentro de la sauna. Entonces deduje que el ruido que oí era el de la puerta al abrirse y cerrarse cuando ella entro.
-Oye, ¿Qué haces? – la pregunte.
-Es evidente, ¿no? Que pasa, ¿que no te
gusta, guapo? –respondió ella.
-No, si me gusta, lo haces muy bien, pero…
-dije yo, aunque con poca convicción.
-¿Pero qué? – dijo ella, entre subida y
bajada en mi polla.
-Bueno, es que no nos conocemos y… -pero no
pude acabar la frase, de cachondo que estaba.
-¿Y qué? Antes me di cuenta que me mirabas
con deseo y eso, a mi modo de ver, hay que recompensarlo –respondió ella,
mientras se quitaba la parte de arriba del bikini y seguía mamándome la polla.
Sus tetas eran preciosas y me deje de excusas. Me levante lo que pude y empecé a chupárselas como ella hacía con mi pene. Ella empezó a gemir muy bajito…
-Mmmmm, siiii, siiii, así, cómeme los pezones como yo te como tu dura polla.
Sus tetas eran preciosas y me deje de excusas. Me levante lo que pude y empecé a chupárselas como ella hacía con mi pene. Ella empezó a gemir muy bajito…
-Mmmmm, siiii, siiii, así, cómeme los pezones como yo te como tu dura polla.
Estuvimos así un rato, mientras el ambiente se caldeaba por el calentón de nuestros cuerpos. Después, la bese en los labios y en el cuello. Muy suavemente la empuje hacia atrás hasta tumbarla en el asiento. De sus tetas fui bajando por su cuerpo hasta llegar a su coñito, después de quitarla la parte de abajo del bikini. Metí mi lengua en su rajita y empecé a lamérsela muy poco a poco, muy poco a poco…
-Aaaaaah, aaaaah, ya sabía yo que no me había equivocado. Que follas muy bien, aaaahhhhh. Sigue así, guapo – gemía ella.
Cambié mi lengua por un par de dedos y la penetre despacio, con movimientos en círculo. Note como se excitaba más y más a cada penetración. Entonces me quite el bañador del todo (ella le había dejado un poco por debajo de las rodillas) y, tras masturbarme unos segundos para poner mi polla un poco más dura, se la metí hasta el fondo primero y después la penetre hasta la mitad unas cinco veces, con lo que ella se excito del todo…
-Sigue, sigue, sigue, follame más, más. Que dura la tienes, dame fuerte…
Como ella lo pedía, me deje de historias y varias veces se la metí hasta el fondo, para después meterla y sacarla, meterla y sacarla…
Después de un rato en el que la temperatura llegó a su cenit, ella me dijo que me tumbara de lado en el asiento y ella se tumbó a mi lado, cogiéndome la polla con la mano y metiéndosela en su culito, que estaba tan ansioso de recibirla que entro sola. Con movimientos rítmicos, la folle fuerte, con todas las fuerzas que me quedaban, mientras ella echaba más agua al mecanismo que formaba el vapor dentro de la sauna. Era su forma de decirme que estaba muy caliente y que iba a correrse de un momento a otro.
Ese momento llegó y yo lo note, por lo que empecé a bombear dentro de su culo un poco más fuerte, hasta que yo también me corrí en su interior. Ella gimió con una voz que hizo que la corrida durara un poco más…
-Aaaaayyyyy, aaaayyy, siiiii. Así me gusta, que te hayas corrido dentro de mi culo…
Se dio la vuelta y se metió mi polla en su boca, mientras yo la lamia su coñito, que conservaba restos de su corrida. Así estuvimos un rato más, hasta que ella hizo que yo me corriera otra vez en su boca y yo hice que ella se volviera a correr en mi cara.
Los dos nos sentamos tranquilamente en el asiento y dejamos que se consumiera el vapor de la sauna. Después ella me puso el bañador rozándome varias veces la polla, volviendo a ponerla dura, y la puse el bikini, notando como se la volvían a endurecer los pezones. Ambos salimos de la sauna, fuimos a darnos un baño a la piscina y después nos fuimos cada uno a nuestro vestuario. Una vez fuera del establecimiento, ella pidió a una amiga que nos hiciera dos fotos con una cámara polaroid de esas que hacen fotos instantáneas. Cuando estuvieron secas, ella escribió su e-mail en el reverso y me la dio. La amiga me dio la otra y yo hice lo mismo que ella, tendiéndosela después. Ella la cogió y se la guardo en el bolsillo del pantalón. Yo guarde la mía en la guantera del coche. La bese a ella y a su amiga y después los tres nos metimos en los respectivos coches y nos fuimos de allí. Resulto que vivía cerca de mí. Las pite cuando llegaron a su casa y yo seguí hasta la mía, donde cene y me metí en la cama.
