viernes, 27 de abril de 2012

Sorpresa en la Urbanización


Vivo en una urbanización privada desde hace unos tres años y tengo que reconocer que es una urbanización preciosa y perfecta para vivir tranquilo. Hace unos días me decidí a acercarme al otro extremo (al que nunca había ido, no sé porque. Yo vivo abajo del todo y la urbanización hace una L hacia el norte). Cuando llegue, vi que estábamos bastante lejos de la entrada a mi casa, pero que en síntesis era igual a la parte en la que yo vivo. Pero vi que había un par de puertas distintas a las demás en una esquina del vestíbulo donde yo vivo y en el que estaba. Las puertas normales eran de madera y de color naranja muy claro. Estas que vi yo eran marrones y tenían una placa cada que decía lo siguiente:

“CUARTO DE LA PLANCHA”     “SECADORAS”

 Yo me quede a cuadros. ¿Esos servicios en una urbanización? Bueno, si no lo creía lo tenía delante de las narices. Cuando ya me iba, vi que salía (del cuarto de la plancha) una chica preciosa y que estaba muy buena. Llevaba un cesto con la ropa ya lavada y entro en el cuarto de al lado. Yo me quede quieto un rato, pensando en la belleza que acababa de pasar, y después seguí caminando para terminar de ver lo que había ido a mirar.

Al cabo de un rato volví a la zona de los cuartos anteriormente citados y vi que la puerta estaba cerrada (cuando llegue antes estaba abierta) y me intrigo. Mire por la ventanilla y vi a la chica buenorra de antes hablando con un hombre (supongo que sería su novio).

De repente, la chica se agacho delante del hombre y empezó a bajarle los pantalones y le saco la polla, que comenzó a chupar hasta el fondo poco a poco. El hombre estaba en la gloria. Se ve que deseaba aquello hace mucho tiempo. La chica jugaba con su lengua en la punta del pene del hombre para después metérsela hasta el fondo de su boca una y otra vez, una y otra vez.

Al cabo de un rato, el hombre cogió a la chica por debajo de los hombros y la levanto. La apoyo en unas cestas con ropa sucia, la levanto la falda y, apartándola el tanga que llevaba (esta ya venía con la idea de tirárselo, pensé yo desde la ventana), la empezó a lamer su coñito, mientras ella se metía las manos por debajo de la camisa y se masajeaba las tetas.

   -Mmmmmm, mmmmmm, mmmmm –decía ella, mientras bajaba un dedo a su coñito y después se lo llevaba a la boca, chupándoselo sensualmente.

   Al cabo de un rato, el hombre cambió su lengua por dos dedos y la chica ya empezó a gemir con más fuerza. Yo pensé que iba a llegar más gente y nos iba a pillar (porque yo me estaba masturbando viendo como follaban dentro del cuarto, ya que estaba de lo más caliente).

La chica se movía arriba y abajo, al ritmo que marcaban los dedos del hombre, que al cabo de unos minutos la beso en el cuello, la dijo algo y ella se puso de espaldas a mí, mientras el metía su polla en el culito de ella, que grito de placer con una fuerza inusitada.

   -Así, así, follame el culo, salvaje mío, mmmmmmmm.

Él no se anduvo por las ramas y empezó a moverse hacia adelante y hacia atrás, con un ritmo alto que hacía que la chica se bamboleara hacia delante, mientras se metía dos dedos en su coñito para que no se quedara frío.

Después de unos minutos, el la dio la vuelta y la puso encima de una especie de mesa blanca (al cabo de unos días descubrí que era una lavadora) y la penetro por delante, poco a poco, mientras ella se lamia las tetas con su lengua y seguía gimiendo de placer como si estuviera siendo follada por un animal.

   -¡¡Siiii, aaaaasiiiii, dame fuerte!!

El la hizo caso empezó a penetrarla con más fuerza, moviendo un poco la mesa y haciendo que la chica enrojeciera por el calentón que llevaba encima. Al cabo de un rato, el la señalo el suelo, se tumbó y la chica se colocó encima, tomándole la polla e introduciéndosela en su coñito, gimiendo mientras lo hacía. Empezó a mecerse arriba y abajo, arriba y abajo. Yo seguía mirando y estaba a punto de correrme cuando ella empezó a chillar como una loca…

   -Aaaaaah, aaaaah, me corro, me corro…

Paro su rítmico movimiento, se sacó la polla del hombre y la cogió entre sus manos. La masturbo hasta que salió toda la leche que tenía dentro sobre la parte superior de su coñito. Después cogió un poco y se lo metió en la boca de una manera tan sensual que el hombre se volvió a correr, al igual que yo.

La chica se sentó tranquilamente en una silla cercana, mientras el hombre se levantaba y la besaba en la boca y en el cuello. Después la lamiaron las tetas y volvió a besarla en la boca. Se sentó a su lado y charlaron amigablemente mientras se vestían.

Cuando, al cabo de un rato, vi que se levantaban para irse, me fui yo también hacia la parte de la urbanización donde vivía, recordando lo que había visto y pensando que tenía que volver otra vez, a ver qué pasaba. Cuando llegue a mi portal, mire para arriba y vi como la chica entraba en el portal de al lado del mío y el hombre se iba en un coche verde hacia la capital de la provincia, cerca del pueblo donde yo vivía. Tome nota del hecho y me fui a mi casa.

viernes, 20 de abril de 2012

El Supermercado y el Coche

En casa me dijeron que fuera a hacer las compras del mes al centro comercial que estaba cerca de nuestra casa. Así que hacia allí me fui y deje el coche en el aparcamiento. Le cerré y me dirigí hacia el supermercado. De camino cogí el carro correspondiente y mientras lo hacía paso por mi lado una chica preciosa, con un vestido estampado de flores que resaltaba su bella figura y que hacía que te fijaras en ella. Mientras andaba hacia la entrada del centro, conseguí ver sus preciosas piernas y pensé: “¡¡Joer, que buena que esta la tía!! Aunque me llamo la atención la gorra que la cubría la cabeza.

Todavía pensando en la chica de antes, saque el carro de su sitio y me dirigí hacia el interior del centro comercial. Allí hice las compras que tenía que hacer y volví a ver de lejos a la chica de la entrada varias veces (una de ellas en la sección de videojuegos). Me pregunte donde viviría y que tendría que hacer para conocerla. Pero bueno, quite esos pensamientos de mi cabeza y seguí haciendo las compras y cuando termine me encamine a la caja, donde pague las compras.

Salí del centro comercial tras comprar una revista en el kiosco del mismo y me dedique a meter las compras en el maletero. Cuando acabe, lo cerré, me metí en el mismo y arranque para volver a mi casa. Antes de salir del aparcamiento vi a la chica de antes de entrar como esperando a alguien. La verdad es que no suelo hacer esas cosas, pero con lo buena que estaba por lo menos la miraría hasta que llegara a su casa, así que pare a su lado y la pregunte:

   -Perdona, ¿quieres que te lleve?

  -¿Hacia dónde vas? – contesto ella. La dije que hacía _____ y ella acepto, diciéndome que iba a _____, el pueblo anterior del mío.

