Estaba en la cocina de mi casa, al mediodía
de un viernes bastante soleado para lo que es habitual en la zona donde vivo,
mirando por la ventana cuando me entro una sensación de esas que crees que se
te está olvidando algo. Estuve un rato pensando que podría ser, hasta que me di
por vencido porque no había manera de acordarme. Ya aburrido, me dio por mirar
el calendario y ahí estaba. Ese día (creo recordar que era un viernes) tenía un
círculo rojo y la siguiente anotación: “DESPEDIDA DE _____”. Me di de cabezazos
por no acordarme de que ese día era la despedida de soltero de mi mejor amigo.
Como ya faltaba poco para que vinieran a
buscarme (había pasado casi tres horas intentado acordarme del asunto), empecé
a prepararme y a las 17:30 horas en punto llamaron al timbre. Baje, salude al
hermano de _____ y procedimos a irnos hacia el lugar donde celebraban la
despedida, ya que al día siguiente el hermano del conductor del coche se casaba
con una chica muy guapa y amiga mía desde la infancia.
Después
de una media hora por carretera, llegamos al lugar indicado, pero yo me quede
un poco raro, pues no se veía nada, solo una puerta de plástico cerrada. Dudaba
de si nos habríamos equivoca, pero el hermano de mi amigo se dirigió hacia
allí, así que yo fui detrás de él. Abrió la puerta de plástico y dimos a un
pasillo iluminado solo a ratos, bastante largo y muy estrecho. Mi guía siguió andando y yo detrás, que
remedio. No me iba a quedar atrás yo solo, sin saber dónde estábamos ni volver
a mi casa.
Así que
anduvimos por el pasadizo unos tres minutos según calcule mirando el reloj,
porque ya dije que no había mucha luz y al final llegamos a otra puerta, está
más moderna, ya que era de madera labrada con un tirador también de metal. Mi
acompañante tiro de ella y, como era corredera, se desplazó hacia la izquierda
y entramos en una habitación bastante grande, con las paredes recubiertas de
listones de madera. Gire la cabeza y aquello me empezó a recordar a un tren
antiguo, de esos que tenían compartimientos cerrados para los pasajeros, pero
como mi guía no decía nada, pues no podía saber si estaba en lo cierto o no.
Nos reunimos con más personas, ya que mi
acompañante me hizo pasar a otra habitación adyacente a la que habíamos
llegado. Reconocí a varias personas y estuvimos hablando un rato, hasta que
empezamos a oír un traqueteo sincrónico y monótono. Algunos nos acercamos a las
ventanas y vimos que nos movíamos, pero hasta que no pasamos sobre un pequeño
lago no supimos a ciencia cierta que íbamos en un tren antiguo. Todos no
quedamos sorprendidos de la forma de celebrar el evento de nuestro amigo, que
apareció en ese momento.
-Que, ¿qué os
parece? –dijo.
-Muy logrado y
efectista –dijimos todos a coro.
Y empezó la
fiesta. Nuestro amigo nos hizo pasar al vagón restaurante del tren, donde
estaba dispuesta una mesa corrida hasta el final del vagón, llena de comida y
bebida. Nos fuimos sirviendo y de repente empezó a sonar música. Todos nos
volvimos y vimos a un dúo tocando canciones de moda.
Bailamos, comimos
y bebimos un largo rato. Y de repente me fije que la cantante, una chica morena,
de muy buen ver, no dejaba de mirar al anfitrión de la fiesta y que este
parecía receptivo, pero no le hice caso porque yo estaba intentando ligarme a
otra asistente a la fiesta. Pero al cabo de un rato, me volví a mirar al dúo y
vi. que no estaban tocando, que era un disco y que la chica no estaba por
ninguna parte.
-Oye, ¿has visto a
___? –pregunte al hermano del novio.
-Pues…. –respondió
el.
-Anda, dime donde
está, que no he podido hablar con él para felicitarlo todavía –dije yo, aunque
no sé porque me imaginaba donde estaba.
-Bueno, va. Está
pasando la puerta del fondo. Después, la tercera puerta a la derecha -dijo al fin, después de dudar unos segundos.