viernes, 27 de abril de 2012
Sorpresa en la Urbanización
Vivo en una urbanización privada desde hace
unos tres años y tengo que reconocer que es una urbanización preciosa y
perfecta para vivir tranquilo. Hace unos días me decidí a acercarme al otro
extremo (al que nunca había ido, no sé porque. Yo vivo abajo del todo y la
urbanización hace una L hacia el norte). Cuando llegue, vi que estábamos
bastante lejos de la entrada a mi casa, pero que en síntesis era igual a la
parte en la que yo vivo. Pero vi que había un par de puertas distintas a las
demás en una esquina del vestíbulo donde yo vivo y en el que estaba. Las
puertas normales eran de madera y de color naranja muy claro. Estas que vi yo
eran marrones y tenían una placa cada que decía lo siguiente:
“CUARTO DE LA PLANCHA ” “SECADORAS”
Yo me quede a cuadros. ¿Esos servicios en
una urbanización? Bueno, si no lo creía lo tenía delante de las narices. Cuando
ya me iba, vi que salía (del cuarto de la plancha) una chica preciosa y que
estaba muy buena. Llevaba un cesto con la ropa ya lavada y entro en el cuarto
de al lado. Yo me quede quieto un rato, pensando en la belleza que acababa de
pasar, y después seguí caminando para terminar de ver lo que había ido a mirar.
Al cabo de un rato volví a la zona de los
cuartos anteriormente citados y vi que la puerta estaba cerrada (cuando llegue
antes estaba abierta) y me intrigo. Mire por la ventanilla y vi a la chica
buenorra de antes hablando con un hombre (supongo que sería su novio).
De repente, la chica se agacho delante del
hombre y empezó a bajarle los pantalones y le saco la polla, que comenzó a
chupar hasta el fondo poco a poco. El hombre estaba en la gloria. Se ve que
deseaba aquello hace mucho tiempo. La chica jugaba con su lengua en la punta
del pene del hombre para después metérsela hasta el fondo de su boca una y otra
vez, una y otra vez.
Al cabo de un rato, el hombre cogió a la
chica por debajo de los hombros y la levanto. La apoyo en unas cestas con ropa
sucia, la levanto la falda y, apartándola el tanga que llevaba (esta ya venía
con la idea de tirárselo, pensé yo desde la ventana), la empezó a lamer su
coñito, mientras ella se metía las manos por debajo de la camisa y se masajeaba
las tetas.
-Mmmmmm, mmmmmm, mmmmm –decía ella, mientras
bajaba un dedo a su coñito y después se lo llevaba a la boca, chupándoselo
sensualmente.
Al cabo de un rato, el hombre cambió su
lengua por dos dedos y la chica ya empezó a gemir con más fuerza. Yo pensé que
iba a llegar más gente y nos iba a pillar (porque yo me estaba masturbando
viendo como follaban dentro del cuarto, ya que estaba de lo más caliente).
La chica se movía arriba y abajo, al ritmo
que marcaban los dedos del hombre, que al cabo de unos minutos la beso en el
cuello, la dijo algo y ella se puso de espaldas a mí, mientras el metía su
polla en el culito de ella, que grito de placer con una fuerza inusitada.
-Así,
así, follame el culo, salvaje mío, mmmmmmmm.
Él no
se anduvo por las ramas y empezó a moverse hacia adelante y hacia atrás, con un
ritmo alto que hacía que la chica se bamboleara hacia delante, mientras se
metía dos dedos en su coñito para que no se quedara frío.
Después de unos minutos, el la dio la vuelta
y la puso encima de una especie de mesa blanca (al cabo de unos días descubrí
que era una lavadora) y la penetro por delante, poco a poco, mientras ella se
lamia las tetas con su lengua y seguía gimiendo de placer como si estuviera
siendo follada por un animal.
-¡¡Siiii, aaaaasiiiii, dame fuerte!!
El la hizo caso empezó a penetrarla con más
fuerza, moviendo un poco la mesa y haciendo que la chica enrojeciera por el
calentón que llevaba encima. Al cabo de un rato, el la señalo el suelo, se
tumbó y la chica se colocó encima, tomándole la polla e introduciéndosela en su
coñito, gimiendo mientras lo hacía. Empezó a mecerse arriba y abajo, arriba y
abajo. Yo seguía mirando y estaba a punto de correrme cuando ella empezó a
chillar como una loca…
-Aaaaaah, aaaaah, me corro, me corro…
Paro su rítmico movimiento, se sacó la polla
del hombre y la cogió entre sus manos. La masturbo hasta que salió toda la
leche que tenía dentro sobre la parte superior de su coñito. Después cogió un
poco y se lo metió en la boca de una manera tan sensual que el hombre se volvió
a correr, al igual que yo.