Se subió en el asiento del copiloto y arrancamos hacia nuestras casas respectivas. Yo iba concentrado en la carretera, pero cada que parábamos en un semáforo/paso de cebra echaba un vistazo hacia la chica que tenía al lado y que charlaba conmigo animadamente. Pensaba: ¡¡Joer, que piernas tienes y las tetas tampoco están mal!!

   En un momento dado, ella debió de darse cuenta de esas miradas de soslayoy de que mi entrepierna se estaba levantando por ella, porque de repente note su mano sobre mi sexo y su voz que decía:

   -Cambia de marchas, nene, que vamos muy parados, jejejejeje.

   -Lo que estas tocando no es la palanca de cambios, guapa –dije yo, cachondo perdido ya.

Ella se rio picaronamente y me indico que parara en un sitio que ella conocía que estaba a resguardo de miradas indiscretas, mientras no dejaba de acariciarme la zona caliente de mi anatomía. Yo hice lo que me dijo y cuando llegamos a donde me indico yo estaba ya caliente del todo y ella creo que ya estaba desenado llegar, porque en cuanto paramos de volvió hacia mí, se quitó el vestido, dejando ver una ropa interior muy sexy: sujetador rosa claro y braguitas rosas) y me cogió la mano para ponérsela en el pecho derecho. Yo aproveche la ocasión y se lo acaricié durante un rato, hasta que la quite el sujetador y con la lengua empecé a lamerla los pezones. Mientras, ella se metía la mano en la braguita y se masturbaba su coñito.

Al cabo de un rato, con una mano me empujó hacia mi asiento y ella se vino conmigo, bajando mi cremallera y cogiéndome la polla para sacarla de los calzoncillos. Salió casi sola y ella se la metió en la boca hasta el fondo, para después subir y bajar unas cuantas veces con ella dentro de ella. Con su lengua, además, jugaba con la punta de mi polla. Yo pensé que iba a estallar de placer de un momento a otro.

   -Te gusta, eh, cariño –dijo ella volviendo a subir y bajar su lengua por mi pene.

Yo no podía ni hablar, de lo caliente que estaba. Así que la respuesta se la imagino cuando la baje la braguita para meterla un par de dedos en su coñito caliente. Mientras yo la follaba, ella gemía y gemía…

    -Mmmmmm, así, así…. Ahora métemela hasta el fondo, cariño. Estoy deseando que me folles hasta el fondo.

La tome la palabra y de un tirón la subí en mi asiento. Ella enseguida se aupó a mi polla erecta y se la metió hasta el fondo Mientras subía y bajaba, yo la besaba el cuello y la masajeaba las tetas por detrás. Ella gemía como una perra en celo.

   -Mmmm, que dura la tienes. Como me gusta. Así, así, mas, mas, maaaassss….

Después de un rato, la dije que se bajara y se apoyara en su asiento, mientras yo se la metía por detrás. Ella así lo hizo y poco a poco se la fui introduciendo hasta el fondo. Acto seguido, empecé a mecerse rítmicamente contra y hacia atrás, mientras ella volvía a chillar como loca, caliente como la yesca…

   -Más fuerte, cariño, así, así…. Follame mucho, muuchooooo…

Yo la hice caso e incremente mi ritmo de penetraciones, hasta que note que ella se relajaba, señal de que se había corrido. En ese momento, saque mi polla de su vagina, la pedí que se diera la vuelta y tras masturbarme unos momentos, la derramé mi semen por sus bellas tetas. Ella me chupo la polla para quedarse con toda la leche que salía de  órgano sexual y después se pasó las manos por el pecho para poder lamerlas de manera sensual.

Cuando nos tranquilizamos, que tardamos unas media hora (o quizá fue una hora…), ella se vistió y  yo me puse los calzoncillos y los pantalones. Después de decirme que la había follado muy bien, continuamos nuestro camino y la deje en su casa. Allí me hizo meter su dirección en el GPS y su teléfono en el mío. Ella metió en su móvil mi número y me dijo que me llamaría. Luego me beso dos veces y se metió en su casa. Se despidió desde la puerta y yo llegue a la mía, donde decidí esperar la llamada de mi nueva amiga.

¡¡PD: ESTO ES UN RELATO DE UN SUEÑO. NO HA PASADO EN LA REALIDAD (AUNQUE ME GUSTARÍA). NUNCA OS SUBAÍS A UN COCHE CON ALGUIEN QUE NO SEA DE CONFIANZA!!

viernes, 13 de abril de 2012

Otro sueño

Queridos lectores. Les voy a contar el último sueño que he tenido. Es de hace pocos días. La chica llevaba un bikini rojo y unos pantis negros de licra muy ajustados. Estabamos los dos andando por la calle y dio la casualidad de que los dos torcimos por el mismo callejón. Cuando cree que no hay nadie mirando mas que yo, se baja los tirantes del sujetador. Yo, que iba mirando hacia atras, no me di cuenta hasta que casi estaba al lado de ella. Cuando lo hice, se me puso la polla dura, dura, por que la chica tenia unas tetas impresionantes. Me quede quieto por si no me habia visto, pero ella me indico que me acercara, mientras se soltaba el sujetador. Cuando llegue a su altura, la puse las manos en sus pechos y empece a masajearselos, con lo que sus pezones y mi polla se endurecieron aun mas. Después de un rato, me dijo al oido que metiera mi mano en el panti. Asi lo hice, bajandoselos un poco. Ahi ya mi pene estaba a punto de estallar. Empece muy despacio a penetrarla con dos dedos y a masajearla el coñito, alternando ambas cosas. Unos minutos despues, note como se corría y yo también me corri. Ella se vistió, nos besamos y desaparecio por el otro extremo del callejón. Justo a tiempo, porque me di la vuelta hacia la entrada del mismo y vi que se acercaban varias personas. Yo segui mi camino y solo nos enteramos de lo que había pasado la chica y yo (que por cierto, no he vuelto a ver).

El Robo de la Cartera y la Comisaría

Un día, de hace un par de meses aproximadamente, estaba dando un paseo por el centro de la capital de mi provincia cuando, de repente y sin previo aviso, un chico se tropezó conmigo. Sin darme tiempo ni a ayudarle a levantarse ni a decir una palabra, se levantó de un salto y salió corriendo en dirección contraria, dejándome perplejo por lo raro de la situación. Total, que seguí andando tranquilamente y un poco más allá, cuando ya no se veía al chico en cuestión, no sé porque me eche mano al bolsillo de la chaqueta donde llevaba la cartera y no estaba. Entonces me di cuenta de que el chico era un ladronzuelo y que el choque era una excusa para buscarme la cartera y sacármela sin que me diera cuenta. Después de que se me pasara el cabreo, no me quedo más remedio que dirigirme hacia la comisaría, que por suerte estaba cerca de allí.

Cuando llegue allí, vi que había bastante gente esperando. Pero lo que me llamo la atención fue una chica muy guapa y muy sexy del otro extremo de la habitación. Tenía un top azul que la marcaba las tetas y unos pantalones cortos ceñidos que resaltaban sus preciosas piernas. Creo que ella también se fijó en mi (o en que la miraba), porque giro la cabeza hacia donde yo estaba y sonrió de manera picara.