Le dije a mi
futuro ligue (si todo iba bien) que me esperara allí, que enseguida volvía, que
iba a hablar con nuestro anfitrión. Ella asintió con la cabeza (pues creo que
esperaba que nos fuéramos juntos después de la fiesta) y yo me dirigí a donde
me habían indicado. Traspase la puerta y empecé a sospechar que allí había gato
encerrado, porque no había nadie y solo había varias puertas cerradas, eso sí,
con cristales para poder mirar en el interior. Como me dijeron la tercera
puerta a la derecha, pues allí me dirigí y vi que mis sospechas se confirmaban.
Allí estaban mi amigo y la cantante, en actitud acaramelada, sentados en una
cama (debía ser el vagón dormitorio). Me indigne, pues se casaba la semana
siguiente y allí estaba, intentado follarse a una cantante que acababa de
conocer (la verdad es que siempre fue muy ligón). Cuando iba a entrar para
ponerle las cosas claras, ella le beso apasionada-mente y él se lo devolvió,
así que me quede observando la situación desde la ventana que tenía la puerta.
Él puso sus manos en el culo de ella y así estuvieron varios minutos, ella
besándole y el acariciándola el culo.
Después él puso sus manos en sus tetas y empezó a
masajeárselas, apartándola el top blanco que llevaba hacia abajo. En unos
minutos mi amigo empezó a chuparla los pezones y ella se quitó el top,
tirándole al suelo. Mi amigo siguió chupándola los pezones y apretándola las
tetas hasta que ella le empujó hacia atrás y fue bajando hasta su entrepierna,
donde bajo la cremallera del pantalón y le saco la polla. Empezó a chupársela
arriba y abajo, arriba y abajo, mientras con las manos se la masajeaba haciendo
círculos. Vi como con la lengua hacia círculos en la punta de la polla de mi
amigo, que jadeaba de placer. Estuvieron un rato así, hasta que mi amigo se
levantó, la bajo los pantaloncitos cortos que llevaba y empezó a besarla en la
zona alrededor de su coñito, mientras ella se tocaba las tetas jadeando como si
estuviera en celo (que lo estaba). Después de masajearla la zona del coñito
unos minutos, _____ la bajo el tanguita y la penetro tras ponerla a cuatro patas.
-Oooooh, ssiii…
sigue, sigue, aaaaahhhhhh –chillaba ella.
Después de
follarla de esa manera durante un rato, la tumbo en la cama y se la metió de
frente, mientras ella se movía hacia los lados y arriba abajo. Al cabo de un
rato de estar así, ella se levantó, le beso y le obligo a volver a tumbarse,
para sentarse encima de su polla y cabalgarla de manera perfecta arriba-abajo
durante unos minutos, mientras jadeaba
pidiendo más y de vez en cuando mi amigo la chupaba las tetas cuando
ella se agachaba hacia su boca.
-Follame, follame,
sigue así, sigue así, aaaaahhhhh, aaaahhhhh, mmmmm –gritaba ella, mientras
seguía cabalgando a mi amigo.
Al cabo de un rato
de estar así, mi amigo hizo que la chica se bajara y se sentara en la cama,
mientras él se masturbaba para correrse encima de sus tetas. Una vez hecho eso,
ella se lo volvió a meter en su boca para recoger lo que podría faltar del
semen de mi amigo.
-Tu novia puede
estar contenta, la vas a follar la mar de bien. Mmmmmm –dijo ella cuando termino
de chuparle la polla por segunda vez.
En ese momento, cuando la muy puta menciono a mi amiga, no
pude aguantarme más.Entre en la habitación y le puse verde por ser tan cabrón.
Ella se tapó con la sabana de la cama mientras miraba para otro lado. Después de decirle lo que
pensaba de él, me fui de aquel vagón muy enfadado (aparte de cachondo, porque
claro, había visto como una pareja follaba delante de mí, y eso –por muy
cabreado que estuviera- no se podía olvidar) y volví al comedor, donde encontré
a mi chica esperándome. Me acerque a ella y la dije que si quería irse, que yo
me iba, pero que si quería quedarse que no me importaba. Ella me pregunto que
que pasaba, que había tardado mucho y que venía muy enfadado y con un subidón
de aúpa, que me lo notaba en la cara. Yo le conté lo que había visto y vi que
tampoco la gustaba un pelo, pues también era amiga de la novia. Así que nos
despedimos de varios amigos y salimos del tren, que había parado en un pueblo
cercano para que los invitados que lo desearan se bajaran allí. Tomamos un taxi
y llegamos a mi casa. Ya en la puerta, me baje del vehículo y saque el dinero
para pagarla el trayecto a su casa, pero ella se adelantó y dijo:
-¿Por qué no subimos y nos tomamos algo?