La chica se sentó tranquilamente en una
silla cercana, mientras el hombre se levantaba y la besaba en la boca y en el
cuello. Después la lamiaron las tetas y volvió a besarla en la boca. Se sentó a
su lado y charlaron amigablemente mientras se vestían.
Cuando, al cabo de un rato, vi que se
levantaban para irse, me fui yo también hacia la parte de la urbanización donde
vivía, recordando lo que había visto y pensando que tenía que volver otra vez,
a ver qué pasaba. Cuando llegue a mi portal, mire para arriba y vi como la
chica entraba en el portal de al lado del mío y el hombre se iba en un coche
verde hacia la capital de la provincia, cerca del pueblo donde yo vivía. Tome
nota del hecho y me fui a mi casa.
viernes, 20 de abril de 2012
El Supermercado y el Coche
En casa me dijeron que fuera a hacer las
compras del mes al centro comercial que estaba cerca de nuestra casa. Así que
hacia allí me fui y deje el coche en el aparcamiento. Le cerré y me dirigí
hacia el supermercado. De camino cogí el carro correspondiente y mientras lo
hacía paso por mi lado una chica preciosa, con un vestido estampado de flores que
resaltaba su bella figura y que hacía que te fijaras en ella. Mientras andaba
hacia la entrada del centro, conseguí ver sus preciosas piernas y pensé:
“¡¡Joer, que buena que esta la tía!! Aunque me llamo la atención la gorra que
la cubría la cabeza.
Todavía pensando en la chica de antes,
saque el carro de su sitio y me dirigí hacia el interior del centro comercial.
Allí hice las compras que tenía que hacer y volví a ver de lejos a la chica de
la entrada varias veces (una de ellas en la sección de videojuegos). Me
pregunte donde viviría y que tendría que hacer para conocerla. Pero bueno,
quite esos pensamientos de mi cabeza y seguí haciendo las compras y cuando
termine me encamine a la caja, donde pague las compras.
Salí
del centro comercial tras comprar una revista en el kiosco del mismo y me
dedique a meter las compras en el maletero. Cuando acabe, lo cerré, me metí en
el mismo y arranque para volver a mi casa. Antes de salir del aparcamiento vi a
la chica de antes de entrar como esperando a alguien. La verdad es que no suelo
hacer esas cosas, pero con lo buena que estaba por lo menos la miraría hasta que
llegara a su casa, así que pare a su lado y la pregunte:
-Perdona, ¿quieres que te lleve?
-¿Hacia dónde vas? – contesto ella. La dije
que hacía _____ y ella acepto, diciéndome que iba a _____, el pueblo anterior
del mío.
Se
subió en el asiento del copiloto y arrancamos hacia nuestras casas respectivas.
Yo iba concentrado en la carretera, pero cada que parábamos en un semáforo/paso
de cebra echaba un vistazo hacia la chica que tenía al lado y que charlaba
conmigo animadamente. Pensaba: ¡¡Joer, que piernas tienes y las tetas tampoco
están mal!!
En un momento dado, ella debió de darse
cuenta de esas miradas de soslayoy de que mi entrepierna se estaba levantando
por ella, porque de repente note su mano sobre mi sexo y su voz que decía:
-Cambia de marchas, nene, que vamos muy
parados, jejejejeje.
-Lo que estas tocando no es la palanca de
cambios, guapa –dije yo, cachondo perdido ya.
Ella se rio picaronamente y me indico que
parara en un sitio que ella conocía que estaba a resguardo de miradas
indiscretas, mientras no dejaba de acariciarme la zona caliente de mi anatomía.
Yo hice lo que me dijo y cuando llegamos a donde me indico yo estaba ya caliente
del todo y ella creo que ya estaba desenado llegar, porque en cuanto paramos de
volvió hacia mí, se quitó el vestido, dejando ver una ropa interior muy sexy:
sujetador rosa claro y braguitas rosas) y me cogió la mano para ponérsela en el
pecho derecho. Yo aproveche la ocasión y se lo acaricié durante un rato, hasta
que la quite el sujetador y con la lengua empecé a lamerla los pezones.
Mientras, ella se metía la mano en la braguita y se masturbaba su coñito.
Al cabo de un rato, con una mano me empujó
hacia mi asiento y ella se vino conmigo, bajando mi cremallera y cogiéndome la
polla para sacarla de los calzoncillos. Salió casi sola y ella se la metió en
la boca hasta el fondo, para después subir y bajar unas cuantas veces con ella
dentro de ella. Con su lengua, además, jugaba con la punta de mi polla. Yo
pensé que iba a estallar de placer de un momento a otro.
-Te gusta, eh, cariño –dijo ella volviendo a
subir y bajar su lengua por mi pene.