Me acerque a ella y empezamos a charlar. La dije que me habían robado la cartera y ella me contó que la habían robado el bolso. La dije que lo sentía y que aquí se lo arreglarían. Ella sonrió otra vez y dijo que se le tocaba ya, al señalar al número que salía en la pantalla de la sala de espera. Yo la desee suerte y seguí esperando. Eso sí, antes de perderse de vista la volví a mirar sus preciosas piernas y su culito respingón enmarcado por su pantalón corto ceñido.

Al cabo de un rato, me entraron ganas de ir al baño. Me levante y como quedaba todavía mucho para mi turno, me levante y pregunte a un policía por los servicios. Me dijo que por el pasillo que iba, la última puerta a la derecha. Le di las gracias y allí me dirigí. Los encontré, entre y salí, todo en unos minutos. Me dirigía de nuevo a la sala de espera, cuando una puerta se abrió y sin saber muy cómo me vi empujado al interior de una habitación. Cuando conseguí ponerme en pie, vi a la chica de los pantaloncitos cortos y a un policía mirándome.

   -Aquí el uniformado me ha pedido que se la chupe y yo le he dicho que sí, siempre que consiguiera que tu pasaras por aquí y también participaras –me explico ella.

   -¿Y eso por qué? –pregunte yo, mirando al policía, que resultó ser el que me dijo dónde estaba el baño.

   -Porque mientras hablábamos vi cómo se te subía la polla cada vez que respiraba y me subían y bajaban las tetas –respondió ella, y pasó a la acción.

Se quitó el top y dejo a la vista unas tetas preciosas con unos pezones erectos ya. Tuve que reconocer que tenía razón en lo dijo de mirarla las tetas, mientras me bajaba los pantalones y me sacaba la polla, ya bastante dura y se la metía en la boca. Empezó a jugar con su lengua en ella, mientras con una mano también le bajaba los pantalones al policía y empezaba a masajearle su polla.

Su lengua jugaba con la punta de mi polla y yo empezaba a estar en la gloria. De vez en cuando se pasaba la mano libre por las tetas y se la metía en el pantaloncito corto. Al cabo de un rato, cambio de polla en la boca y se la mamo al policía, mientras con la mano me la masajeaba a mí.

Unos minutos después, nos juntó cerca de ella y empezó a mamarnos la polla a los dos a la vez primero, después a mí, siguiendo por volver a hacerlo a los dos a la vez, para pasar al policía y volver a los dos a la vez. Como ya estábamos calientes del todo, los dos nos corrimos en su boca y en sus tetas. Ella gimió de placer y pasó sus dedos por el semen para saborearlo y después nos limpió las pollas con su lengua y sus manos.

Cuando termino, se puso el top (entonces pude ver que tenía un tatuaje encima de la cintura del pantalón) y nos metió las pollas en los pantalones. Luego salimos los tres de la habitación y la chica se despidió de nosotros dos con un beso en la boca que nos calentó otra vez. La vimos salir de la comisaria moviendo su culito encantador. Nos dimos la mano y las gracias por el rato que acabamos de pasar y cada uno volvió a donde estaba, el policía a su trabajo y yo a la sala de espera. Cuando llegue, vi que todavía faltaban tres números para mi turno, así que me arme de paciencia y seguí esperando.

Al cabo de unos tres cuartos de hora (esto de la burocracia va despacio), vi como salía mi número, así que me dirigí a la sala que me correspondía y entre en ella. Al cerrar la puerta, casi me caigo de culo. Tenía que dar mi denuncia a la policía más cañón que había visto en mi vida. Morena, alta, una camisa que marcaba sus ricas tetas, unos pantalones del uniforme que dejaban un culito que incitaba a pecar… Me senté, intentando que no viera la erección que tenía (aunque por lo que paso después, creo que no lo conseguí, jejejejeje).

   -Bueno, señor, ¿Qué desea denunciar? –dijo, aunque con un tono de voz que me indicaba otra cosa (“¿quieres follarme?”).

    -Que me han robado la cartera, oficial –respondí yo, en el mismo tono de voz que ella (“cuando quieras, guapa”).

La conté como había sucedido todo el robo y en un momento dado me dijo que le enseñara donde estaba el bolsillo. Cogí la chaqueta y se le enseñe donde estaba. Ella me pidió la chaqueta y se la di. La sopeso, la dio vueltas en sus manos… y de repente se levantó de su silla, dio la vuelta a su mesa y se colocó detrás de mí. Dejó la chaqueta encima de la silla de al lado de la mía y empezó a besarme en el cuello por detrás de mí. Yo me ponía cada vez más cachondo con esa situación, así que la deje seguir un rato. Cuando este paso, tiro la chaqueta a una percha cercana (por cierto, acertó a la primera) y se sentó en la silla, abriéndose de piernas e incitándome a que la bajara los pantalones y la comiera el coñito. Yo lo hice y empezó a usar mi lengua en círculos por su sexo, mientras ella empezaba a gemir muy bajito.

Un rato después la quite la braguita (azul con puntos negros) muy despacio y volví a bajar a su coñito besándola las piernas, primero la derecha, luego la izquierda y así sucesivamente. Además, iba acariciándolas a la vez, pasando las manos muy suavemente por donde había besado antes.

Cuando volví a llegar a su coñito, en vez de usar la lengua, la metí dos dedos en un movimiento mete-saca, mete-saca, mete-saca, mete-saca… que la puso cachonda perdida…

   -Mmmmm, así, así, así…

Yo segui con el procedimiento unos minutos, hasta que me pidió que la metiera la polla hasta el fondo, pues veía que se estaba poniendo muy dura, así que me baje los pantalones y procedí a hacer lo que me pedía.

   -Ay, ay, ay, que rica, cariño. Dale, dale, dale. Qué bien lo haces, mmmmmm –gemía mientras se la metía una y otra vez.

Unos minutos después de empezar, y mientras no paraba de follarla, me agache sobre su camisa y se la abrí, dejando a la vista un sujetador a juego con las braguitas (azul con manchas negras). Lo aparte un poco y empecé a acariciar sus preciosas tetas hasta que vi que sus pezones se ponían erectos y muy duros.

   -Mmmmm, chúpamelos, guapo, chúpamelos –dijo ella.

Así lo hice. Mi polla la follaba su coñito y mi lengua chupaba sus pezones a la vez. Vi que se ponía cada vez más cachonda, así que renové mis dos movimientos mencionados y ella gritaba y gritaba, gritaba y gritaba…

    -Sí, sí, sí, sí, si… sigue así, sigue. Follame fuerte, fuerte.

Segui dándola en los dos sitios un rato, hasta que la dije que se pusiera de pie, se apoyara en la pared y se la metí por detrás, con ella de pie. Ella subía y bajaba, subía y bajaba, subía y bajaba en mi polla, mientras yo la acariciaba las tetas con mis dos manos haciendo círculos sobre ellas.

Cuando note que sus pezones se endurecían todavía más de lo que estaban, la lleve hacia se mesa, me tumbe en ella y ella se subió en mi polla, para cabalgarme como si estuviera en celo…

    -Así, así… me gusta tu pollla, mmmmm. Me gusta dentro de mi coñito rico, mmmmm.