-Vale, de acuerdo –conteste, pensando en que
todavía podríamos liarnos y acabar bien el día.
Así que despedí al taxista y acompañe a la
chica hasta la puerta de mi casa. Saque de la bandolera las llaves y entramos.
La dije que se pusiera cómoda en el sofá del salón, mientras yo iba a preparar
las copas (me dijo que quería un vino español, así que prepare dos). Después me
dirigí al salón. Desde la puerta la observe y vi lo guapa que era y lo buena
que estaba. Llevaba un vestido de lentejuelas plateadas hasta un poco más
arriba de las rodillas y un escote generoso, que cuando se agachaba dejaba ver
sus preciosas tetas. Aunque sus piernas tampoco eran mancas. Me acerque ya muy
caliente, pero no dije nada porque si acaso metía la pata. La di su copa y
empezó a bebérsela de manera muy sensual, enseñando sus preciosos labios y
dejando que un poco de líquido se le resbalara por su escote. Ahí descubrí que
ella también estaba deseando liarse conmigo esa noche. Así que decidí lanzarme
y aproveche que seguía cayéndola liquido por el escote para besarla el
canalillo. Ella se dejó y se hecho un poco para atrás, hasta recostarse en el
reposacabezas para dejarme trabajar mejor. Yo procedí a retirarla un poco el
vestido para lamerla el pezón de la teta derecha durante un rato, para después
pasar al izquierdo con la misma maniobra de retirar el vestido.Despuésprocedí a
levantarla para quitarla el vestido y dejarlo sobre uno de los brazos del sofá.
Entonces la tumbe sobre el sofá y baje de sus preciosas tetas hasta el coñito
besándola por todo el abdomen. Al llegar, mi lengua empezó a trabajar en la
zona, mientras con una mano la acariciaba las tetas, notando como tenía los
pezones erectos.
-Sigue, sigue… -gemía.
Pase entonces a meterla dos dedos en el
coñito y penetrarla varias veces. Ella se movía disfrutando de la situación y
gemía muy bajito. En ese momento decidí penetrarla con la polla, que la tenía
preparada para ello. Ella lo vio y se colocó para ello. Al hacerlo, empezó a
gemir más alto y al cabo de una rato la cogí por la cintura, la levante y me
senté en el sofá, con ella sobre mi polla, moviéndose arriba y abajo
rítmicamente durante un largo rato. Se la notaba cachonda pérdida, la verdad.
-Aaaaaaaaaaaahhhhhhh, que bien, follame,
métemela hasta el fondo, cariño. Dale,
dale… Aaaaaaaaaaaaaghhhhh –gritaba de vez en cuando.
Al cabo
de un rato, ella se descabalgo y se puso a chuparme la polla. Con la lengua me
hacía sentir la polla a punto de estallar, mientras que con la mano me la daba
un masaje que hacía que cada vez estuviera más llena, hasta que me corrí
fuertemente en su boca y sobre sus tetas desnudas. Note que ella también se
corrió a la vez que yo porque gritaba de
manera rítmica, a la vez que se masturbaba con su mano libre para terminar del
todo, sin que nada se quedara dentro.
Al ver
que todo terminaba, nos besamos otra vez y después de recuperar fuerzas
tumbándonos abrazados en el sofá, bajamos al garaje, cogimos mi coche y la
lleve a su casa, donde me dio las gracias por haberla follado tan bien, por el
raro que la había hecho pasar y me dio su e-mail para que le escribiera cuando
quisiera. Yo la correspondí con el mío y también la di las gracias. Entonces
nos volvimos a besar y ella entro en su casa. Yo volví a la mía y me fui a la
cama de lo más relajado, como se pueden imaginar, queridos lectores. No se si
sabránustedes lo que pasa cuando nos escribimos, más o menos una vez al mes,
casi siempre un viernes o un sábado….
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