Yo no podía ni hablar, de lo caliente que
estaba. Así que la respuesta se la imagino cuando la baje la braguita para
meterla un par de dedos en su coñito caliente. Mientras yo la follaba, ella
gemía y gemía…
-Mmmmmm, así, así…. Ahora métemela hasta el
fondo, cariño. Estoy deseando que me folles hasta el fondo.
La tome la palabra y de un tirón la subí en
mi asiento. Ella enseguida se aupó a mi polla erecta y se la metió hasta el
fondo Mientras subía y bajaba, yo la besaba el cuello y la masajeaba las tetas
por detrás. Ella gemía como una perra en celo.
-Mmmm, que dura la tienes. Como me gusta.
Así, así, mas, mas, maaaassss….
Después de un rato, la dije que se bajara y
se apoyara en su asiento, mientras yo se la metía por detrás. Ella así lo hizo
y poco a poco se la fui introduciendo hasta el fondo. Acto seguido, empecé a
mecerse rítmicamente contra y hacia atrás, mientras ella volvía a chillar como
loca, caliente como la yesca…
-Más fuerte, cariño, así, así…. Follame
mucho, muuchooooo…
Yo la hice caso e incremente mi ritmo de
penetraciones, hasta que note que ella se relajaba, señal de que se había
corrido. En ese momento, saque mi polla de su vagina, la pedí que se diera la
vuelta y tras masturbarme unos momentos, la derramé mi semen por sus bellas
tetas. Ella me chupo la polla para quedarse con toda la leche que salía de órgano sexual y después se pasó las manos por
el pecho para poder lamerlas de manera sensual.
Cuando nos tranquilizamos, que tardamos unas
media hora (o quizá fue una hora…), ella se vistió y yo me puse los calzoncillos y los pantalones.
Después de decirme que la había follado muy bien, continuamos nuestro camino y
la deje en su casa. Allí me hizo meter su dirección en el GPS y su teléfono en
el mío. Ella metió en su móvil mi número y me dijo que me llamaría. Luego me
beso dos veces y se metió en su casa. Se despidió desde la puerta y yo llegue a
la mía, donde decidí esperar la llamada de mi nueva amiga.
viernes, 13 de abril de 2012
Otro sueño
Queridos lectores. Les voy a contar el último sueño que he tenido. Es de hace pocos días. La chica llevaba un bikini rojo y unos pantis negros de licra muy ajustados. Estabamos los dos andando por la calle y dio la casualidad de que los dos torcimos por el mismo callejón. Cuando cree que no hay nadie mirando mas que yo, se baja los tirantes del sujetador. Yo, que iba mirando hacia atras, no me di cuenta hasta que casi estaba al lado de ella. Cuando lo hice, se me puso la polla dura, dura, por que la chica tenia unas tetas impresionantes. Me quede quieto por si no me habia visto, pero ella me indico que me acercara, mientras se soltaba el sujetador. Cuando llegue a su altura, la puse las manos en sus pechos y empece a masajearselos, con lo que sus pezones y mi polla se endurecieron aun mas. Después de un rato, me dijo al oido que metiera mi mano en el panti. Asi lo hice, bajandoselos un poco. Ahi ya mi pene estaba a punto de estallar. Empece muy despacio a penetrarla con dos dedos y a masajearla el coñito, alternando ambas cosas. Unos minutos despues, note como se corría y yo también me corri. Ella se vistió, nos besamos y desaparecio por el otro extremo del callejón. Justo a tiempo, porque me di la vuelta hacia la entrada del mismo y vi que se acercaban varias personas. Yo segui mi camino y solo nos enteramos de lo que había pasado la chica y yo (que por cierto, no he vuelto a ver).
El Robo de la Cartera y la Comisaría
Un día, de hace un par de meses
aproximadamente, estaba dando un paseo por el centro de la capital de mi
provincia cuando, de repente y sin previo aviso, un chico se tropezó conmigo.
Sin darme tiempo ni a ayudarle a levantarse ni a decir una palabra, se levantó
de un salto y salió corriendo en dirección contraria, dejándome perplejo por lo
raro de la situación. Total, que seguí andando tranquilamente y un poco más
allá, cuando ya no se veía al chico en cuestión, no sé porque me eche mano al
bolsillo de la chaqueta donde llevaba la cartera y no estaba. Entonces me di
cuenta de que el chico era un ladronzuelo y que el choque era una excusa para
buscarme la cartera y sacármela sin que me diera cuenta. Después de que se me
pasara el cabreo, no me quedo más remedio que dirigirme hacia la comisaría, que
por suerte estaba cerca de allí.
Cuando llegue allí, vi que había bastante gente esperando. Pero lo que me llamo la atención fue una chica muy guapa y muy sexy del otro extremo de la habitación. Tenía un top azul que la marcaba las tetas y unos pantalones cortos ceñidos que resaltaban sus preciosas piernas. Creo que ella también se fijó en mi (o en que la miraba), porque giro la cabeza hacia donde yo estaba y sonrió de manera picara.