Poco a poco, poco a poco, empezó a echarse hacia atrás y hacia delante mientras (primero con una mano y después con la otra) se masturbaba el coñito y, a veces, metía más adentro mi polla de su coñito.

Cuando vio que se cansaba en esa posición, se bajó de mi polla y se la metió en la boca, para jugar con su lengua en la punta. Con las manos, de vez en cuando, hacia círculos en la misma muy despacio. Después empezó a metérsela y a sacársela de la boca, metiendo solo la puntita. Acto seguido volvía a metérsela hasta el fondo de la boca y yo notaba la punta de su lengua, mientras subía y bajaba por toda la longitud de mi pene.

Al cabo de unos minutos, se tumbó encima de mí y puso mi pene entre sus preciosas y delicadas tetas, juntándolas encima de él y moviéndolas arriba y abajo, arriba y abajo, como si estuviera frotándoselas. Así estuvo un buen rato hasta me corrí y mi semen se derramo por todas ellas. Entonces note que ella también se corría.

Se quedó unos minutos encima de mí, descansando. Entonces se vistió (yo hacía lo mismo a la vez). Cuando todo estuvo otra vez en su sitio, me dio a firmar la declaración y nos despedimos con un beso muy, muy, pero que muy caliente…

Al cabo de un mes (más o menos), me llego un paquete a casa. Lo abrí y contenía mi cartera y un DVD. Intrigado, lo puse en el reproductor y vi un video de las mamadas de la primera chica y del polvo con la oficial. Entonces me di cuenta de que las dos chicas tenían cierto parecido y entonces caí… Desde aquel día me había quedado la sensación de que las dos chicas se parecían y en una carta que venía en el paquete la oficial me decía que eran primas y que la primera chica la había dicho que se lo tirara si caía mi caso en su oficina, que mi polla era una maravilla, etc., etc., etc. También explicaba las caras de los policías que me iba encontrando mientras salía de la comisaría, que me miraban con cara de envidia unos, con sonrisas sardónicas otros… Terminaba la carta diciéndome que la llamara cuando quisiera al número que venía por la parte de atrás, que era muy posible que llevara consigo a su prima.

sábado, 7 de abril de 2012

Baile en una Discoteca

También lo podeis leer aqui, en el blog de una gran amiga, y muy sexy: http://www.dynamayedacamsex.com/relato-discoteca-caliente-by-mtdsc/.

Estaba en casa aburrido un viernes por la noche, viendo una película en la Sexta3. La verdad, no sabría decir cual, porque la puse para no tener la habitación en silencio.

Pasado un rato oyendo más que viendo la película, llamaron al teléfono. Era un amigo mío que me invitaba a una discoteca, a menear un poco el esqueleto.

    -Ya sabes que no soy muy de eso –conteste.

   -Venga, hombre, si se que estas aburrido ahí metido –dijo mi amigo a mi negativa.

   -La leche, como me conoces. Vale, venga, ahora bajo –conteste, mientras miraba por lo ventana. Estaba esperándome en la calle, mirando hacia mi ventana.

Me vestí rápidamente, porque estaba en pijama y bata, ya que no tenía pensado salir ese día, así que mi amigo solo espero poco tiempo. No subimos a su coche y partimos hacia una discoteca que él conocía, porque yo la verdad, andaba algo verde en ese aspecto.

   -Ya verás cómo te gusta el sitio… -dijo al cabo de unos minutos de silencio.

  -Ya veremos, ya veremos… Ya sabes que no soy amigo de estas cosas –le conteste.

  -Veras como si –recontesto mi amigo, con una sonrisita picarona en los labios.

La verdad es que lo dudaba, pues solo accedí porque era mi mejor amigo y estaba aburrido en casa. Pero bueno, iba con la mente abierta…

Mi amigo puso música y no hablamos mucho, más bien cantamos todo lo que quedaba de viaje. Al llegar al aparcamiento de la discoteca y bajarnos del coche, la verdad es el local me agrado. No tenía las típicas luces estrambóticas y parecía una casa antigua solariega. Entramos y el interior estaba en penumbra, porque las luces estaban muy bajas. Pero la música era agradable y el ambiente pareció muy íntimo y tranquilo, como a mí me gustaba.

Buscamos una mesa y vimos una al final del establecimiento. Nos sentamos en ella y estuvimos observando la situación un rato. Enfrente de nosotros vimos una chica muy mona, de pelo negro muy largo y vestida con una camisa blanca escotada de tirantes y una faldita corta de cuadros blancos y rojos. Llevaba también unos zapatos blancos y un sujetador negro que se veía por los lados de la camisa. No sé por qué, no podía dejar de mirarla. ¿Sería por lo buena que creía que estaba?

Salimos a bailar, pero yo seguía mirando a la chica del fondo. Estuvimos moviendo el esqueleto un rato y tuve que ir al baño. Mire a ver si veía a mi chica preferida de la discoteca, pero parecía que se había ido, porque no estaba donde siempre. Así que me fui al baño algo decepcionado, la verdad.

Entre en el baño y mire a mí alrededor. Era un baño amplio, con cuatro cabinas a la derecha de la puerta, los lavabos a mi izquierda en blanco y los urinarios al fondo, en línea sobre la pared. Yo use una de las cabinas, en concreto la segunda empezando por el fono. En un momento dado, me pareció oír un ruido, pero como no oí más, pues lo deje pasar.

Salí y me acerque al lavabo a lavarme las manos. Me pareció volver a oír el mismo ruido de antes, pero esta vez más cerca. Al parecerme así, me di la vuelta y me di el susto más grande que me había llevado hasta entonces. La chica morena que me gustaba está detrás de mí con cara de deseo libidinoso.

    -He visto que me mirabas mucho…- dijo.

   -Pu… pu… pues s… s… s… si –respondí yo, tartamudeando.

   -Bueno, pues ahora vamos a ver si además de mirar, sabes actuar –dijo ella, acercándose a mí.

Yo, sin querer, retrocedí a la cabina más cercana, cuya puerta doy un golpe contra la pared de la contigua. Ella entro detrás de mí, me termino de empujar sobre la taza y se agacho para cogerme la entrepierna, que no puede evitar que estuviera a pleno rendimiento.

   -Mmmmm, como esta esto. Me encanta – Y agarro la cremallera de los pantalones para bajarla, a la vez que también me quitaba los calzoncillos. Me cogio la polla, la enderezo y empezó a chuparla con la lengua en la punta, para después seguir subiendo y bajando por toda su longitud con sus primorosos labios.

   -Mmmm, que bien los haces, sigue, sigue –chillaba yo.

Ella siguió subiendo y bajando por toda mi polla durante unos minutos más, hasta que paro y agitándola un poco me hizo un gesto para que me levantara.

   -Ahora te toca a ti –dijo, sentándose de donde yo me levantaba.

No me hice de rogar y la tumbe un poco más encima de la taza, para poder actuar con más libertad. La solté los dos botones que tenía en la falda y se la quite, para después apartar un poco el tanqueta y empezar a usar mi lengua en su sexo, dándola vueltas alrededor de la parte superior. Ella empezó a gemir muy bajito, para ir subiendo el volumen mientras yo usaba dos dedos para penetrarla muy suavemente. A la vez la subí un poco la camisa y la empecé a masajear los pezones de sus preciosas tetas.

