domingo, 13 de mayo de 2012

La Ducha del Hotel


Soy el responsable de comunicación de una gran empresa de mi comunidad. Esta me mando a hacer unas gestiones a la capital de mi país, España, con respecto a un modelo de lo que fabricamos. Cogí el billete que me daba mi jefe, hice las maletas y tranquilamente me dirigí a la estación del tren para coger el expreso que me llevaría a Madrid. Este llegó puntual (cosa rara) y, por lo tanto, llegue a la estación termino a la hora justa para poder descansar unas horas antes de las primeras sesiones del congreso, que eran al día siguiente.

Baje del tren, cogí las maletas y me dirigí a la zona de los taxis, donde cogí uno y le pedí que me llevara al Hotel _____, que era donde me había reservado la secretaria de mi jefe una habitación. Llegue, recogí la llave y subí a mi habitación. Por el camino me pareció ver a una chica rubia muy mona sentada en la barra del bar, descansando y tomándose una copilla relajadamente. Me quede mirándola un par de segundos, los suficientes para ver que estaba bastante bien y que podía acercarme a ella para ver si congeniábamos. Pero lo deseche porque al día siguiente tenía que madrugar y me fui directo a mi planta, donde entre en mi habitación. Deje las maletas encima de la cama, saque una muda y me dirige al baño.

Abrí la mampara de la ducha y después el gripo del agua caliente. Me desvestí y cuando iba a entrar oí como llamaban a la puerta. Me puse un albornoz y salí a ver quién era. Resultó ser la chica rubia que creí ver en el bar. Llevaba un pantaloncito corto y un top blanco transparente, que dejaba ver un bikini negro. Me parecía que se había cambiado de ropa desde que la vi en el bar, hacía unos minutos.

   -¿Puedo pasar? –preguntó, con sonrisa picarona.

   -Pues me iba a duchar (me señale el albornoz del hotel), pero pasa - respondí. No sé porque, pero pensé que igual nos duchábamos juntos, jejejejeje.

Ella paso con una sonrisa picarona aún más grande que antes. Cerré la puerta, me volví hacia el interior de la habitación y la invité a sentarse. Lo hizo en la cama y yo entre en el baño para cerrar el agua, que me la había dejado encendida (a partir de aquí puedes elegir entre la opción A o la opción B).

-----/////-----/////-----OPCIÓN A-----/////-----/////-----

Al poco de entrar en el baño, oí un ruido y me volví hacía la puerta. La chica estaba en el umbral, con el pantaloncito casi bajado.

   -No la apagues, guapo.

Y entro en el baño, tras quitarse el pantaloncito del todo. Vi que llevaba el tanguita a juego con el sujetador. Se acercó a mí y me besó varias veces, mientras soltaba el cinturón del albornoz. Este cayó al suelo y ella se fijó en que tenía la polla totalmente dura.

   -Y no querías que entrara, ¿eh? Si no lo hago, ¿cómo habrías bajado eso, eh?

Y la cogió entre sus manos y empezó a masajearla, mientras se metía en la ducha. Yo tuve que seguirla, porque no soltaba mi polla, que empezaba a ponerse bastante dura. Como seguía cayendo agua de la ducha, se mojó el top y vi que llevaba el sujetador de un bikini negro y que sus tetas, marcadas por el agua, eran preciosas. Ella vio donde se dirigían mis ojos y se quitó la prenda, tirándola fuera de la bañera [aquí pasa al relato normal].

-----/////-----/////-----OPCIÓN B-----/////-----/////-----

Entre en el baño y me pareció oír el ruido de la puerta al cerrarse. Pensé que tal vez la chica había recordado que tenía una cita en otra parte y se había ido. Por lo tanto, me quite el albornoz y entre en la ducha, dejando que el agua me corriera por todo el cuerpo.

Un minuto o dos después, oí otra vez como si se abriera una puerta. Asomé por la mampara y vi a la chica dentro del baño, quitándose el pantaloncito y el top y quedándose en un bikini negro. Su figura era espectacular.

  -Que, pensabas ducharte sin mi…- dijo acercándose a la ducha.

  -Pen… pen… pensé que te habías ido. He oído como se cerraba una puerta –dije yo.

  -Era en la habitación de al lado, guapo. Yo solo me voy a meter esa polla en el coñito, que se ve bien buena, jejejeje –respondió ella, acercándose a la ducha y metiéndose en ella.

Empezó por quitarse el tanguita y masturbarse su coñito poco a poco, mientras mi polla se ponía más y más dura. La chica empezó a moverse como si bailara al son de una música sensual y con un dedo me hacía señas de que me pegara a su cuerpo anhelante de un hombre [aquí pasa al relato normal].