Me acerque a ella y empezamos a charlar. La dije que me habían robado la cartera y ella me contó que la habían robado el bolso. La dije que lo sentía y que aquí se lo arreglarían. Ella sonrió otra vez y dijo que se le tocaba ya, al señalar al número que salía en la pantalla de la sala de espera. Yo la desee suerte y seguí esperando. Eso sí, antes de perderse de vista la volví a mirar sus preciosas piernas y su culito respingón enmarcado por su pantalón corto ceñido.
Al cabo de un rato, me entraron ganas de ir al baño. Me levante y como quedaba todavía mucho para mi turno, me levante y pregunte a un policía por los servicios. Me dijo que por el pasillo que iba, la última puerta a la derecha. Le di las gracias y allí me dirigí. Los encontré, entre y salí, todo en unos minutos. Me dirigía de nuevo a la sala de espera, cuando una puerta se abrió y sin saber muy cómo me vi empujado al interior de una habitación. Cuando conseguí ponerme en pie, vi a la chica de los pantaloncitos cortos y a un policía mirándome.
-Aquí el uniformado me ha pedido que se la chupe y yo le he dicho que sí, siempre que consiguiera que tu pasaras por aquí y también participaras –me explico ella.
-¿Y eso por qué? –pregunte yo, mirando al policía, que resultó ser el que me dijo dónde estaba el baño.
-Porque mientras hablábamos vi cómo se te subía la polla cada vez que respiraba y me subían y bajaban las tetas –respondió ella, y pasó a la acción.
Se quitó el top y dejo a la vista unas tetas preciosas con unos pezones erectos ya. Tuve que reconocer que tenía razón en lo dijo de mirarla las tetas, mientras me bajaba los pantalones y me sacaba la polla, ya bastante dura y se la metía en la boca. Empezó a jugar con su lengua en ella, mientras con una mano también le bajaba los pantalones al policía y empezaba a masajearle su polla.
Su lengua jugaba con la punta de mi polla y yo empezaba a estar en la gloria. De vez en cuando se pasaba la mano libre por las tetas y se la metía en el pantaloncito corto. Al cabo de un rato, cambio de polla en la boca y se la mamo al policía, mientras con la mano me la masajeaba a mí.
Unos minutos después, nos juntó cerca de ella y empezó a mamarnos la polla a los dos a la vez primero, después a mí, siguiendo por volver a hacerlo a los dos a la vez, para pasar al policía y volver a los dos a la vez. Como ya estábamos calientes del todo, los dos nos corrimos en su boca y en sus tetas. Ella gimió de placer y pasó sus dedos por el semen para saborearlo y después nos limpió las pollas con su lengua y sus manos.
Cuando termino, se puso el top (entonces pude ver que tenía un tatuaje encima de la cintura del pantalón) y nos metió las pollas en los pantalones. Luego salimos los tres de la habitación y la chica se despidió de nosotros dos con un beso en la boca que nos calentó otra vez. La vimos salir de la comisaria moviendo su culito encantador. Nos dimos la mano y las gracias por el rato que acabamos de pasar y cada uno volvió a donde estaba, el policía a su trabajo y yo a la sala de espera. Cuando llegue, vi que todavía faltaban tres números para mi turno, así que me arme de paciencia y seguí esperando.
Al cabo de unos tres cuartos de hora (esto de la burocracia va despacio), vi como salía mi número, así que me dirigí a la sala que me correspondía y entre en ella. Al cerrar la puerta, casi me caigo de culo. Tenía que dar mi denuncia a la policía más cañón que había visto en mi vida. Morena, alta, una camisa que marcaba sus ricas tetas, unos pantalones del uniforme que dejaban un culito que incitaba a pecar… Me senté, intentando que no viera la erección que tenía (aunque por lo que paso después, creo que no lo conseguí, jejejejeje).
-Bueno, señor, ¿Qué desea denunciar? –dijo, aunque con un tono de voz que me indicaba otra cosa (“¿quieres follarme?”).
-Que me han robado la cartera, oficial –respondí yo, en el mismo tono de voz que ella (“cuando quieras, guapa”).
La conté como había sucedido todo el robo y en un momento dado me dijo que le enseñara donde estaba el bolsillo. Cogí la chaqueta y se le enseñe donde estaba. Ella me pidió la chaqueta y se la di. La sopeso, la dio vueltas en sus manos… y de repente se levantó de su silla, dio la vuelta a su mesa y se colocó detrás de mí. Dejó la chaqueta encima de la silla de al lado de la mía y empezó a besarme en el cuello por detrás de mí. Yo me ponía cada vez más cachondo con esa situación, así que la deje seguir un rato. Cuando este paso, tiro la chaqueta a una percha cercana (por cierto, acertó a la primera) y se sentó en la silla, abriéndose de piernas e incitándome a que la bajara los pantalones y la comiera el coñito. Yo lo hice y empezó a usar mi lengua en círculos por su sexo, mientras ella empezaba a gemir muy bajito.
