miércoles, 25 de abril de 2018

¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?

(Espero que os guste este nuevo relato, pero tengo que haceros dos peticiones para cuando acabeis de leerlo: 1ª] que me digáis como lo titularíais vosotros, lector@s, porque yo no lo tengo claro y 2ª] que me digáis que creéis que es lo que vi que me hizo tener las dudas que expreso al final...)


     Era pleno verano. Un día de esos en los que sudabas con solo poner un pie en la calle. La gente en la misma iba mirando si podía refrescarse en algún bar o en alguna sombra de los portales. Pero eso a mí me daba igual, porque yo estaba trabajando en una joyería de la zona y tenia aire acondicionado. De vez en cuando, decía a algún transeúnte que entrara a refrescarse y este lo hacía, aparte de que miraba los expositores. Cuando se iba, me daba la gracias y yo le decía que si volvía a pasar que volviera a entrar si seguía acalorado.

     Paso el resto del día más tranquilo, porque bajo el calor, hasta que cerca de la hora de cerrar entro un grupo de gente, entre el que iba una chica guapísima, vestida muy elegantemente con un vestido, pero que tenía un escote que casi no dejaba nada a la imaginación de unas tetas casi perfectas. Además, tenía tatuada una estrella en la mano derecha.

   -¿Te has fijado en esa chica que se parece a la actriz porno esa, como se llama, Tarra no se que...?

   -Claro que me he fijado, compañero, jejejejejejeje- respondí. Esta era un poco más alta y un poco más delgada, pero sí que se parecían, si, sobre todo en que las dos eran pelirrojas.

     Cuando entro este grupo, estuvimos mi compañero y yo enseñándoles el muestrario, así como a otras personas que entraban de vez en cuando, y así durante un rato (varias personas compraron varios artículos), hasta que de repente se fue la luz...

  -Sal a ver qué ha pasado, que parece que ha sido en toda la calle- le dije a mi compañero. Solo quedaban en la tienda la chica y dos personas más.

  -OK, voy a ver- respondió el.

     Mientras mi compañero iba a ver qué pasaba, yo vigilaba que no pasara nada raro en el local, pues estando casi a oscuras podía pasar cualquier cosa...Y paso algo, pero no lo que yo pensaba que podía pasar...

     Porque estaba dando vueltas por la tienda, para vigilar que no hubiera ningún problema añadido, cuando noto que alguien esta andando alrededor mío. En un momento que pase por una ventana a la que daba una farola, vi que era la chica que se había quedado en la tienda...

     ...Que aprovecho ese segundo de luz para besarme varias veces. Yo me quede sorprendido, pero cuando pasamos a una zona de sombra para besarla en el cuello y darla la vuelta, para poder meter las manos por el escote y acariciar sus preciosas tetas varias veces, antes de seguir bajando por su abdomen, mientras seguía besando su cuello, hasta llegar a sus braguitas...
     
     ...Donde metí una de mis manos, mientras con la otra acariciaba sus pechos alternativamente, para descubrir que estaba muy mojada. Así que aparte un poco la tela de la prenda y empecé a meter un par de dedos, poco a poco al principio y más rápido después. La chica empezó a resoplar ritmicamente, acompasando su respiración a cuando yo metía mis dedos...
     
     ...Estuvimos así varios minutos, hasta que los dos notamos que ella se corría, que fue cuando ella se volvió, me beso y salió de la tienda después de colocarse bien la ropa que habíamos movido, no sin lanzarme un último beso en la puerta, pues ya había vuelto la luz...

-¿Que había pasado, compañero?-pregunté, después de recuperar el aliento.

-Que habían subido demasiado los aires acondicionados y se fundieron los plomos en la subestación de aquí al lado-respondió el.

-Aaah, coño... Normal, con este calor-dije yo. Acto seguido, cerramos el establecimiento y nos despedimos hasta el día siguiente, aunque yo seguía pensando en la chica y lo que había pasado entre ambos.