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[Aquí sigue cualquiera de las dos opciones] Aquí yo ya estaba caliente del todo y con mis manos empecé a acariciar sus tetas, tras apartar el sujetador. Sus pezones empezaron a excitarse ente mis caricias y el agua caliente que caía de la ducha. Al notarlo, la saque el bikini tras soltárselo y mi lengua acabo de ponerla a tono los pezones. Tras trabajármelos unos minutos, empecé a bajar por toda su anatomía, resbaladiza por el agua que corría por su cuerpo. Llegué a su entrepierna y note que se excitaba todavía más, así que la baje el tanguita, dejándola totalmente desnuda. Empecé a jugar con mi lengua en su coñito, con movimientos circulares primero y metiéndola en su interior después. Todo muy despacio, para que ella se fuera calentado muy despacito.

Al cabo de un rato, ella gimió que quería chuparme la polla, que la excitaba su tamaño, y yo me puse en pie y ella se agacho. El agua seguía mojándonos a los dos. Se metió mi polla en la boca y empezó a jugar con su lengua en la punta, poniéndome todavía más caliente. A veces se la metía hasta el fondo, a veces la dejaba a medias, volvía hasta el fondo, jugaba con sus manos haciendo círculos en mi pene erecto con sus manos, que también enredaban en mi escroto. Al cabo de un rato, los dos estábamos calientes del todo y yo la dije que se levantara y se apoyara en la pared. Ella lo hizo y yo la penetre varias veces muy suavemente, después varias hasta el fondo y después cuatro o cinco con la puntita solo. Ella gemía de placer, aunque por el ruido del agua casi no se la podía oír.

   -Aaaaayyyy, que dura la tienes. Sigue follandome así de duro, guapo. Estoy cachondisima por tu culpa, machote.

Yo seguí metiéndosela por detrás, mientras la agarraba las nalgas y ella seguía apoyada en la pared. Al cabo de un rato, pare y ella se dio la vuelta. Me chupo un poco la polla para mantenerla erecta y se tumbó en el borde de la ducha. Yo la volví a penetrar por delante y ella siguió chillando y chillando y chillando…, mientras se masturbaba el coñito con sus dedos.

   -Mmmmmmm, mmmmmmm… Dale duro, dale duro, dale duro…

   -Te gusta que te follen duro, ¿eh, zorrita mía? –la dije yo para ponerla más cachonda todavía.

   -Sí, mucho, mucho. Sigue así, sigue dándole –respondió ella.

Yo seguí follandola, poco a poco primero, más fuerte a ratos, luego otra vez suavemente y para terminar lo hice de una manera que mezclaba fuerza y suavidad. Mientras, ella se lamia los pezones y se pasaba las manos por las tetas salpicadas de agua y sudor.

Al cabo de un rato, ella se levantó y fui yo el que sentó en el borde de la piscina. Ella se agacho y se metió mi polla en la boca para, según dijo ella, saborear sus fluidos en ella. Cuando terminó, se sentó en ella y empezó a saltar sobre ella, a veces echándose hacia atrás y haciendo círculos y otras veces echándose hacia delante y moviéndose arriba y abajo, arriba y abajo… A veces, también se masturbaba el coñito para calentarse aún más, según decía.

   -Mmmmm, estoy muy, muy caliente. Y la culpa de esta gran polla que tienes, cielo – gritaba unas veces.

   -Dame más, dame más. Follame duro. Me encanta esta polla tan dura – gemía otras veces.

Siguió cabalgando sobre mi polla un rato, hasta que noto que se corría. Cuando eso sucedió, se bajó de mi polla y la volvió a chupar, esta vez no solo para saborear sus efluvios, sino para hacer que me corriera. Al notar que iba a suceder, hizo que me pusiera de pie y siguió con ella en la boca hasta mi semen salió a borbotones, regándola la boca, los labios y las tetas, llenas de agua y sudor, porque no habíamos apagado la ducha en ningún momento.

Y como  agua seguía funcionando, nos duchamos besándonos y acariciándonos durante todo el tiempo que estuvimos para quitarnos el sudor, los fluidos y el resto de cosas que pudiéramos tener en el cuerpo, además de para tranquilizarnos, que una buena ducha relaja que no veas.

Cuando terminamos, ella me seco a mí y yo a ella, haciendo hincapié cada uno en los puntos calientes del otro para excitarnos un poco más. Cuando acabamos, nos vestimos y la invité a cenar en el restaurante del hotel. Después, la dije que si quería quedarse en mi habitación todo el tiempo que estuviera en la ciudad y aceptó. Terminamos de cenar y subimos a la misma para acostarnos. A la mañana siguiente, me acompaño a las reuniones del congreso y disfrutamos de una visita de la ciudad.

A los dos días, se terminó el congreso y yo volví a mi tierra, no sin antes darla mi teléfono y ella el suyo a mí. Nos despedimos en la estación con un “hasta pronto”. La tire un beso y ella me correspondió con otro y la perdí de vista cuando el tren tomo una curva.

2 comentarios:

  1. mmmmmmmm menudo morbo yo elijo la opcion B me a encantado y excitado mucho ufff!!!

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  2. Gracias, guapísima. Tomo nota, jejejeje ;) ;)

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