Un rato después la quite la braguita (azul con puntos negros) muy despacio y volví a bajar a su coñito besándola las piernas, primero la derecha, luego la izquierda y así sucesivamente. Además, iba acariciándolas a la vez, pasando las manos muy suavemente por donde había besado antes.
Cuando volví a llegar a su coñito, en vez de usar la lengua, la metí dos dedos en un movimiento mete-saca, mete-saca, mete-saca, mete-saca… que la puso cachonda perdida…
-Mmmmm, así, así, así…
Yo segui con el procedimiento unos minutos, hasta que me pidió que la metiera la polla hasta el fondo, pues veía que se estaba poniendo muy dura, así que me baje los pantalones y procedí a hacer lo que me pedía.
-Ay, ay, ay, que rica, cariño. Dale, dale, dale. Qué bien lo haces, mmmmmm –gemía mientras se la metía una y otra vez.
Unos minutos después de empezar, y mientras no paraba de follarla, me agache sobre su camisa y se la abrí, dejando a la vista un sujetador a juego con las braguitas (azul con manchas negras). Lo aparte un poco y empecé a acariciar sus preciosas tetas hasta que vi que sus pezones se ponían erectos y muy duros.
-Mmmmm, chúpamelos, guapo, chúpamelos –dijo ella.
Así lo hice. Mi polla la follaba su coñito y mi lengua chupaba sus pezones a la vez. Vi que se ponía cada vez más cachonda, así que renové mis dos movimientos mencionados y ella gritaba y gritaba, gritaba y gritaba…
-Sí, sí, sí, sí, si… sigue así, sigue. Follame fuerte, fuerte.
Segui dándola en los dos sitios un rato, hasta que la dije que se pusiera de pie, se apoyara en la pared y se la metí por detrás, con ella de pie. Ella subía y bajaba, subía y bajaba, subía y bajaba en mi polla, mientras yo la acariciaba las tetas con mis dos manos haciendo círculos sobre ellas.
Cuando note que sus pezones se endurecían todavía más de lo que estaban, la lleve hacia se mesa, me tumbe en ella y ella se subió en mi polla, para cabalgarme como si estuviera en celo…
-Así, así… me gusta tu pollla, mmmmm. Me gusta dentro de mi coñito rico, mmmmm.
Poco a poco, poco a poco, empezó a echarse hacia atrás y hacia delante mientras (primero con una mano y después con la otra) se masturbaba el coñito y, a veces, metía más adentro mi polla de su coñito.
Cuando vio que se cansaba en esa posición, se bajó de mi polla y se la metió en la boca, para jugar con su lengua en la punta. Con las manos, de vez en cuando, hacia círculos en la misma muy despacio. Después empezó a metérsela y a sacársela de la boca, metiendo solo la puntita. Acto seguido volvía a metérsela hasta el fondo de la boca y yo notaba la punta de su lengua, mientras subía y bajaba por toda la longitud de mi pene.
Al cabo de unos minutos, se tumbó encima de mí y puso mi pene entre sus preciosas y delicadas tetas, juntándolas encima de él y moviéndolas arriba y abajo, arriba y abajo, como si estuviera frotándoselas. Así estuvo un buen rato hasta me corrí y mi semen se derramo por todas ellas. Entonces note que ella también se corría.
Se quedó unos minutos encima de mí, descansando. Entonces se vistió (yo hacía lo mismo a la vez). Cuando todo estuvo otra vez en su sitio, me dio a firmar la declaración y nos despedimos con un beso muy, muy, pero que muy caliente…
Al cabo de un mes (más o menos), me llego un paquete a casa. Lo abrí y contenía mi cartera y un DVD. Intrigado, lo puse en el reproductor y vi un video de las mamadas de la primera chica y del polvo con la oficial. Entonces me di cuenta de que las dos chicas tenían cierto parecido y entonces caí… Desde aquel día me había quedado la sensación de que las dos chicas se parecían y en una carta que venía en el paquete la oficial me decía que eran primas y que la primera chica la había dicho que se lo tirara si caía mi caso en su oficina, que mi polla era una maravilla, etc., etc., etc. También explicaba las caras de los policías que me iba encontrando mientras salía de la comisaría, que me miraban con cara de envidia unos, con sonrisas sardónicas otros… Terminaba la carta diciéndome que la llamara cuando quisiera al número que venía por la parte de atrás, que era muy posible que llevara consigo a su prima.