Deje de masturbarla su sexo y empecé a subir por su cuerpo, pasando por su ombligo y su tórax hasta llegar a sus tetas, que deje de masajear con la mano para pasar a hacerlo con la lengua. Ella seguía gimiendo de placer y dijo:

   -Mmmmm, que bien lo haces, sigue así, sigue.

Continué un poco más chupándola las tetas, hasta que note que estaba preparada para el siguiente paso, así que la penetre y empecé a moverme hacia dentro y hacia afuera, notando como se iba calentando todavía más, a la vez que chillaba con más fuerza y se movía para acompasarse a mis movimientos dentro fuera.

Al cabo de un rato, note que llegaba el momento y pare de penetrarla. Ella se corrió como un ola del mar un par de veces. Después se puso de rodillas y empezó a chuparme otra vez la polla, hasta que me corrí encima de sus tetas. Lamió toda la leche que salió y se metió varias veces el dedo en la boca para saborearlo.

Pasados unos minutos, y después de vestirnos y mirar que no había nadie en el baño, salimos del mismo y nos despedimos, no sin antes cambiarnos los teléfonos por si algún día queríamos repetirlo.

Despedida y algo más...

También lo podeis leer aqui, en el blog de una muy sexy amiga mia: http://www.dynamayedacamsex.com/relato-erotico-de-mtdsc-despedida-de-soltero/.

Estaba en la cocina de mi casa, al mediodía de un viernes bastante soleado para lo que es habitual en la zona donde vivo, mirando por la ventana cuando me entro una sensación de esas que crees que se te está olvidando algo. Estuve un rato pensando que podría ser, hasta que me di por vencido porque no había manera de acordarme. Ya aburrido, me dio por mirar el calendario y ahí estaba. Ese día (creo recordar que era un viernes) tenía un círculo rojo y la siguiente anotación: “DESPEDIDA DE _____”. Me di de cabezazos por no acordarme de que ese día era la despedida de soltero de mi mejor amigo.

Como ya faltaba poco para que vinieran a buscarme (había pasado casi tres horas intentado acordarme del asunto), empecé a prepararme y a las 17:30 horas en punto llamaron al timbre. Baje, salude al hermano de _____ y procedimos a irnos hacia el lugar donde celebraban la despedida, ya que al día siguiente el hermano del conductor del coche se casaba con una chica muy guapa y amiga mía desde la infancia.
Después de una media hora por carretera, llegamos al lugar indicado, pero yo me quede un poco raro, pues no se veía nada, solo una puerta de plástico cerrada. Dudaba de si nos habríamos equivoca, pero el hermano de mi amigo se dirigió hacia allí, así que yo fui detrás de él. Abrió la puerta de plástico y dimos a un pasillo iluminado solo a ratos, bastante largo y muy estrecho.  Mi guía siguió andando y yo detrás, que remedio. No me iba a quedar atrás yo solo, sin saber dónde estábamos ni volver a mi casa.

Así que anduvimos por el pasadizo unos tres minutos según calcule mirando el reloj, porque ya dije que no había mucha luz y al final llegamos a otra puerta, está más moderna, ya que era de madera labrada con un tirador también de metal. Mi acompañante tiro de ella y, como era corredera, se desplazó hacia la izquierda y entramos en una habitación bastante grande, con las paredes recubiertas de listones de madera. Gire la cabeza y aquello me empezó a recordar a un tren antiguo, de esos que tenían compartimientos cerrados para los pasajeros, pero como mi guía no decía nada, pues no podía saber si estaba en lo cierto o no.

Nos reunimos con más personas, ya que mi acompañante me hizo pasar a otra habitación adyacente a la que habíamos llegado. Reconocí a varias personas y estuvimos hablando un rato, hasta que empezamos a oír un traqueteo sincrónico y monótono. Algunos nos acercamos a las ventanas y vimos que nos movíamos, pero hasta que no pasamos sobre un pequeño lago no supimos a ciencia cierta que íbamos en un tren antiguo. Todos no quedamos sorprendidos de la forma de celebrar el evento de nuestro amigo, que apareció en ese momento.

  -Que, ¿qué os parece? –dijo.

  -Muy logrado y efectista –dijimos todos a coro.

Y empezó la fiesta. Nuestro amigo nos hizo pasar al vagón restaurante del tren, donde estaba dispuesta una mesa corrida hasta el final del vagón, llena de comida y bebida. Nos fuimos sirviendo y de repente empezó a sonar música. Todos nos volvimos y vimos a un dúo tocando canciones de moda.

Bailamos, comimos y bebimos un largo rato. Y de repente me fije que la cantante, una chica morena, de muy buen ver, no dejaba de mirar al anfitrión de la fiesta y que este parecía receptivo, pero no le hice caso porque yo estaba intentando ligarme a otra asistente a la fiesta. Pero al cabo de un rato, me volví a mirar al dúo y vi. que no estaban tocando, que era un disco y que la chica no estaba por ninguna parte.

   -Oye, ¿has visto a ___? –pregunte al hermano del novio.

   -Pues…. –respondió el.

   -Anda, dime donde está, que no he podido hablar con él para felicitarlo todavía –dije yo, aunque no sé porque me imaginaba donde estaba.

   -Bueno, va. Está pasando la puerta del fondo. Después, la tercera puerta a la derecha  -dijo al fin, después de dudar unos segundos.

Le dije a mi futuro ligue (si todo iba bien) que me esperara allí, que enseguida volvía, que iba a hablar con nuestro anfitrión. Ella asintió con la cabeza (pues creo que esperaba que nos fuéramos juntos después de la fiesta) y yo me dirigí a donde me habían indicado. Traspase la puerta y empecé a sospechar que allí había gato encerrado, porque no había nadie y solo había varias puertas cerradas, eso sí, con cristales para poder mirar en el interior. Como me dijeron la tercera puerta a la derecha, pues allí me dirigí y vi que mis sospechas se confirmaban. Allí estaban mi amigo y la cantante, en actitud acaramelada, sentados en una cama (debía ser el vagón dormitorio). Me indigne, pues se casaba la semana siguiente y allí estaba, intentado follarse a una cantante que acababa de conocer (la verdad es que siempre fue muy ligón). Cuando iba a entrar para ponerle las cosas claras, ella le beso apasionada-mente y él se lo devolvió, así que me quede observando la situación desde la ventana que tenía la puerta. Él puso sus manos en el culo de ella y así estuvieron varios minutos, ella besándole y el acariciándola el culo.

Después él puso sus manos en sus tetas y empezó a masajeárselas, apartándola el top blanco que llevaba hacia abajo. En unos minutos mi amigo empezó a chuparla los pezones y ella se quitó el top, tirándole al suelo. Mi amigo siguió chupándola los pezones y apretándola las tetas hasta que ella le empujó hacia atrás y fue bajando hasta su entrepierna, donde bajo la cremallera del pantalón y le saco la polla. Empezó a chupársela arriba y abajo, arriba y abajo, mientras con las manos se la masajeaba haciendo círculos. Vi como con la lengua hacia círculos en la punta de la polla de mi amigo, que jadeaba de placer. Estuvieron un rato así, hasta que mi amigo se levantó, la bajo los pantaloncitos cortos que llevaba y empezó a besarla en la zona alrededor de su coñito, mientras ella se tocaba las tetas jadeando como si estuviera en celo (que lo estaba). Después de masajearla la zona del coñito unos minutos, _____ la bajo el tanguita y la penetro tras ponerla a cuatro patas.

