LA CHICA DEL KIOSCO/LAS CHICAS DE LA LOTERIA
En mi pueblo, casi
nunca hubo un quiosco para vender la prensa/lotería, pero de un tiempo a esta
parte, pusieron uno, aunque cambió pronto de dueño. No voy mucho, pero cuando
voy siempre da la casualidad de que hay una chica hispanoamericana de muy buen
ver, la verdad… (también puede ser una chica española joven, morena, muy sexy u otras tres chicas, una morena bajita, una rubita con gafas u otra morena más mayor... -todas se incluyen de aquí en adelante en el relato-).
Uno de los días que
fui, la chica tenía una camiseta de esas que siempre dejan un botón abierto
cerca del cuello y vi que tenía unas tetillas muy ricas. No sé si ella se dio
cuenta o no, pero siempre que iba la miraba el escote, a ver si volvía a ver
esas preciosas tetas. Un día note que era ella la que me miraba distinto, pero
no supe cómo interpretarlo… Total, que me fui, pero cuando volvía notaba que
ella se desabrochaba el botón de arriba cada vez que me veía entrar (pienso que
ella creía que no me daba cuenta, pero sí, me daba cuenta…).
Un día, cuando entre en
el quiosco no había nadie en el mostrador, pero oí que estaban en la
trastienda. Cogí lo que había ido a buscar y espere a que quien fuera saliera.
De repente, se oyó una voz (era la chica que siempre estaba cuando yo iba)
desde la trastienda que decía sí podía entrar a ayudarla, que tenía que sacar
una caja muy pesada y ella sola no podía.
-Claro. Ahora voy –
conteste. Y me encamine hacía la puerta…
Y al llegar a ella, la
vi agachada hacia ella empujando la caja… Madre mía, que visión más bella.
Llevaba una camiseta que dejaba ver su precioso escote y unas tetillas que
impresionaban de bonitas. Creo que se dio cuenta de que la miraba, porque me
dijo que si estaba allí para ayudarla o para que estaba…. Yo espabile y la dije
que sí, que estaba allí para ayudarla. Entre los dos sacamos la caja a la zona
de ventas y yo volví a por una botella de agua a la trastienda.
Llevaba un minuto
aproximadamente bebiendo de la botella, cuando noto que alguien entra en la
trastienda y me empieza a acariciar el pelo, bajando por el cuello hacia el
pecho, desabotonándome la camisa. Yo me intente volver para ver quién era, pero
no me dejaron y siguieron acariciándome el pecho, a la ve que iban bajando
hasta llegar a la entrepierna, cuando note que me abrían el pantalón y me
bajaban los calzoncillos, a la vez que se ponía delante de mí…
Y ahora es cuando vi a
la persona que me estaba haciendo pasar tan buen rato. Era la chica del
quiosco, que al final había decidido pasar a la acción.
Al ponerse delante de
mí, me agarró el pene y se lo metió en la boca mientras yo la acariciaba el
pelo y su bella cara. Ella jugaba con mi pene arriba y abajo, arriba y abajo,
para de vez en cuando masturbarlo con una mano y luego con la otra, para
después volver a empezar a chuparlo y jugar con su lengua en la punta…
Al cabo de un rato, se
levantó, se quitó la camiseta y yo aproveche para empezar a acariciar sus
bellas tetas, para de vez en cuando lamer un pezón primero y acto seguido el
otro, así poco a poco y varias veces, para después ir bajando por el abdomen de
la chica hasta llegar a sus pantalones, abriendo la cremallera y quitándoselos
para poder acariciar su coñito mojadito unas cuantas veces por encima de sus
braguitas…
Acto seguido se las
quite y con dos dedos empecé a penetrarla muy despacio, muy despacio… para
después acelerar durante un rato para volver a hacerlo muy despacito…
-¡¡Mmmmmmmmmmmm, sigue,
sigue, sigue…!!! – gritaba ella, dándome yo cuenta que estaba lista para la
siguiente fase.
Siguiente fase que
procedí a comenzar rápidamente, pues ella me dijo que la penetrara apoyada en
unas cajas que había allí apiladas. Poco a poco la metí mi pene en su coñito
caliente y primero muy despacito y después más rápido, para unos minutos
después hacerlo al revés, primero rápido y luego despacio, en andanadas
consecutivas y sucesivas.
-¡¡Si, si, siiiiiiiii!!
¡¡Dale más fuerte!! – empezó a gritar la chica.
Y la hice caso. Empecé
a penetrarla más fuerte durante un largo rato, hasta que la dije que se diera
la vuelta e hice lo mismo por detrás, agarrándola de la cintura para que las
acometidas fueran más fuertes y tirándola del pelo de vez en cuando, porque lo
pedía ella. A la vez, la acariciaba la espalda, bajando hasta su lindo culito,
donde la daba un azote en una nalga y luego en la otra, para después volver a
agarrarla de la cintura y acometerla otra vez, y otra vez, y otra vez…
Unos minutos después,
la hice ponerse otra vez boca arriba y después de acariciarla todo el cuerpo
varias veces y notar como se calentaba todavía más, la puse el pene entre sus
tetas y ella se las agarró, apretándoselas para agarrarme mi pene entre ellas,
y entonces yo empecé a moverme arriba y abajo, arriba y abajo, arriba y abajo… hasta
que me corrí sobre ellas y empecé a besarla poco a poco en la frente, para
después ir bajando por la nariz para acabar besándola varias veces en la boca,
antes de ayudarla a vestirse. Ella hizo lo mismo conmigo y salimos de la
trastienda, para intercambiarnos nuestros teléfonos y repetir la experiencia
que acabamos de tener más veces, en casa de alguno de los dos, o en la de los
dos…
Estuvimos charlando un
rato, yo cogí mis compras y me fui a casa, despidiéndome de la chica con un
largo beso que ella me devolvió agradablemente en la puerta del
establecimiento. Cuando ya estaba un poco lejos, me volví a despedir con la
mano y ella hizo el mismo gesto con una suya.
Bufff como te gusta calentar los lunes jeje excitante como siempre un beso cielo
ResponderEliminarGracias, amiga mía ;) ;)
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