Cuando llegue allí, vi que había bastante gente esperando. Pero lo que me llamo la atención fue una chica muy guapa y muy sexy del otro extremo de la habitación. Tenía un top azul que la marcaba las tetas y unos pantalones cortos ceñidos que resaltaban sus preciosas piernas. Creo que ella también se fijó en mi (o en que la miraba), porque giro la cabeza hacia donde yo estaba y sonrió de manera picara.
Me acerque a ella y empezamos a charlar. La dije que me habían robado la cartera y ella me contó que la habían robado el bolso. La dije que lo sentía y que aquí se lo arreglarían. Ella sonrió otra vez y dijo que se le tocaba ya, al señalar al número que salía en la pantalla de la sala de espera. Yo la desee suerte y seguí esperando. Eso sí, antes de perderse de vista la volví a mirar sus preciosas piernas y su culito respingón enmarcado por su pantalón corto ceñido.
Al cabo de un rato, me entraron ganas de ir al baño. Me levante y como quedaba todavía mucho para mi turno, me levante y pregunte a un policía por los servicios. Me dijo que por el pasillo que iba, la última puerta a la derecha. Le di las gracias y allí me dirigí. Los encontré, entre y salí, todo en unos minutos. Me dirigía de nuevo a la sala de espera, cuando una puerta se abrió y sin saber muy cómo me vi empujado al interior de una habitación. Cuando conseguí ponerme en pie, vi a la chica de los pantaloncitos cortos y a un policía mirándome.
-Aquí el uniformado me ha pedido que se la chupe y yo le he dicho que sí, siempre que consiguiera que tu pasaras por aquí y también participaras –me explico ella.
-¿Y eso por qué? –pregunte yo, mirando al policía, que resultó ser el que me dijo dónde estaba el baño.
-Porque mientras hablábamos vi cómo se te subía la polla cada vez que respiraba y me subían y bajaban las tetas –respondió ella, y pasó a la acción.
Se quitó el top y dejo a la vista unas tetas preciosas con unos pezones erectos ya. Tuve que reconocer que tenía razón en lo dijo de mirarla las tetas, mientras me bajaba los pantalones y me sacaba la polla, ya bastante dura y se la metía en la boca. Empezó a jugar con su lengua en ella, mientras con una mano también le bajaba los pantalones al policía y empezaba a masajearle su polla.
Su lengua jugaba con la punta de mi polla y yo empezaba a estar en la gloria. De vez en cuando se pasaba la mano libre por las tetas y se la metía en el pantaloncito corto. Al cabo de un rato, cambio de polla en la boca y se la mamo al policía, mientras con la mano me la masajeaba a mí.
Unos minutos después, nos juntó cerca de ella y empezó a mamarnos la polla a los dos a la vez primero, después a mí, siguiendo por volver a hacerlo a los dos a la vez, para pasar al policía y volver a los dos a la vez. Como ya estábamos calientes del todo, los dos nos corrimos en su boca y en sus tetas. Ella gimió de placer y pasó sus dedos por el semen para saborearlo y después nos limpió las pollas con su lengua y sus manos.
Cuando termino, se puso el top (entonces pude ver que tenía un tatuaje encima de la cintura del pantalón) y nos metió las pollas en los pantalones. Luego salimos los tres de la habitación y la chica se despidió de nosotros dos con un beso en la boca que nos calentó otra vez. La vimos salir de la comisaria moviendo su culito encantador. Nos dimos la mano y las gracias por el rato que acabamos de pasar y cada uno volvió a donde estaba, el policía a su trabajo y yo a la sala de espera. Cuando llegue, vi que todavía faltaban tres números para mi turno, así que me arme de paciencia y seguí esperando.
Al cabo de unos tres cuartos de hora (esto de la burocracia va despacio), vi como salía mi número, así que me dirigí a la sala que me correspondía y entre en ella. Al cerrar la puerta, casi me caigo de culo. Tenía que dar mi denuncia a la policía más cañón que había visto en mi vida. Morena, alta, una camisa que marcaba sus ricas tetas, unos pantalones del uniforme que dejaban un culito que incitaba a pecar… Me senté, intentando que no viera la erección que tenía (aunque por lo que paso después, creo que no lo conseguí, jejejejeje).
-Bueno, señor, ¿Qué desea denunciar? –dijo, aunque con un tono de voz que me indicaba otra cosa (“¿quieres follarme?”).
-Que me han robado la cartera, oficial –respondí yo, en el mismo tono de voz que ella (“cuando quieras, guapa”).
La conté como había sucedido todo el robo y en un momento dado me dijo que le enseñara donde estaba el bolsillo. Cogí la chaqueta y se le enseñe donde estaba. Ella me pidió la chaqueta y se la di. La sopeso, la dio vueltas en sus manos… y de repente se levantó de su silla, dio la vuelta a su mesa y se colocó detrás de mí. Dejó la chaqueta encima de la silla de al lado de la mía y empezó a besarme en el cuello por detrás de mí. Yo me ponía cada vez más cachondo con esa situación, así que la deje seguir un rato. Cuando este paso, tiro la chaqueta a una percha cercana (por cierto, acertó a la primera) y se sentó en la silla, abriéndose de piernas e incitándome a que la bajara los pantalones y la comiera el coñito. Yo lo hice y empezó a usar mi lengua en círculos por su sexo, mientras ella empezaba a gemir muy bajito.