   -Oooooh, ssiii… sigue, sigue, aaaaahhhhhh –chillaba ella.

Después de follarla de esa manera durante un rato, la tumbo en la cama y se la metió de frente, mientras ella se movía hacia los lados y arriba abajo. Al cabo de un rato de estar así, ella se levantó, le beso y le obligo a volver a tumbarse, para sentarse encima de su polla y cabalgarla de manera perfecta arriba-abajo durante unos minutos, mientras jadeaba  pidiendo más y de vez en cuando mi amigo la chupaba las tetas cuando ella se agachaba hacia su boca.

   -Follame, follame, sigue así, sigue así, aaaaahhhhh, aaaahhhhh, mmmmm –gritaba ella, mientras seguía cabalgando a mi amigo.

Al cabo de un rato de estar así, mi amigo hizo que la chica se bajara y se sentara en la cama, mientras él se masturbaba para correrse encima de sus tetas. Una vez hecho eso, ella se lo volvió a meter en su boca para recoger lo que podría faltar del semen de mi amigo.

    -Tu novia puede estar contenta, la vas a follar la mar de bien. Mmmmmm –dijo ella cuando termino de chuparle la polla por segunda vez.

En ese momento, cuando la muy puta menciono a mi amiga, no pude aguantarme más.Entre en la habitación y le puse verde por ser tan cabrón. Ella se tapó con la sabana de la cama mientras miraba para otro lado. Después de decirle lo que pensaba de él, me fui de aquel vagón muy enfadado (aparte de cachondo, porque claro, había visto como una pareja follaba delante de mí, y eso –por muy cabreado que estuviera- no se podía olvidar) y volví al comedor, donde encontré a mi chica esperándome. Me acerque a ella y la dije que si quería irse, que yo me iba, pero que si quería quedarse que no me importaba. Ella me pregunto que que pasaba, que había tardado mucho y que venía muy enfadado y con un subidón de aúpa, que me lo notaba en la cara. Yo le conté lo que había visto y vi que tampoco la gustaba un pelo, pues también era amiga de la novia. Así que nos despedimos de varios amigos y salimos del tren, que había parado en un pueblo cercano para que los invitados que lo desearan se bajaran allí. Tomamos un taxi y llegamos a mi casa. Ya en la puerta, me baje del vehículo y saque el dinero para pagarla el trayecto a su casa, pero ella se adelantó y dijo:

    -¿Por qué no subimos y nos tomamos algo?

   -Vale, de acuerdo –conteste, pensando en que todavía podríamos liarnos y acabar bien el día.

Así que despedí al taxista y acompañe a la chica hasta la puerta de mi casa. Saque de la bandolera las llaves y entramos. La dije que se pusiera cómoda en el sofá del salón, mientras yo iba a preparar las copas (me dijo que quería un vino español, así que prepare dos). Después me dirigí al salón. Desde la puerta la observe y vi lo guapa que era y lo buena que estaba. Llevaba un vestido de lentejuelas plateadas hasta un poco más arriba de las rodillas y un escote generoso, que cuando se agachaba dejaba ver sus preciosas tetas. Aunque sus piernas tampoco eran mancas. Me acerque ya muy caliente, pero no dije nada porque si acaso metía la pata. La di su copa y empezó a bebérsela de manera muy sensual, enseñando sus preciosos labios y dejando que un poco de líquido se le resbalara por su escote. Ahí descubrí que ella también estaba deseando liarse conmigo esa noche. Así que decidí lanzarme y aproveche que seguía cayéndola liquido por el escote para besarla el canalillo. Ella se dejó y se hecho un poco para atrás, hasta recostarse en el reposacabezas para dejarme trabajar mejor. Yo procedí a retirarla un poco el vestido para lamerla el pezón de la teta derecha durante un rato, para después pasar al izquierdo con la misma maniobra de retirar el vestido.Despuésprocedí a levantarla para quitarla el vestido y dejarlo sobre uno de los brazos del sofá. Entonces la tumbe sobre el sofá y baje de sus preciosas tetas hasta el coñito besándola por todo el abdomen. Al llegar, mi lengua empezó a trabajar en la zona, mientras con una mano la acariciaba las tetas, notando como tenía los pezones erectos.

  -Sigue, sigue… -gemía.

Pase entonces a meterla dos dedos en el coñito y penetrarla varias veces. Ella se movía disfrutando de la situación y gemía muy bajito. En ese momento decidí penetrarla con la polla, que la tenía preparada para ello. Ella lo vio y se colocó para ello. Al hacerlo, empezó a gemir más alto y al cabo de una rato la cogí por la cintura, la levante y me senté en el sofá, con ella sobre mi polla, moviéndose arriba y abajo rítmicamente durante un largo rato. Se la notaba cachonda pérdida, la verdad.

   -Aaaaaaaaaaaahhhhhhh, que bien, follame, métemela  hasta el fondo, cariño. Dale, dale… Aaaaaaaaaaaaaghhhhh –gritaba de vez en cuando.

Al cabo de un rato, ella se descabalgo y se puso a chuparme la polla. Con la lengua me hacía sentir la polla a punto de estallar, mientras que con la mano me la daba un masaje que hacía que cada vez estuviera más llena, hasta que me corrí fuertemente en su boca y sobre sus tetas desnudas. Note que ella también se corrió  a la vez que yo porque gritaba de manera rítmica, a la vez que se masturbaba con su mano libre para terminar del todo, sin que nada se quedara dentro.

Al ver que todo terminaba, nos besamos otra vez y después de recuperar fuerzas tumbándonos abrazados en el sofá, bajamos al garaje, cogimos mi coche y la lleve a su casa, donde me dio las gracias por haberla follado tan bien, por el raro que la había hecho pasar y me dio su e-mail para que le escribiera cuando quisiera. Yo la correspondí con el mío y también la di las gracias. Entonces nos volvimos a besar y ella entro en su casa. Yo volví a la mía y me fui a la cama de lo más relajado, como se pueden imaginar, queridos lectores. No se si sabránustedes lo que pasa cuando nos escribimos, más o menos una vez al mes, casi siempre un viernes o un sábado….

viernes, 6 de abril de 2012

La Sala de Cine

También podeis leerlo aqui, en el blog de una muy, muy sexy amiga mia: http://www.dynamayedacamsex.com/relato-porno-cine/.

Estaba aburrido en casa. Era un viernes por la tarde y no tenía nada que hacer, así que decidí mirar el periódico para ver que películas había en la cartelera. Las mire una por una y al final me decidí por una de acción. Me vestí y cogí las llaves del coche para dirigirme al cine. Cuando llegue, compre la entrada y me dirigí a la sala. Mientras me dirigía a la misma, vi a una chica morena monísima y muy sexy que también se dirigía a la entrada de las salas y que iba delante de mí. Llevaba un pantalón vaquero muy ceñido y una camisa blanca muy justa, que la marcaban su culito y sus tetas. Para mi sorpresa, cuando pasó por la entrada me di cuenta de que se dirigía a mí misma sala. Me dije para mí: “si la película resulta que es aburrida, por lo menos me distraeré mirando a ese bombón”.