     Pasaron los días y seguía haciendo un calor del copón. Mi compañero y yo seguíamos dejando entrar a la gente a refrescarse y mucha gente lo hacía, porque iba con un sofocón muy grande. A veces vendíamos algo y otras veces no, pero siempre nos agradecían que les dejáramos quitarse el calor, aunque fuera por poco tiempo.

     Estuvimos así por algunas semanas, haciendo unos días un calor normalito y otros ya se salía del termómetro, hasta que paso lo que tenía que pasar por tanto y tanto achicharra-miento desde el cielo... se volvió a ir la luz con clientes en el establecimiento...

-¡¡Pero otra vez!! ¿No lo habían arreglado?- dijimos mi compañero y yo a la vez.

     Le dije a mi compañero que saliera a ver si era como la otra vez. Siempre salía él porque así lo habíamos acordado cuando empezamos a trabajar juntos, ya que él tenía ciertos conoci-mientos de electrónica y electricidad.

     Se fue y yo mire quien estaba en la tienda. Había cuatro clientes y, para mi sorpresa, me pareció ver a la misma chica de la otra vez, pero cuando volví a mirar ya no estaba allí... O eso creía yo...

     ...Hasta que note que había alguien detrás mío. Me volví y era la misma chica de la otra vez, que se agachó y se metió en un hueco que había debajo del mostrador y me obligo a darme la vuelta, porque me había quedado tieso, de espaldas a ello, por la sorpresa.

     Nos miramos a los ojos con picardía y ella empezó a bajarme la cremallera y me sacó la polla y empezó a acariciarla y, aunque ya estaba dura porque la chica lo merecía con solo verla, se puso todavía más dura.

     Una vez que la tuvo como ella quería, se la metió en la boca y procedió a jugar con su lengua en la punta de la misma, hasta que bajo con su lengua hasta el final y volvió a subir y así varias veces, unas veces más rápido y otras más despacio...

     Cuando la chica noto que la cosa estaba a punto, empezó a subir y bajar con la lengua por mi polla, hasta que me corrí en su boca, coincidiendo con la vuelta de la luz al establecimien-to...

     La chica se limpio la boca con un pañuelo que llevaba y se levanto, mientras yo me subía los calzoncillos y los pantalones. Como ya había vuelto la luz, y había clientes, hicimos como que habíamos estado buscando unos pendientes que se habían caído al suelo...

      Cuando los encontramos, se los di y la acompañe hasta la puerta y se fue, así como los demás clientes que había en el local, cerrando a continuación hasta el lunes, pues era viernes...

-¿Que , había pasado lo mismo?- pregunte a mi compañero.

-Exactamente lo mismo, tal cual igual que la otra vez- respondió él.

     Una vez que revisamos que todo estaba en orden, entramos en el despachito que teníamos allí y cogimos las cazadoras, cerramos todo bien y no fuimos para nuestras casas, despidiéndo-nos hasta el próximo día de trabajo.

     Otra vez pasaron los días y las semanas, esta vez más tranquilamente en lo climatológico, pero no tan tranquilo en lo laboral, porque hubo una invasión de turistas que vendimos casi toda la tienda en dos semanas, alucinados estábamos todos con el asunto. Pero bueno, eso al final era bueno para todos, porque estábamos metiendo dinero en la sociedad que nos pagaba cada fin de mes.

     Como digo, pasó el tiempo y un día estábamos los dos chicos de siempre ya cerrando la tienda y paso algo raro... Nos pareció ver entrar a la chica de siempre, pero miramos alrededor de toda la tienda y no la vimos, así que pensamos que habíamos visto un reflejo de luz en un escaparate o alguna otra cosa...

     Cerramos la tienda y mientras mi compañero terminaba de bajar la persiana metálica, yo me fui al despacho a coger la cazadora y sorpresa, sorpresa... No habíamos visto mal, la chica había entrado de verdad...