Un rato después la quite la braguita (azul con puntos negros) muy despacio y volví a bajar a su coñito besándola las piernas, primero la derecha, luego la izquierda y así sucesivamente. Además, iba acariciándolas a la vez, pasando las manos muy suavemente por donde había besado antes.
Cuando volví a llegar a su coñito, en vez de usar la lengua, la metí dos dedos en un movimiento mete-saca, mete-saca, mete-saca, mete-saca… que la puso cachonda perdida…
-Mmmmm, así, así, así…
Yo segui con el procedimiento unos minutos, hasta que me pidió que la metiera la polla hasta el fondo, pues veía que se estaba poniendo muy dura, así que me baje los pantalones y procedí a hacer lo que me pedía.
-Ay, ay, ay, que rica, cariño. Dale, dale, dale. Qué bien lo haces, mmmmmm –gemía mientras se la metía una y otra vez.
Unos minutos después de empezar, y mientras no paraba de follarla, me agache sobre su camisa y se la abrí, dejando a la vista un sujetador a juego con las braguitas (azul con manchas negras). Lo aparte un poco y empecé a acariciar sus preciosas tetas hasta que vi que sus pezones se ponían erectos y muy duros.
-Mmmmm, chúpamelos, guapo, chúpamelos –dijo ella.
Así lo hice. Mi polla la follaba su coñito y mi lengua chupaba sus pezones a la vez. Vi que se ponía cada vez más cachonda, así que renové mis dos movimientos mencionados y ella gritaba y gritaba, gritaba y gritaba…
-Sí, sí, sí, sí, si… sigue así, sigue. Follame fuerte, fuerte.
Segui dándola en los dos sitios un rato, hasta que la dije que se pusiera de pie, se apoyara en la pared y se la metí por detrás, con ella de pie. Ella subía y bajaba, subía y bajaba, subía y bajaba en mi polla, mientras yo la acariciaba las tetas con mis dos manos haciendo círculos sobre ellas.
Cuando note que sus pezones se endurecían todavía más de lo que estaban, la lleve hacia se mesa, me tumbe en ella y ella se subió en mi polla, para cabalgarme como si estuviera en celo…
-Así, así… me gusta tu pollla, mmmmm. Me gusta dentro de mi coñito rico, mmmmm.
Poco a poco, poco a poco, empezó a echarse hacia atrás y hacia delante mientras (primero con una mano y después con la otra) se masturbaba el coñito y, a veces, metía más adentro mi polla de su coñito.
Cuando vio que se cansaba en esa posición, se bajó de mi polla y se la metió en la boca, para jugar con su lengua en la punta. Con las manos, de vez en cuando, hacia círculos en la misma muy despacio. Después empezó a metérsela y a sacársela de la boca, metiendo solo la puntita. Acto seguido volvía a metérsela hasta el fondo de la boca y yo notaba la punta de su lengua, mientras subía y bajaba por toda la longitud de mi pene.
Al cabo de unos minutos, se tumbó encima de mí y puso mi pene entre sus preciosas y delicadas tetas, juntándolas encima de él y moviéndolas arriba y abajo, arriba y abajo, como si estuviera frotándoselas. Así estuvo un buen rato hasta me corrí y mi semen se derramo por todas ellas. Entonces note que ella también se corría.
Se quedó unos minutos encima de mí, descansando. Entonces se vistió (yo hacía lo mismo a la vez). Cuando todo estuvo otra vez en su sitio, me dio a firmar la declaración y nos despedimos con un beso muy, muy, pero que muy caliente…
Al cabo de un mes (más o menos), me llego un paquete a casa. Lo abrí y contenía mi cartera y un DVD. Intrigado, lo puse en el reproductor y vi un video de las mamadas de la primera chica y del polvo con la oficial. Entonces me di cuenta de que las dos chicas tenían cierto parecido y entonces caí… Desde aquel día me había quedado la sensación de que las dos chicas se parecían y en una carta que venía en el paquete la oficial me decía que eran primas y que la primera chica la había dicho que se lo tirara si caía mi caso en su oficina, que mi polla era una maravilla, etc., etc., etc. También explicaba las caras de los policías que me iba encontrando mientras salía de la comisaría, que me miraban con cara de envidia unos, con sonrisas sardónicas otros… Terminaba la carta diciéndome que la llamara cuando quisiera al número que venía por la parte de atrás, que era muy posible que llevara consigo a su prima.
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