    Al llegar a la sala, me senté en mi butaca y con alegría vi que estaba cerca de la chica de los pantalones, sentada cinco butacas más allá. Pero al apagarse las luces vi que entraba una familia acompañada por la azafata, que les mostraba donde estaba sus asiento. Era otro bombón, la jodia, otra morenaza de impresión. Y eso que llevaba el uniforme de la empresa, que no era nada favorecedor.

    Mientras la familia se sentaba, la película empezó y deje de pensar en la azafata y me centre en  la pantalla, para no perderme nada de lo que pasaba en el film, que era de esos de acción y misterio y si pestañeabas, te perdías algo y luego andabas loco el resto del metraje.

    Cuando ya llegaba el final de la película, empecé a oír ciertos ruidos que a mí me parecían gemidos cachondos, así que empecé a mirar en todos lados hasta que encontré la fuente de los ruidos. Era la morenaza de cinco butacas másallá, que se estaba besando con la azafata del cine. Yo me pregunte como demonios había subido la empleada, si por delante de mí no había pasado, hasta que vi que había otra escalera a mi derecha, al fondo del todo. Y otra cosa que me pregunte es si no podría ayudarlas en lo que estaban haciendo.

Ellas seguían besándose y metiéndose mano sin reparar ni en mis pensamientos ni en mi persona, pero al cabo de unos minutos de magrearse la azafata se volvió hacia donde yo estaba y pude oír que le decía a su compañera sexual:

   -Oye, ahí un tío. ¿Nos lo montamos con él?

  -Pues claro. Una buena polla no nos vendría mal, jejejejeje – oí que respondía la chica.

   Entonces, de reojo, porque no me atrevía a volver la cabeza, vi como la azafata se acercaba a mí y desabrochándose la chaqueta del uniforme para que viera que llevaba las tetas muy apretadas, me dijo:

   -Oye, guapo, somos dos hembras deseosas de una buena polla y hemos pensado en ti. ¿Te apetece?

   La respondí que adelante, que era todo suyo y de su compañera. Me levante de mi asiento y me acerque a la morenaza de la entrada, que se había quedado en su sitio mientras se masturbaba su coñito para mantenerse caliente.

   Mientras llegábamos al sitio de la morenaza, yo iba acariciando las tetas de la azafata desde atrás, a través de la camisa (que había desabrochado para la ocasión, jejejeje). Vimos que la morenaza se llevaba a la boca un dedo que había estado pasando por su coñito. Eso nos puso más cachondos de los que estábamos a la azafata y a mí.

    Cuando los dos llegamos al lado de la morenaza, le quite la camisa del todo a la azafata y empecé a masajearla las tetas, mientras la otra chica la subía la falda y empezaba con una mano a masturbarla, mientras con la otra seguía haciendo lo mismo con ella con su otra mano.

    Estuvimos así un rato, hasta que cambiamos de posición y descamise a la morenaza y masajeé sus tetas mientras la azafata la quitaba el pantalón y la metía la mano en su coñito, mientras con la otra hacia lo mismo con el suyo.

    Al cabo de unos momentos, paramos de hacer lo que estábamos haciendo. Ellas aprovecharon para desnudarse del todo y que pudiera contemplar sus cuerpazos unos momentos, antes de que empezaran a besarse y a lamerse todo el cuerpo, mientras yo me quitaba los pantalones y la ropa interior. Vi que mi polla estaba dura del todo y la mantuve así mientras las chicas seguían lamiéndose todo el cuerpo por unos minutos, hasta que se dieron la vuelta y empezaron a chuparme el pene por turnos, primero la azafata y luego la morenaza (¡¡joder, que bien lo hacían!!).  Sus lenguas jugaban con la punta de mi polla y luego bajaban hasta el final y volvían a subir, así durante un rato. Hasta que la azafata dijo que estaba cachonda y que quería que la follara bien duro. Me senté en la butaca de la morenaza, que estaba impregnada de su buen olor y la azafata se sentó encima de mí, empezando a moverse arriba y abajo, arriba y abajo… mientras la morenaza la comía las tetas y usaba sus manos para mantenerse caliente.

   -Mmmmmm, que bien lo haces. Sigue, sigue, follame duro, muy duro –gritaba la azafata.

    Después de un rato, la azafata se descabalgo y, tras volver a chuparme la polla para que no perdiera su dureza, le dijo a la morenaza que ahora le tocaba a ella. Así que se acercó a mí, se apoyó en la butaca de al lado, a cuatro patas, y lo la penetre hasta el fondo, con un movimiento de dentro-fuera que la hacía gemir de placer.

   -Dale, dale más, dale. Follame fuerte. Siii, así, así –Mientras, la azafata la comía las tetas y se masturbaba a la vez.

    Unos minutos después, pare de penetrarla y la morenaza se sentó en la butaca en la que estaba y empezó a comerla el coñito a la azafata y yo a la morenaza, hasta que ya empezaron a chillar como dos perras en celo. Unos minutos después, entre las dos me sentaron en la butaca de la que se había levantado la morenaza y volvieron a empezar a hacerme una mamada hasta que se corrieron ellas e hicieron que yo me corriera en sus caras y tetas. Antes de irnos, se besaron para intercambiarse mi semen y se pasaron las manos por sus pechos para extenderlo todo lo que pudieran.

    Cuando ya estuvimos los tres tranquilos, nos vestimos mutuamente mientras yo pasaba mis manos por sus culitos y coñitos al ponerlas las bragas y sus ropas. Después, nos tomamos unos refrescos en el bar del cine y cada uno se fue por su lado, no sin antes quedar en volver a vernos algún día, para lo cual nos intercambiamos las respectivas tarjetas de visita.

El Balneario

Iguasl no creesis lo que voy a contar en este relato. La verdad es que todavía no me lo creo ni yo. Todavía pienso que no ha pasado, pero ha pasado de verdad. Y aqui os lo voy a contar, a ver que os parece a vosotros, mis lectores:

"Como tenía cuatro días de vacaciones, como la mayoría de la gente en este país, pues decidi irme a un balneario a descansar y desconectar. Total, que hice la reserva, la maleta y para alla que me fui. Al llegar me registre y vi en la recepción a una chica preciosa que también se estaba registrando.

Total, que me dieron la llave y me enseñaron el bungalow (pues en este no habia habitaciones). El botones se fue y yo deshice la maleta, colgue algunas prendas y sali a la terraza. y cual fue mi sorpresa que la chica preciosa de la recepción estaba en el de al lado. La salude y ella me devolvió el saludo. Esto fue el miércoles por la tarde-noche. Después de lo anterior baje a cenar y me metí en la cama.

Al día siguiente, me levante, desayuné y me fui a las piscinas y a que me dieran unos masajes. Con todo eso, no volví al bungalow hasta bien entrada la tarde. Me tumbe en la cama y de repente oigo unos ruidos que parecen venir del de la chica.