     Estaba sentada en la silla del despacho, con un vestido que no dejaba nada a la imaginación...

-Que, a la tercera rematamos la jugada o no...-dijo, con una sensualidad extrema.

     Y dicho eso, se levanto y empezó a besarme y a llevarme hacia el sofá, donde se volvió a sentar. Yo la seguí, bueno, casi me arrastró y le quite el vestido antes de que sentara y estaba mucho mejor sin él, aunque con él estaba de cine...

     Acto seguido, empecé a besarla en el cuello, para ir bajando por su cuerpo y llegar a sus preciosas tetas, donde comencé a lamerla los pezones, primero uno y luego el otro, a la vez que acariciaba sus pechos alternativamente...

     Después de un rato, fui bajando hacia el sexo de la chica, lamiendo todo el cuerpo de la belleza que tenía delante, hasta que llegue a lo mencionado anteriormente, que encontré muy mojadito...

-¿Que pasa aquí?- oímos que decía alguien. Miramos y era mi compañero, que entraba en el despacho.

     La chica levantó un poco la cabeza y le hizo un gesto para que se acercara, cosa que mi compañero hizo, y mientras le bajaba los pantalones y empezaba a chuparle la polla, yo seguía lamiéndola su rico sexo, que estaba cada vez más mojado...

     De vez en cuando, intercalaba los dedos en masturbar a la chica, mientras ella desvestía a mi compañero y le besaba en el torax varias veces, mientras gemía de placer varias veces...

-¡¡Aaaaaaaaaaaaaaayyyyyy, que rico, chicos. Seguid, seguid!!

     Al cabo de un rato, nos intercambiamos los roles y mientras a mi me desvestía, era mi compañero quien la lamia el coñito, moviéndose la chica al compas de lo que marcaba mi compañero con su lengua y sus manos...

     Al cabo de un rato, la chica hizo un gesto y se levantó de la silla, para que mi compañero se sentara en la silla y la penetrara su rico culito, mientras yo me ponía delante de ella y la pene-traba su mojado coñito. Así empezamos a movernos los tres, al principio más despacio y luego más rápido, hasta acompasar el ritmo los tres...

     Luego de unos minutos, cambiamos de posición y fui yo el que se sentó en la silla y mi compañero fue el que se puso de la chica, que tenía una cara de placer extremo y estaba moviéndose arriba y abajo, abajo y arriba y viceversa...

     Pasado un rato, la dije al oído que si se ponía a cuatro patas en la mesa y me indico que sí, que adelante, así que todos nos levantamos, la chica se apoyo en la mesa y yo la penetre por detrás, muy suavemente cuando empecé, para ir subiendo el ritmo a medida que la chica se volvía a excitar... Mientras, a mi compañero le lamía su sexo la chica hasta que se corrió en su boquita, dejándole el pene bien limpio según vi mientras seguía hacia dentro y hacia afuera...

     Mi compañero se fue vistiendo, sentado en la silla y, al rato, la chica y yo notamos que nos íbamos a correr, así que la chica se sentó en la mesa y me agarró el pene, masajeándolo y lamiéndolo hasta que salió el semen en su mano... A la vez, yo la acariciaba su sexo hasta que note un liquido caliente en la misma...

     Cuando ya todo estaba tranquilo, pero la chica estaba a medio vestir, vi que en un estanque había un tarro de crema, así que lo cogí y empecé a aplicársela y como no decía que parase, seguí untándosela en su delicioso cuerpo, sobre todo en sus preciosas tetas, que seguían con los pezones excitados...

     Cuando ya todo estuvo aplicado y tranquilo, la dijimos a la chica que si quería venir a tomarse algo, a lo que dijo que si, y fuimos a un bar que estaba al lado de la tienda. Cuando ya nos despedíamos, note algo en su mano que me hizo dudar que fuera la misma chica de las otras dos veces... Pero como no estaba seguro de que era, nos dijimos "hasta la próxima"... Y no sé porque, creo que habrá una próxima vez...

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