Me asomo a la terrza y alli esta ella, en un bikini blanco que perfilaba su preciosa figura, en la que destacaban unas tetas redonditas y unas piernas torneadas que eran un primor. Ella creo que no me habia visto, pues seguia mirando hacia un bosque cercano. Tengo que reconocer que estaba tan buena que no podia apartar la vista de alli, aunque quiza deberia haberlo hecho.

Al cabo de un rato se dio la vuelta y, sin previo aviso, se metio su mano derecha en la parte de abajo del bikini y empezo a masturbarse, sin percatarse de que yo estaba allí. El movimiento de su mano cada vez era mas rápido y ello se reflejaba en la casa, cada vez mas roja de placer.

Unos minutos mas tarde se bajo el bikini y se abrio el coñito para meter mas facilmente sus dedos en el. Primero muy despacio y después un poco mas deprisa. Así estuvo cierto rato, hasta paro y entro en la habitación.

Yo no salia de mi asombro. Volvi a pensar que debia de dejar de mirar ese acto intimo, pero tal y como tenia mi pene creo que no hubiera podido hacerlo. Ademas, habia una especie de barrera de bambú que hacia muy dificil que me viera si no se acercaba.

En estas tribulaciones mentales estaba cuando la chica volvió a salir, estaba vez totalmente desnuda y con algo en la mano (de que era un consolador rosa me entere al día siguiente). Se habia quitado el sujetador de bikini dentro y todavía estaba mas buena que con el. intente ver que llevaba en la mano, pero no lo conseguí. Ella se sentó en una silla y empezó a chuparlo como si lo hiciera con una polla. Se lo metía en la boca y se lo sacaba, se metia solo la punta y después se lo tragaba entero. Así estuvo unos minutos hasta que se penetró con el, haciendo los mismos movimientos que cuando se lo metió en la boca. Además. a veces le daba vueltas dentro de su coñito.

 -Mmmmm, pero que rico que es esto, por dios. Como me gusta -gemia, aunque casi no la podia oir de bajito que lo decia (lo cual ratificaba que estaba cachonda perdida).

Al cabo de un rato, se levanto de la silla, se puso a cuatro patas y se metio lo que fuera que estaba usando por detras, como si un hombre la poseyera desde atras. Dentro-fuera, dentro-fuera, dentro-fuera, asi estuvo un rato grande, como en la postura anterior.

-Siii, siiii, siiii, siiii, que rico, que rico. Estoy cachonda perdida, perdida del todo -empezó a gemir otra vez.

Cuando se canso, puso su "ayudante" encima de la silla y se sento encima, para saltar sobre el un buen rato. Cuando se corrió, se volvió a meter el artefacto en la boca y volvio a chuparlo un rato, hasta que se tranquilizo y entro en la habitación. Al cabo de un rato, oí como habia puesto la ducha y mire hacia abajo, hacia mi polla. Se habia puesto tan dura viendo el espectaculo que habia divisado que se habia corrido sin tocarla (hay que reconocer que habra para siempre una mancha en el bambú, aunque intente limpiarla lo mejor que pude). También tengo que decir que la erección no bajaba ni pa'tras, así que fui al baño y pensando en la vecina en la ducha, consegui dejar en su estado normal mi polla.

Después me vesti y baje a cenar, coincidiendo en el restaurante con la chica del bungalow de al lado, que me saludo muy simpatica, como siempre que nos habiamos cruzado. la devolví el saludo y cené tranquilamente. Volví a mi habitación y me dormi.

Al día siguiente, al bajar a desayunar, abri la puerta y vi un sobre. En realidad era un papel doblado que ponía lo siguiente:

QUE SEPAS QUE AYER TARDE LO PASE MUY BIEN PENSANDO QUE ME ESTABAS OBSERVANDO MIENTRAS ME DIVERTIA CON MI AMIGUITO ROSA, JEJEJEJEJE. ESPERO QUE TE DIVIRTIERAS TANTO COMO YO. TE DEJO MI E-MAIL PARA QUE SI QUIERES HACERME LO MISMO, ME AVISES

Lo lei dos veces y pense que cuando salio desnuda era porque yo estaba alli y queria que viera lo bien que me haria el amor si me pillara por banda. Como en el papel ponia su e-mail, decidi que cuando tuviera otro hueco libre, probaria lo que tenia que ofrecerme, que por lo que habia visto era mucho. Doble el papel, lo meti en la maleta y me fui a desayunar".

Que, ¿creeis que es verdad o lo soñe? si no fuera porque la mancha estaba alli por la mañana, yo creeria que lo había soñado...

Chiste Picante III

Habia una pelea en la calle y pasaba por alli una anciana un poco sorda. Al verla, pregunto a un señor que habia al fondo:

-¿Que esta pasando, señor?

-Una pelea, señora.

-¿Que dice que se eleva?

-No, señora, una riña.

-Ah, una niña...

-Que no. Que un disputa...

-Ah, bueno, si es puta no esta tan niña.

Chiste Picante II

Estaban dos amigos en un bar y uno le dice al otro:

-A ver, ¿tu sabes como estan las monjas cuando se va la luz en Portugal?

-Ni idea.

-A os curas, a os curas.

jueves, 5 de abril de 2012

Chiste Picante I

La señora estaba en la sala de espera de un ginecólogo, cuando la mandan pasar a ver al doctor. Este la dice que se siente y le explique el problema. Ellla lo hace y el médico la dice que se desnude, se ponga la bata verde de la percha y se coloque en la camilla.

Ella lo hace y el medico empieza a examinarla. Cuando llega a la vagina, introduce un dedo en ella para buscar algun problema. En ese momento suena el movil y el lo coge.

-Hombre, ¿que es de tu vida?

-Pues bastante bien, amigo. Oye, ¿donde esta tu casa?

-Pues mira, ¿donde estas?

-En la calle _____.

-Vale. Mira, sigue recto 300 metros, en la primera rotonda giras a la izquierda, despues otra vez todo recto, en otra rotonda a la derecha, luego en el cruce a la izquierda y en la tercera rotonda a la derecha. Y ya estarias aqui (mientras lo iba diciendo iba haciendo los gestos con mímica).

-Vale. enseguida llego.

El médico cuelga el telefono y le pregunta a la paciente:

-¿Donde estabamos, señora?

-En la rotonda, doctor -dijo ella, totalmente cachonda.

lunes, 2 de abril de 2012

Advertencia (no es un relato)

Queridos lectores, les voy a hacer una advertencia. Luego ustedes la siguen o no. Pues aqui va: Nunca hagan un homenaje a una chica (como he hecho yo con las cuatro páginas de "Mis Chicas") si a la vez estan viendo películas donde salgan pibones como Megan Fox, Sienna Miller o Rachel Nichols. Del calentón que pille bajando las fotos para las páginas y viendo como las saltaban las tetas (Megan Fox en "Transformes"), mostraban el culo encima de una moto (Megan Fox en "Transformers"), envueltas en latex (Sienna Miller en "G. I. Joe") o corriendo en una cinta con las tetas apretadas en un top tres tallas menor (Rachel Nichols en "G. I. Joe"), arde mas de 40 minutos en poder terminar la página. Eso si, antes tuve que hacer algo para bajar el mencionado calentón. Avisados quedáis, lectores míos (las lectoras que cambién las chicas y las películas por chicos, jejejeje). Saludos a todos.